

Foto del Met de N.Y. |
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Foto del Met de N.Y. de la exposición ‘Dinastía y Divinidad. Arte de Ife en la Antigua Nigeria’. En ella vemos una pareja de reyes. Exhibidas en el Brithish Museum |
Arte Ife dinastía y divinidad
Por empezar por algún lado, decir lo primero que lo que llamamos bronce refiriéndonos al africano, difiere en alguna medida del europeo.
Las proporciones son: Bronce africano de Ifé 85% cobre; 10% estaño; 5% oro. |
Bronce europeo, entre 75 a 80% cobre; 5% estaño; 3 a 5% plomo; 12 a 15% cinc. |
Como imagino que los no interesados en la metalurgia africana no habréis leído mi texto de Alquimistas de África, donde explico cómo y cuándo se introdujo el hierro y el bronce en África, permitidme una breve introducción.
“La metalurgia local se manifiesta por la fundición y uso del cobre en Tigidit en el Níger, donde la presencia de hornos indican su fabricación local, así como en Guelb Moghrein en Mauritania, aunque ya en el primer milenio, y a partir de mineral de cobre autóctono.
El bronce no es conocido en África hasta época histórica, incluido el Egipto faraónico, a pesar de usarse el cobre desde la época predinástica.
Otro hecho interesante es que en determinadas zonas la aparición de la metalurgia del hierro es anterior a la del cobre y por tanto del bronce.
La metalurgia en África
La aparición de la metalurgia en África se remonta a los albores del 1.300 aC., y a diferencia de otros continentes, se empezó a trabajar antes el hierro que el bronce.
Parece claro que el origen de las fundiciones proviene del llamado Creciente Fértil y que a África llega a través de la península del Sinaí.
Cuando siglos más tarde, en el 375 aC., Alejandro Magno llega a Egipto y funda la Alejandría que nos lega, revestido de brillante casco y peto, tachonados con medallones de bronce, no impresiona por ello, algo ya conocido, sino por su concepto táctico y social, que sí asombra por donde va.
Permitidme recordar que romanos más tarde y durante siglos; o los europeos en 1096 cuando se promulga la primera cruzada por la que los guerreros cristianos penetran en África armados y protegidos con refulgentes armaduras.
Bronces en Níger y Tigidit
Pero como dato definitorio exponer que alrededor del primer milenio antes de nuestra era se conoce de la existencia de aleaciones de cobre arsenical primero.
Siglos más tarde con estaño, bronces de uno u otro tipo y dureza, en la zona de Tigidit, en el Níger.
No es complicado entender, sabiendo de estos y otros numerosos datos existentes, que en África se trabaje el metal, que del hierro ya sabían de mucho antes.
Con el mismo método que en las otras culturas para su modelado, el de la cera perdida, que retocaban con afilados útiles metálicos a modo de cinceles y pulían con piedras de arenisca y o arena suelta.
Es el latón o bronce, de adjetivo africano, pues son aleaciones distintas a las europeas, con las que este pueblo realiza magnificas obras, propias, en piezas de todo tipo como representaciones de ancestros o altares y brazaletes, pulseras o colgantes.
Pero sea cual sea su función o utilidad, sin dejar de mostrar su simbología mística y o religiosa.
El bronce en Edo Benín
Es mucho lo que se sabe sobre la metalurgia en África y la de los de los yoruba en particular, como de las de muchos otros pueblos africanos.
Pero eso lo podéis encontrar más pormenorizado en el artículo sobre ‘Alquimistas de África’ aparición del bronce en Edo Benín que los caballeros usaban de diversas maneras en sus corazas.
Cubriéndose de pies a cabeza, parece probar que la metalurgia estaba al servicio de todo tipo de uso, una vez que esas armaduras, sin duda alguna, eran de fabricación local.
Desde temprano se ha hecho todo el esfuerzo para fabricar esos accesorios con otro material que no sea el hierro, debido al clima, manteniendo la misma forma, y preocupándose en hacerlos seguros y protectores.
Es por eso que esas armaduras han demostrado, al final del período histórico de Benín, ser elementos puramente decorativos.
