
Como en el resto del continente, tradicionalmente los senufo canjeaban o usaban conchas de caurí como moneda.
Aunque el uso de estas conchas ha ido siendo suprimido en función de la introducción en la era poscolonial por la moneda regional, el franco CFA.
La administración colonial introdujo el maní y el arroz como cultivos comerciales para el consumo regional y la exportación.
El sorgo, el ñame, la yuca, la okra, las patatas, los pimientos picantes, el tabaco, el algodón y otras fibras son otros cultivos comerciales producidos para las necesidades locales y regionales principalmente, y con diversos grados de éxito para la exportación.
El comercio poscolonial
Además de la agricultura, los hombres senufo participan en industrias artesanales y en la elaboración del tabaco.
Las mujeres senufo hilan el algodón, preparan aceites y jabón, especialmente de manteca de karité, y preparan condimentos para usar en la cocina.
Tanto los hombres como las mujeres senufo pueden participar en la producción local de cerveza y en la fabricación de textiles.
Esto de más arriba, casi todo se implantó en época colonial en los albores del siglo XVIII, propiciando la llegada de productos de otros continentes, lo que podría parecer una evolución y apertura de posibilidades.
Pero fue visto por las sectas Mussa y Agua de Mousa, como una involución, prohibiendo el cultivo de todo aquel producto que no fuera ‘negro’, se llegó a llamar ‘la revolución del ñame negro’ lo que trajo consigo el que hasta la topografía cambiara.
Tampoco podían consumirse los animales sacrificados en rituales, lo que generaba otro problema pues habían surgido innumerables sitios y gentes que lo hacían, solicitando la curación de sus males y que antes lo consumían y repartían.
También se prohibió el cerdo, no por creencias religiosas sino por la misma cuestión, lo que perjudicó ostensiblemente a los senufo, pues se cerraron muchas instalaciones en el área de Korhogo, potenciadas por la administración colonial.
Así mismo introdujo las monedas de plata aunque estuvieran acuñadas en Europa, que legitimaba aduciendo que el metal provenía de África, en detrimento del Franco CFA.
A favor, Mousa habilitó todos los días de la semana si hombres y mujeres quisieran trabajar, lo que antes no sucedía.
Mercado de Loropeni

Todos los pueblos tienden a ser autosuficientes y los que han compartido orígen, migraciones y acaban en ubicaciones regionales comunes, insertan en su acervo cultural todo aquello que han encontrado en su transitar a través de los siglos.
Los senufo no son ajenos a esto e integran en su cultura aherreros, tallistas, tejedores de hilaturas y tejidos y de fibras y canastas, fundidores de bronce, alfareros, joyeros y guarnicioneros.
Estos artesanos crean bellos objetos y útiles como poleas de tejer, botes para ungüentos, muebles o asientos monóxilos y puertas.
Navaga o Kpeene, es el gremio de los escultores de máscaras y figuras y el que a él se dedica es el navagabele o kpeenebele, pertenecen a una casta aparte, trasmitida matrilinealmente.
Utiliza exclusivamente madera sacralizada del sinzanga.
Kule, el gremio de herreros y el herrero kulebele.
Tyelibele es el artesano metalista que realiza las figuras para el adivino, siendo los que producen refinadas joyas y amuletos o Yawiige, con forma de colgante, brazalete o tobillera y con referencias a animales totémicos como el fo con una pitón, camaleones o cocodrilos, todo ello con carácter apotropaico, osea, de veneración y protección.
Djelebele son los guarnicioneros, que por su aprendizaje de los grandes maestros norteafricanos practican el Islám aunque mantengan sus rituales animistas. Los numunbele se dedican a la cestería.
Tchedumbele son aquellos que montan a medida lo realizado por varios gremios, como el hierro de la azada al mango, la punta de la lanza a su asta o la cuerda al arco; estos también ingenian los puentes, entre otras cosas.
Habiendo vivido durante siglos entre los agricultores senufo, nadie como sus herreros para saber cual y cómo es la mejor herramienta para cada trabajo agrícola específico, siendo además expertos conocedores de los útiles y artículos necesarios para el hogar y las múltiples ceremonias.
Los kulebele o herreros
Por ejemplo, los kulebele o herreros producen la tiya, la emblemática azada de mango corto del agricultor senufo.
Peculiar herramienta adaptada a la longitud del brazo de cada cliente al igual que el peso y amplitud de la cuchilla.
Así como hacen con armas, esculturas de hierro forjado utilizadas por adivinos, instrumentos musicales, y otros objetos para uso doméstico y ritual.
Las mujeres de los herreros son a menudo las más expertas en confección de esteras y cestas.
Los trabajadores de la madera producen útiles para el hogar como recipientes, cazos o morteros, taburetes de patas cortas y los especializados tallas de esculturas, máscaras y figuras utilizadas en los diversos rituales de los senufo.
Los metalistas no solo funden sino que son hábiles diseñando y haciendo los moldes para la cera perdida, tal vez aprendido de los maestros antiguos del Imperio de Ghana establecido en el Mandé; producen yawiige, adornos, joyería y abalorios.
Alfareras expertas
Sobre todo objetos para la adivinación y esculturas y ornamentos rituales y ceremoniales.
Mientras que las mujeres de los fundidores de bronce acostumbradas a estar cerca del fuego y conocedoras de sus secretos son alfareras expertas que producen gran parte de la cerámica doméstica de uso local.
Los djelebele, guarnicioneros, trabajadores del cuero, producen escarpines, amuletos, fundas de cuchillos, bolsas, tabaqueras y adornos cosméticos y ceremoniales.

Mercado de Guelwongo
Los mercados no difieren mucho de aquellos de la Europa de principios del siglo XX.
Se caminaba a pie por veredas que hoy nos parecen imposibles y además cargados hasta los topes, y aunque cansados, con el espíritu alegre pensando en que se vendería todo aquello conseguido con tanto mimo y esfuerzo.
Además está lo que representaba socialmente, la charla con buenos y viejos amigos y donde los jóvenes, chicas y chicos, tenían la oportunidad de relacionarse.
Y además aprender, cruzar datos y conocimientos pues a la propuesta de uno, alguien con experiencia no se calla su truco pues realmente la maldad no cabe y sí el demostrar que se sabe, por lo que nadie calla su saber.
Son mercados dónde como en cualquier otro lado confluyen mercancías de todo tipo, desde alimentos, como cereales o frutos, aves de corral o caza, ganado, útiles de madera cerámica o metal, herramientas, objetos de cuero, y lo más diverso que alguien pueda pensar.
Pues ciertas piedras o trozos de madera con formas o colores especiales pueden simbolizar para alguien algo premonitorio aunque los más solo vean eso, nada.
Es el mundo de la oportunidad semanal y si es el comarcal, el imperio de los sentidos, para el que los ve las diez o cien primeras veces.
Olores colores y sabores que embargan el cuerpo pues el inconsciente hace tiempo que deambula perdido.
[…] esclavizados por varios grupos étnicos africanos, como los de los estados de Denkyira y Akan y de entre estos los asante y sobre todo los baulé, aunque el concepto que estos grupos tenían […]