
La tradición oral de los fon explica que Aligbonon, hija del rey de Tado, fue a buscar agua a un estanque cuando un leopardo se abalanzó sobre ella, pero no la mató, ni tan siquiera le causó daños. Algunos meses más tarde, Aligbonon dio a luz a un varón, que bautizó con el nombre de Agassou: hijo del leopardo.
Con el paso de los años Agassou se convierte en un hombre fuerte, cubierto de pelos rubios y largas uñas, haciendo honor a su condición de ‘hombre leopardo’.
Aligbonon tradición oral
Debido a lo aterrador de su aspecto ninguna chica de Tado quiso casarse con él. Es entonces cuando su madre busca una esposa para su hijo entre otras tribus de la región.Su aspecto y el hecho de desposar a una mujer que no pertenecía al reino de Tado, impedían a los descendientes de Agassou ser candidatos al trono.
Finalmente, el nieto de Agassou, frustrado por serle denegada la posibilidad de ser rey, asesina al príncipe de los Adja, heredero al trono de Tado y huye con su familia y seguidores al otro lado del río Mono.Este hecho le convierte en Adjahouto, el asesino de Adja. Con él lleva el cráneo de su abuelo Agassou, la calabaza sagrada de Tado, de donde deben beber todos los monarcas y dos pitones de los bosques de Tado. Al llegar a las fértiles tierras del centro del actual Benín, funda su propio reino.
Adjahouto
A pesar de la distancia, Adjahouto sabe que los soldados de Tado lo están buscando para matarlo y es entonces cuando decide convertirse en árbol para evitar que lo encuentren. El poder de convertirse en otros seres vivos lo había heredado de su abuelo.
Ante su desaparición, sus seguidores exclaman ‘el rey ha muerto’ que en lengua fon es Alla Da, de ahí que el reino más antiguo del imperio fon sea conocido como Allada. Hoy en día el ‘árbol rey’ sigue en pie en el bosque sagrado de la ciudad de Allada.
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