Recordemos que muchos de los caballeros medievales, que sucumbieron bajo sus armaduras en el camino de la Tierra Santa, durante las cruzadas, no soportaron el calor y los rigores del clima.
Las bellas obras de arte de Ife y Benín
La técnica de moldear el bronce por el proceso de cera perdida, responsable de las bellas obras de arte de Ife y Benín, fue compartida entre la región atlántica del Golfo de Guinea y la antigua Meroë.
La orfebrería, la fabricación de filigrana de oro, y la manipulación del cobre, estaño y de las aleaciones metálicas, habían sido bastante difundidas durante el África prehistórica.
Las repetidas victorias de los guerreros de Nubia contra las legiones romanas de Cornelius Gallus en agosto del año 29 aC., puede darnos una idea de lo que era el nivel tecnológico de ese país en ese período.
El uso de la metalurgia del cobre
Egipto conoce plenamente el ‘Eneolítico’, es decir, la utilización metalúrgica del cobre, que muy posiblemente llegó al valle del Nilo.
En consecuencia al continente africano, a través de la península de Sinaí desde el Creciente Fértil, Mesopotamia y Persia, como se ha dicho.
Parece, poco probable la invención independiente de la metalurgia en Egipto, por falta de recursos o incentivos.
Incluso cuando sabemos de técnicas afines como las utilizadas ya por los ‘badarienses’ para la obtención de un subproducto de la calcinación de fragmentos de azurita. Carbonato de cobre azul, y de malaquita, carbonato de cobre verde, cuya utilidad aprendieron tempranamente para preservar sus ojos de la reverberación solar.
Tratamiento del cobre
Esta se obtenía fundiendo uno u otro carbonato sobre las piedras del hogar mediante carbón de madera.
El esmalte logrado fue utilizado asimismo para decorar perlas de esteatita, con magníficas obras y paso previo al llamado cristal africano.
No es de extrañar que en este ambiente se difundiera muy pronto el uso del cobre autóctono.
Aunque limitado a pequeños objetos obtenidos mediante la técnica de martillado, que precede a otras, posiblemente importado desde Anatolia.
Estas hicieron realidad el conocimiento del bronce en todo el Creciente Fértil a la vez que de un extremo a otro del Mediterráneo.
Y la transmisión al África de unas operaciones de fabricación que en un principio requerían concretos comportamientos rituales.
Los primeros barruntos del hierro
Es posible que junto a tales conocimientos se presente el Megalitismo en sus primeras manifestaciones, que pronto se difunde por numerosas regiones africanas.
Cuando ya desde el Asia occidental empiezan a llegar los primeros barruntos del hierro, que los asirios exportarán a Egipto, de donde llega remontando el Nilo a Meroë antigua capital del reino sudanés de Kush.
Desde aquí se expande al resto del continente africano, a la vez que el conocimiento de su metalurgia. No se descarta que el hierro pudiera llegar al Sahara llevado por nómadas, o incluso que fuese reinventado localmente. Los primeros africanos que al parecer utilizaron la metalurgia al sur del Sahara.
Fueron melanodermos artífices de la cultura nigeriana de Nok, que se manifestó entre el 600 aC. al 200 dC.
La cultura nigeriana de Nok
La Cultura Nok fue desvelada en 1943, a raíz de reanudarse la explotación de una vieja mina de estaño y dio ocasión, al arqueólogo inglés Bernard Fagg, de identificar un particular complejo cultural.
El cual se manifestaba a lo largo de unos 500 kilómetros de este a oeste y 300 kilómetros de norte a sur durante el último período pluvial. Que se caracterizó por un extraordinario arte en terracota, a la vez naturalista y dinámico, del que se encontrarán notables muestras en Jemaa, Wamba y Nok, que se desarrolló en el seno del ámbito nigeriano.
Asimismo, sin aparente influencia exterior, en un entorno en el que conviven agricultores y cazadores que practican el culto a los antepasados.
El arte de Ife y Benin
Asimismo, hacen gala de un realismo figurativo que no volverá a manifestarse hasta la emergencia, milenio y medio después, del arte de Ife y Benin.
