

Un Nufori o danzante de Boloy |
Sus bailes son públicos y cada bailarín representa un colobele o clan de pantera diferente, desafiando a los demás haciendo alarde de su valor y habilidad imitando los movimientos, de acecho, saltos y cabriolas que esta realiza. El Boloy es una representación simbólica del Poro, que muestra el entrenamiento militar de sus miembros. Cuya actitud y comportamiento está inspirado en el de la pantera, animal sagrado para los senufo.
El Boloy representación del Poro
La iniciación en el Poro es obligatoria y como ya vimos cada uno de sus tres períodos dura siete años. Durante este tiempo, los más sabios transmiten el conocimiento de la sociedad a los jóvenes, a través de palabras y símbolos.
Se dice que todos los que completan su iniciación al mismo tiempo pertenecen al mismo clan de colobele, y este será un vínculo que los une por el resto de sus vidas.
Una vez completado el período de iniciación, el tyologo, cada colobele crea su fetiche específico que llaman tyolobele. Koulotyolo, el Creador, dio vida a la primera pareja humana. Esta pareja tuvo gemelos, siendo los primeros seres humanos nacidos del hombre, y los senufo son descendientes de estos.
Entre dios y los hombres están los espíritus de los antepasados, y los de deidades como la pitón, el mensajero del otro mundo.

El Poro
El Poro fue creado para defenderse de los enemigos y las influencias externas, convirtiendose en una de las filosofías más complejas de África. Tras muchas vicisitudes, en los tiempos modernos, el Poro ha demostrado ser capaz de resistir tanto al Islam como al cristianismo, preservando la cultura senufo casi intacta.
“El último día de la ceremonia, dos acróbatas enmascarados, los Nufori, realizan en la plaza delpueblo los rituales finales de un funeral Senufo. Conocidos como ‘Panteras del Poro’, los enmascarados visten trajes marrones con manchas simulando ocelos, hechos de telas rituales teñidas con lodo exclusivamente, están diseñadas para aterrorizar a las mujeres y niños de la audiencia, quienes están excluidos de los rituales enmascarados.
Las máscaras están acompañadas por una banda, los Boloy, que tocan un instrumento de una sola cuerda con una calabaza como caja llamadas bolongo, a la vez que tañendo la cuerda, van golpeando la calabaza con anillos metálicos estableciendo el ritmo”.
Enmascarados sin máscara de madera
Hemos visto más enmascarados sin máscara de madera como a nafeere, el que anuncia la muerte; los maestros de iniciación y guardianes del sinzanga los niangifolo; a nangpele, el que barrita cual elefante, que al igual que nuestros pregoneros va anunciando acontecimientos siempre acompañado de su fiel perra. Yébiligué en otro ritual de los funerales; y tantos y tantos otros como pueblos y barrios hay, que aúnan sus ganas de socializarse, agradecer o pedir, a las de romper la monotonía del día a día.
Es un caminar, el buscar cómos y porqués, tan gratificante, como si de repente, deambulando medio perdido, se encontrara un tesoro cómo nadie podría imaginar, la de encontrar un buen amigo al que además se comprende y con el que compartir.
Como colofón a este apartado sobre Cultura o Arte, quiero mostrar esta cita:
J.L. Paudrat – J. Kerchache dicen: “Entre los senufo la máscara que incita a la mujer al adulterio, apenas se distingue de la que lo reprime”

La escarificación
Exclusivas entre los senufo son las escarificaciones que se les hace a las muchachas tras su rito de paso en el primer nivel del Sandogo. Consiste en realizar cuatro agrupaciones de incisiones paralelas de tres o cuatro líneas, según la zona más que por el gusto, que partiendo del ombligo salen como si marcaran los 4 puntos cardinales, norte y sur verticales y este y oeste horizontales.
Irradian desde el ombligo como si este fuera el eje central del que emana la vida. Se observa que esta característica escarificación sirve como un recordatorio de la línea matrilinial que se remonta a la ‘antigua madre’. Una variación de esta idea se expresa también con un nivel más abstracto al verse enmarcado el ombligo por dicho motivo, que lo acentúa como eje de la figura femenina.
kunoodyaadye
El dibujo completo que forma recibe el nombre de kunoodyaadye, cuya traducción literal es ‘ombligo de madre’ o ‘madre de gemelos’, es cierto que este diseño es algo ansiado por las jóvenes en la pubertad, pues marca su estado como ya mujer, pero en realidad para la sociedad es algo más pues indica que el pueblo tiene una garantía de pervivencia. Kunoodyaadye sintetiza referencias al mito de la creación senufo y al papel de las mujeres como las matrices de la vida y las garantes de la continuidad social.
Lo observamos claramente en la primera muchacha en la izquierda de la foto y en la siguiente, que también presenta los que las mujeres se hacen antes de casarse como complemento estético y alarde de belleza y sobre todo las escisiones sobre los pechos como petición de fertilidad.
Y las de hombro cuello y espalda que nos hablan de sus pueblos, clanes y raíces.

Foto de Susan Vogel. |
Cicatrices radiales
Más comunes entre muchos otros pueblos y con poco margen de variación, aunque alguno lo consigue, son las que partiendo de las comisuras de la boca, se proyectan por la mejilla y que identifica a hombres y mujeres senufo. Se suelen hacer también con motivo de su rito de paso a la edad adulta.
Las tres cicatrices radiales en forma de bigotes en las mejillas de este hombre senufo, fotografiado hace casi cuarenta años, eran entre los baulé, una marca asociada con la esclavitud, ya que en un tiempo los baulé sometieron y explotaron a los senufo como esclavos.
Siendo por tanto esta marca senufo algo abyecto, denostado y para nada comparable a las hermosas marcas étnicas baulé.
Pero, en un ilógico y extraño vaivén, parece ser que notaron que a pesar de sus condiciones de vida, los senufo conseguían que sus hijos se multiplicaran mientras que entre los baulé sucedía lo contrario.
Morían muchos más niños baulé que senufo, lo que propició que las madres baulé realizaran en sus hijos estas escisiones con la pretensión de que la Muerte, no se sintiera atraída por el niño.
Deja una respuesta