A Isaac Adeagbo Akinjogbin de la Universidad Obafemi Awolowo, de Ile Ife, Nigeria, le parece innegable que la unificación del país de los yorubas, realizada en el siglo X bajo la férula de los partidarios de Oduduwa, se debió en gran parte a la superioridad que les dio el dominio de la metalurgia.
En tiempos de la dinastía de Odudawa, cada reino poseía tantas fundiciones y forjas como necesitaba para asegurar su autosuficiencia.
Adeagbo dice también que:
“En los siglos XVII y XVIII, cuando la trata transatlántica de esclavos estaba en su apogeo, los yoruba seguían prefiriendo el hierro que ellos mismos producían.
Y, desde un punto de vista religioso, consideraban que el metal importado era ‘sordo’ e impuro.
Las técnicas siderúrgicas, que llegaron a ser elementos integrantes de la espiritualidad y del bienestar material de los pueblos africanos, se han perpetuado hasta nuestros días”.
Ya sabemos algo sobre el bronce, ahora veamos qué hacen con él, y otros elementos, los distintos pueblos que componen los yoruba.
Mapa de la creación de arte de ife

Mapa de Ile Ifè |
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Mapa de Ile Ifè con los distintos sitios arqueológicos. |

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Foto 40: Karin Willis |
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Máscara de cobre representando al rey de Ifẹ Obalufon II. Siglo XIV. Museo de Antigüedades de Ifẹ. Museos Nacionales de Nigeria, Lagos. Foto: Karin Willis |
- A Ifè, el Ooni Oba Ogunwusi lo llamó: Ilẹ Ifẹ que significa ‘expandir la tierra’. Popularmente es conocida como: Ile Ifẹ que significa ‘expandir el hogar’.
- Los Binis la llaman: Uhẹ.
- Los Itsekiri Yoruba: Ufẹ. El significado de ambos es similar, ‘expandirse’.
Suzanne Preston Blie
Suzanne Preston Blier en su ‘Art and Risk in Ancient Yoruba: Ife History, Power, and Identity, C. 1300’, hace referencia al libro de 1352 de Ibn Battûta, firmando Yoûfi, ‘Voyages to Asia and Africa’ del que a su vez ella, en la p. 410, dice:
“La descripción de Battûta de Yoûfi describe Ifẹ como un país en el que ‘Ningún hombre blanco puede entrar… porque los negros lo matarán antes de que llegue”
Suzanne Preston Blier
“… es coherente con la primacía ritual asociada desde hace mucho tiempo con Ifẹ, debido quizás a su fuerza mercantil, derivada de las cuentas de vidrio, hierro y textiles probablemente. Entre estos últimos elementos parece haber habido no solo algodón y tela de rafia, sino también textiles de seda elaborados a partir de gusanos locales.
Suzanne Preston Blier
Esto último sugiere que en los siglos XII al XV, Ifẹ era parte de la famosa ruta de la seda Este Oeste”.
Ciudad de Ile Ife
“Odudua convirtió, a la ciudad de Ile Ife, en el corazón de la realeza yoruba y la sede de los ooni, que eran la cabeza religiosa de todo el pueblo yoruba”.
Y sobre esto se crea otro mito o epopeya, que sin duda tiene bases consistentes:
“Hubo una guerra civil violenta entre los partidarios de Obatala, un icono y deidad, y los de Odudua, deidad opuesta de un nuevo grupo dinástico.
Al final de esta guerra, el rey Obalufón II reinó, atribuyéndosele la negociación de paz entre las partes enemistadas. Para ayudar a reunir a la gente, el rey Obalufón II desarrolló un nuevo plan de ciudad para Ife, renovando o creando nuevos templos que honraban a los ancestros de los jefes de las dos partes enemistadas, que supervisó personalmente.
Se cree que el antiguo arte de Ife probablemente formaba parte de los objetos de honra y mobiliario de dichos templos”.
Parece claro que Obatala y Odudua aunque deificados, lo fueron por sus actos pero eran personajes de carne y hueso que defendían los interese de sus respectivos clanes, y que los historiadores y expertos entre otros datos se apoyan en las obras que vamos a ver.
Dinastía y divinidad en el arte de Ife
La máscara de la foto nº 40, de cobre y de 29,5 cm de altura, sostienen la mayoría de expertos y como los demás se callan deben tener razón, representa al rey Obalufón II, al que también se conoce por Alaiyemore.
Es el personaje al que se atribuye la paz y el mecenazgo de las artes al honrar con la realización de máscaras o cabezas como esta a todos los contendientes. Aunando y garantizando así un futuro mejor a su pueblo.
Esta máscara permaneció tras su realización y rituales en el palacio real, de donde no salió hasta principios del siglo XX. Para trasladarse a las colecciones de la Comisión Nacional de Monumentos y Museos de Nigeria, en Lagos.
Adesoji Aderemi, oni o rey de Ife, que no olvidemos es el antiguo centro religioso de los Yoruba en el suroeste de Nigeria, lo identificó como Obalufón II.
La antigua Nigeria
Lo que manifestó haciéndolo público en 1937 en la revista ‘Gaceta de Nigeria’. Adesoji Aderemi, el ooni, no solo identificó la máscara sino que arguyó que fue un legendario gobernante de Ifẹ a quien se le atribuye la investigación de cómo realizar la fundición de esas cabezas a partir del cobre en Ifẹ.
El rey dijo que esta máscara de tamaño natural se había guardado en un altar en la sala Omirin del palacio real en Ifẹ siempre, desde su fabricación.
Ekpo Eyo y Frank Willett manifiestan a su vez que:
“Es una fundición casi perfecta con un noventa y nueve por ciento de cobre puro, técnicamente irreprochable y una de las más bellas y técnicamente mejor realizada de todas las obras de la antigua Ifẹ”.
Frank Willett
Ellos mismos fecharon la máscara entre el siglo XII al XV d.C. Al igual que el resto de las cabezas de cobre y latón relacionadas con Ifẹ.
La máscara de Obalufon
La máscara de Obalufon es una obra de extraordinario naturalismo, que muestra sorprendente precisión fisionómica. Solo rota por la forma almendrada de los ojos y la ubicación y estilización de las orejas característicos del estilo de arte de Ifẹ.
El naturalismo de este trabajo se ve reforzado por sus proporciones, que guardan con precisión un tamaño real. Por el hecho de que se quisiera naturalizar más aún colocando en los agujeros que aparecen en la zona de la boca y mentón pelo imitando una barba.
Lo que indica sensatez y estatus en todo África, o el velo que cubre al Oni cuando este se muestra en público, al que no se puede ver la cara y menos hablar comer o beber.

Nigeria, Ife bronze |
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5-31246 Alternate number: () Accession number: Acc.4692 Object Count: 1 Description: Black-and-white negative, Nigeria, Ife bronze heads Donor: Berta Bascom Object Type: ethnography Collection date: 1951 Accession date: December 5, 1997 Department: Cat. 15 – Photographic negatives Dimensions: length 5 inches and height 4 inches |
Vemos en ella cinco cabezas de diversas aleaciones de metal encontradas en la excavación arqueológica de Wunmonijie, en la zona de Ile Ife.
La foto parece corresponder al primer grupo de piezas encontrado en esta zona específica y muestra las cabezas in situ y tal cual aparecieron. Los yoruba dividen el cuerpo de una manera similar a la nuestra en tres partes principales:
- Cabeza,
- tronco
- piernas. Manteniendo los brazos en posturas miméticas o simplemente caídos a los costados.
Las esculturas de Ife
Muchas de las esculturas de Ife con el cuerpo completo muestran grandes cabezas, cuya proporción es de más o menos 1 a 4, y no de lo conceptuado como clásico en Europa que es de 1 a 7 ½. Y a esto los expertos le dan una respuesta casi unánime:
“… la cabeza es un símbolo de ego y destino, orí; personalidad, wú; naturaleza esencial, iwà; y autoridad, àse.
Hay varias teorías sobre las marcas que se ven en algunas de estas cabezas.
Las líneas verticales en estas cabezas, parecen hacer referencia a la realeza de Ife, así como a otras élites, y en general a la idea de identidad”.

Foto 41. Cabeza de Ooni |
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Cabeza de Ooni con corona y estrías faciales cerca del límite de los ojos. Siglos XII al XV. Cobre aleado con estaño y oro. Museo de Antigüedades de Ifẹ. Museos Nacionales de Nigeria, Lagos. |
Esta es la primera de las cinco cabezas que se ven en la foto nº 41, de lo encontrado en la zona de Wunmonijie mirando de izquierda a derecha.
Se observan agujeros para fijar la corona o el cabello y la barba o el velo, y agujeros en el cuello que se piensa servían para sujetar un maniquí o cuerpo de madera, tejidos u otros adornos.
Es peculiar que presente en su aleación de cobre un 1% de oro, también que fuera robada en 1993 aunque posteriormente se encontrara y fuera devuelta.
foto 41 |
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Dos fotos para la misma cabeza, que es la segunda situada, mirando desde la izquierda la foto 41. |
El sentido común de los Yoruba
La creencia en casi toda África es que la inteligencia, sentido común y valores, a lo que los yoruba llaman Àse, la autoridad, se encuentra en la cabeza.
Es por lo que a todo aquel que se representaba, normalmente personas importantes o parientes, se les hicieran figuras o esculturas en que se tendía a hacer cabezas en realidad de tamaño natural. Pero en cuerpos bastante más pequeños, lo que nos hace ver que la cabeza es desmesurada.
Obras de arte de ife
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Y en estas obras de Ife, vemos esta peculiaridad donde el poder manifiesto de la persona y su energía vital el Àse, se encierra en esas cabezas.
Por otra parte, se les representan con una media sonrisa o gesto de placidez pero con la boca cerrada para que su discurso no se vanagloriara y recreciera. Sino que quedara en términos donde la sensatez imperara.
Parece que no quisieron idealizar a personas concretas, sino que la pretensión era idealizar el cargo de rey.
el barrio de Wunmonije
Esta cabeza, también encontrada en el barrio de Wunmonije, de aleación de cobre, muestra como característica peculiar la desmesura de su cuello.
Largo en exceso y su peso, que es el mayor de entre todas con 9 kg.
Foto 45 y 46 |
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45 y 46 Dos perspectivas de la tercera cabeza de las de la foto 41 |
Esta cabeza de las fotos 45 y 46 recuperada en Wunmonije, de tamaño natural, las pruebas dan que está hecha de cobre, sin aleación con otros metales.
Tiene rastros de pintura blanca y negra en el iris de los ojos acentuando la mirada.
No hay evidencias en ningún sentido de cuándo fueron pintadas, si desde su orígen o a posteriori para su utilización en algún tipo de ceremonia o ritual.
Sí hay sin embargo alguna teoría sobre para qué las utilizaban, de las que tres prevalecen en mi opinión.
la corona del Rey muerto
Una es de Eyo y Willet 1980, p. 93, que dicen:
“Fueron utilizadas en las segundas ceremonias fúnebres durante el entierro, algún tiempo después de los funerales del Rey. La cabeza llevaba la corona del Rey muerto y estaba unida a un cuerpo de madera por los agujeros de su cuello. Con el ritual se incidía y demostraba que, aunque el Rey estaba muerto, el organigrama continuaba y mantenía su poder”.
Eyo y Willet
Drewal, 1989, p. 67, sin embargo, muestra otra idea que expone diciendo:
“Deduzco que se usaron en ritos anuales de renovación y purificación y deben entenderse como altares adornados con cuentas que llevaba el gobernante sobre la cabeza”.
Drewal,
Suzanne Preston Blier, profesora de estudios africanos y afroamericanos en Harvard, maneja otra posibilidad de por qué:
“Una de las cabezas tiene líneas negras y rojas alrededor de los ojos, y se dice que esa decoración identifica a alguien que ‘realmente puede ver’, es decir, una persona con acceso único al poder sobrenatural que le otorga a uno una visión espiritualmente cargada”.
Suzanne Preston Blier



Fotos 47, 48, 49 |
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Fotos 47 48 y 49 correspondientes a la misma cabeza, quinta de la foto 41 |
La obra de William Bascom
La foto nº 49, la última de estas tres, es obra de William Bascom realizada en 1951 Esta cabeza, que vemos desde tres posiciones distintas es la quinta de las cabezas de bronce recuperadas en el barrio de Wunmonijie en Ifẹ.
Se conserva en el Museo Phoebe A. Hearst. Nº rg. 15-31246. Donación de Berta Bascom. Al margen de una cuidadosa limpieza, se han conseguido restaurar algunos daños, pero se han dejado los que necesitarían de una reconstrucción mecánica que desvirtuarían en alguna medida la factura de esta, o de las otras piezas que se han encontrado.
En esta se aprecian abolladuras en la parte superior de la cabeza, puntazos de lo que podría ser un pico en la mejilla derecha y un gran golpe que no solo ha abollado la mejilla izquierda sino que incluso la ha horadado.

Wunmonije, Ile Ife, Nigeria |
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Cabeza de tamaño natural sin marcas faciales, agujeros en la línea de barba. Perteneciente al grupo de piezas encontradas en el sitio de Wunmonije, Ile Ife, Nigeria. |
Los Museos Nacionales de Ife
De principios del siglo XIV. Aleación de cobre. Altura: 290 mm. Depositada en los Museos Nacionales, Ife.
Inscrita en el museo, con el nº 9, reenumerada con el registro nº 38.1.9. Foto: Karin Willis, cortesía de la Comisión Nacional de Monumentos y Museos, Nigeria y el Museo de Arte Africano, Nueva York.
Preston Blier dice al respecto:
“Estas dieciséis cabezas de tamaño natural parecen haber sido creadas como parte de la tregua que Obalufon II estableció entre los residentes asediados en Ife. Una de las cabezas, refiriéndose en concreto a esta del nº 50, de hecho es muy similar a la Máscara de Obalufon, tanto como para representar al mismo individuo. “
Preston Blier
Frank Willett
Frank Willett, en 1967, p. 26 y 27, quien publicó fotografías de muchas de las cabezas de metal de tamaño natural en su monografía sobre Ife.
Sugiere que estas obras tenían importantes funciones en los actos fúnebres de la realeza, en las que cada una se exhibía con una corona y túnicas de oficio, en el curso de las ceremonias posteriores a la muerte de cada gobernante.
Willett propone además que las cabezas fueron encargadas como esculturas conmemorativas, o ako, que se mantuvo en una tradición posterior de Ife y Yoruba con obras de madera tallada, como en las figuras efigie de ako utilizadas en conmemoración de cazadores fallecidos.
Esta teoría, que identifica el corpus o grupo de cabezas de fundición de tamaño natural como las efigies de los sucesivos gobernantes de la ciudad estado de Ife.
Sin embargo, se basa en una idea ahora desacreditada en gran medida; ver para eso a Lawal 2005, p.503 ff.
Para quien:
‘Las obras fueron realizadas por distintos artistas durante varios cientos de años, duración de los reinados de dieciséis monarcas’.
Estas dieciséis cabezas de tamaño natural parecen haber sido creadas como parte de la tregua que Obalufon II estableció entre los residentes de Ife”.
Willett
Esta última conjetura parece un poco ‘descabellada’, perdóneseme el calificativo, porque dada la similitud reflejada en la manera de hacer las facciones.
Un mismo estilo general y que los metales y métodos de fundición son prácticamente idénticos, a lo que debe sumarse el que las cabezas aparecieran a la vez.
Estilo artístico de las cabezas de Wunmonije
Aunque en dos grupos y que su estado de conservación refleja que estuvieron enterradas juntas durante el mismo tiempo y circunstancias.
Que tan solo por los arañazos y golpes que recibieron en el descubrimiento se encuentran diferencias; hace pensar que son de una misma época, y si no factura de la misma mano, sí del mismo concepto.
La foto nº 51 es de Kilian Hannes Foto 52. |
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Willett 1997, p. 28, data mediante termoluminiscencia de los núcleos de arcilla extraídos de dos de las cabezas de tamaño natural del barrio de Wunmonije que indican un período similar en ambas y estimado entre el 1221 al 1369 ce. La foto nº 51es de Kilian Hannes |

Ante la singularidad de esta pieza de bronce permitidme traer de nuevo algunos datos. Parece claro que el rey era a su vez el líder religioso de Ifè; religión que consistía en una mezcla de animismo, fetichismo y culto a los antepasados.
Se hacían sacrificios y ofrendas a dioses y antepasados. Había, y todavía hay entre los yoruba de hoy, una creencia de que el iwa o carácter de una persona, reflejaba su energía interior o àse y que esta energía está presente en todas las cosas naturales y divinas.
Figuras del arte de Ifè y yoruba
Se pensaba que esa energía residía principalmente en la cabeza de una persona, lo que puede explicar por qué el arte antiguo se concentra en esta parte del cuerpo.
A esto añadían la creencia de que el àse o energía de los reyes, jefes, líderes o ciertas personas tenidas por poderosas, podía ser peligrosa.
Por lo que era imprescindible que sus bocas en unos, o en otros toda la cabeza y en especial la cara la llevaran velada, cubierta con algo que impidiera la trasmisión de ese àse, esa energía.
Lo que de nuevo vemos reflejado en determinadas figuras del arte de Ifè y yoruba, en los que se representa como un tocado en forma de capuchón cónico sobre las cabezas.
El trópico del África occidental
Se sabe muy poco sobre el aparato estatal de Ifè y el control sobre su territorio. Incluso la información sobre su sistema económico resulta difusa.
Es probable que Ifè, al igual que otros pueblos asentados en el trópico del África occidental, expertos conocedores de los sistemas de fundición de hierro.
Que elaboraban útiles como hojas de cuchillos o azadas, con los que se ayudaban en los cultivos recolectando cantidad suficiente de ñame, okra, dátiles, aceite de palma, caza y pesca, al principio y para intercambiar, a lo que añadieron poco después oro, marfil, pimienta o nueces de cola, a lo que se sumó la venta de esclavos; lo que hizo que Ifè se integrara en las rutas de las caravanas de camellos que atravesaban el Sahara llegando hasta el Mediterráneo y a ciudades como Túnez o Trípoli.
Estos productos de los que se surtía Ifè hasta el punto de poder proporcionar a los del norte, los intercambiaba sobre todo por sal.
También de piezas o materiales de lujo que demandaban las élites como latón o cobre, y espadas, joyas, perfumes, tintes y los solicitados caballos.
Como hemos visto en el plano de la foto nº 39, ya a principios del siglo XI d. C., Ifè era una importante ciudad amurallada con un palacio y otros edificios de piedra, santuarios y talleres.
Baldosas de terracota
Incluso algunas de sus calles, algo insólito en la época, estaban pavimentadas con baldosas de terracota que las hacían más transitables y menos polvorientas y ante la lluvia paliaban embarrados y charcos.
Los patios de las casas de los ricos comerciantes y del Emese o palacio del rey, presentaban a su vez solados en los que se perfilaban con pequeñas baldosas cerámicas diversos dibujos que se rellenaban con piedras de cuarzo.
Aunque al ser de un enramado enlucido de arcilla la mayoría de las construcciones las ha llevado a desaparecer.
En algunos patios que aún se mantienen se pueden ver pequeños restos cerámicos con formas que hacen pensar en círculos que serían parte del embaldosado original que tendría un aspecto de mosaico.
Tal vez aunque niegan tal posibilidad, influencia de aquellos pueblos del norte, y altares.
Estos altares lo forman un conglomerado de materiales de pequeña altura y semicirculares, en cuyo centro visual se ha insertado el cuello de un recipiente cerámico con la boca hacia arriba.
Proceso de fundición a la cera perdida
A pesar de las reticencias iniciales, nadie duda ya que las obras encontradas en Ifè están hechas por las gentes que allí habitaban y que su datación queda establecida entre los siglos XI al XV avaladas por las últimas tecnologías de termoluminiscencia y radiocarbono y que las de metal resultaron de un proceso de fundición a la cera perdida.
Doce cabezas fueron encontradas juntas aunque en dos grupos, en un complejo real en Ifè en 1938 y se han descubierto algunas más entre las que está la máscara de Obalufon cuyo análisis químico determina que el cobre se depuró.
Las otras son fundamentalmente de latón con algo de cobre lo que concuerda con algunas argollas de los esclavistas llegadas por las rutas comerciales.
Las cuales tienen una composición similar a la de alguna cabeza, e incluso en una algún porcentaje mínimo de oro como hemos visto.
Escarificaciones rituales o de paso
Las de terracota, muestran a su vez que la arcilla se trabajó de inmejorable manera aunque la cocción no fue de alta intensidad. Estas cabezas de personas son todas únicas sin saber el propósito de por qué se realizaron ni a quién se representa.
Siendo hipótesis atribuirlas a ancestros, dioses o gobernantes, y si conmemorativas, funerarias o con otro propósito político o religioso. Muchas cabezas tienen líneas verticales en la cara y estas pueden representar la pertenencia a una sociedad o clase social.
No está claro su origen siendo otra hipótesis que sean escarificaciones rituales o de paso realizadas a un individuo desde la infancia hasta la edad adulta.
Interpretación de las obras de arte de Ife
Esta teoría queda un tanto en entredicho porque aunque los yorubas se reconocen por sus escarificaciones cerca de las comisuras de los labios. Por ejemplo, no se sabe que se realizaran escarificaciones tan profusas.
Hay otras teorías, una es que fueran distintivo de un grupo concreto dentro de la población o individuos pertenecientes a una zona o hermandad. Que se realizaran superficialmente o pintadas para ceremonias temporales en momentos concretos.
También, que hayan querido los artistas representar las dobleces de los velos que usaban los gobernantes o simplemente que el artista haya querido adornar motu propio a esas cabezas.
Cabezas que presentan otra peculiaridad como son la serie de agujeros alrededor de los labios y el mentón, posiblemente para la fijación de barbas o velos de cuentas de vidrio.
Las cabezas de bronce de tamaño natural de Ifè
Estos velos todavía se usan hoy en la región en ocasiones especiales y su significado ceremonial lo resume así P. Garlake:
“Las cabezas de bronce de tamaño natural de Ifè son expresiones poderosas de serenidad nacidas de la autoridad divina. Esta era la cualidad más importante de cualquier gobernante… Los velos están destinados a hacer que la potencia extraordinaria de las palabras de un gobernante sea menos propensa a causar miedo y dolor. El misterio enmascara la majestad”.
P. Garlake
Una cosa sí es tan curiosa como cierta, mientras que en las cabezas que podríamos llamar máscaras vemos en todas los agujeros sobre los labios y el mentón, estos agujeros no se ven en ninguna de las cabezas antiguas con estrías.
Y os preguntareis qué tiene que ver esto con la foto nº 53? Pues se adelantó algo en la terracota de la foto nº 28:
“Existen algunas representaciones de prisioneros amarrados con una soga que, a menudo les tapa la boca, realizadas tanto en metal como en terracota”.
Juanjo Andreu
La práctica de la esclavitud y los sacrificios rituales al parecer resultaban habituales.
Historia de las obras de arte de Ife
En la parte histórica, si recordamos, al ajusticiar al usurpador Lajuwa tuvieron el mismo destino los artesanos que con él estuvieron. Pues si ellos habían retratado al usurpado, sabrían bien quien lo había sustituido ilegalmente.
A eso podemos añadir que en la pieza 53 vemos un hombre adulto a la derecha en la foto.
Mientras que el de la izquierda es más jóven, están claramente sujetos espalda contras espalda con una cuerda por su abierta boca, la tienen amordazada.
Aquí se ve de manera muy gráfica la costumbre Èdì, y los rituales y sortilegios consiguientes. Como amordazar a las víctimas de sacrificio humano y así evitar que maldigan al jefe. Pero a su vez ‘pudiera ser’ que lógicamente los que manufacturaban los metales, serían junto con los artesanos capaces de fabricar los utensilios necesarios.
Los primeros en resultar apresados para sacar por ellos un buen partido como esclavos. Pero claro, mejor en cualquier caso llevarnos al maestro y su conocimiento y al aprendiz y su fuerza e ímpetu.
Pero sea como sea, parece claro que a la muerte del rey y en el segundo sepelio, estas piezas junto con aquellas cosas que le pertenecieron o que le honran.
Previendo lo que el ritual Èdì recomiendade amordazar a las víctimas de sacrificio humano. Y así evitar que maldigan al jefe, se enterraban con él, para que ni en este ni en el otro mundo pudieran atosigarle ni invocar contra él.
¿Y ahora qué? relájate con el Vudú
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