
El rito de paso, se realice en el lugar que se realice, es el instrumento, unas veces secreto y oculto y en muchos casos excesivo y grandioso, del que se vale la sociedad para instruir a los iniciados, pues para los niños se trata de ‘jugar’ al descubrimiento del hombre.
Durante el mikishi, es cuando se congrega a los niños de entre ocho y diez años de la región y los ancianos, reunidos, deciden celebrar el mukanda, el rito de transición a la edad adulta.
El Mukanda rito de paso masculino
Se seleccionaba un pueblo de entre los que han enviado niños, donde se construye el recinto del mukanda, generalmente suele ser el que más niños presenta. Ese es el momento en que los makishi harán su aparición.
Como sabemos los makishi son los espíritus de los ancestros que regresan al mundo de los vivos para guiar, ayudar y proteger a los niños y al pueblo durante esta época de transición. Los espíritus ancestrales enmascarados van de pueblo en pueblo anunciando que el Mukanda está cerca. Toda la región tiene un aire festivo y espectante.
Uno de los más antiguos ancestros de los tshokwe, si no el que más, es Kapu Kulu, un ser que en talla o máscara, semeja un ser hermafrodita zoomorfo, cómo o entre mono y pájaro, que es fundamental en los partos y sobre todo en el momento crítico de dar a luz. Kapu kulu nació circuncidado según la tradición oral.
Los bolul fang de Camerún
A mí, algo personal, como los bolul fang de Camerún y otros varios, me recuerda al concepto del primer humanoide. Los tshokwe afirman que un humano tiene tanto de femenino como de masculino. Los huesos y dientes, las partes duras, provienen del hombre, mientras que la carne y la sangre provienen de las mujeres.

Kapu kulu |
“Livulu Lya Chisemwa es para ellos como su árbol genealógico o libro de orígenes y Mukanda Wa Zambi es la ceremonia de Dios o la Ceremonia de Circuncisión, que da forma a su identidad como pueblo y sentido a la historia de este evento religioso. El significado de la historia de los símbolos de Livulu Lya Chisemwa es en realidad la historia de Mukanda Wa Zambi que dentro de su peculiar sincretismo, también es el nombre de la Biblia de hoy en el idioma tshokwe”.
El Mukanda pacto con los antepasados
La circuncisión no es solo extirpar el prepucio de los niños, implica disciplina y el entrenamiento para la vida adulta. El mukanda es un pacto con los antepasados. Los niños, perdida su infancia ‘han muerto’, para resucitar en el mundo de los adultos y establecer comunión directa con sus antepasados. Es por tanto un asunto religioso significativo.

Tras el proceso de curación, los niños son llevados al río para la purificación. Es el momento en que los niños son vistos por primera vez en todo el pueblo mientras se bañan. Los makishi enmascarados están presentes para celebrar el evento y retener a las ansiosas madres.
Una vez que regresan al campamento, los niños pueden romper las plumas donde dormían en él y dormir ya sobre sus esteras y mantas. También se les permite usar cuchillos, cazar, usar fuego y recolectar madera, pues ya saben. También se les instruye sobre lo que es tabú, y nunca divulgarán los secretos de la escuela mukanda.
Los makishi enmascarados
Los makishi hacen su aparición a intervalos regulares en la región durante la ceremonia mukanda. Están presentes en la preparación del evento, en el ‘secuestro’ de los niños para la circuncisión y en el campamento para ayudar en la enseñanza y el baile de los niños, en la purificación de los niños y al final del mukanda.
También van a las aldeas para obtener avituallamiento, comida, dinero y otras necesidades para el mukanda y sus ocupantes. El proceso de mukanda es vivido sentido y experimentado por toda la comunidad. Es un evento comunal. Uno que envuelve a la región cada 5 u 8 años.
La última fase, la graduación del mukanda tiene lugar al final de la estación seca, entre octubre noviembre. Se hace acopio de gran cantidad de katsasu, su cerveza de mijo y de comida que se prepara la noche anterior. Decenas de makishi enmascarados comienzan a hacer su aparición para las festividades. Vagan por el pueblo bailando y actuando, lo que aumenta la tensión y la emoción del gran día. Los niños son llevados una última vez al río para su purificación.
Luego regresan al campamento. Más tarde, los niños vestidos con faldas de rafia, curiosos sombreros y adornados con símbolos geométricos en sus cuerpos, se presentan. Los llevan a un área cercana donde se agrupan con los ancianos y recuerdan sus juramentos de no divulgar los secretos de la escuela mukanda. Luego se lleva a los niños en fila india al pueblo, donde se sientan sobre tapetes especiales y se les dan regalos. Bailan y actúan toda la noche, mostrando con orgullo su baile en público.
El baile que se les ha enseñado día tras día. Esta es una gran celebración que dura hasta altas horas de la madrugada. En la pausa del día, el recinto de mukanda está en llamas, todo tiene que ser pasto del fuego.

Ya graduado, el tundanji se presenta |
El Nganga mukanda
La noche anterior al inicio del mukanda se prepara mucha comida y katsasu, cerveza de mijo, para las festividades. Es una noche donde todo es jolgorio. Al día siguiente, los niños comen por última vez, mientras los makishi comienzan a recorrer la aldea.
El Nganga mukanda, el médico del mukanda, prepara a los niños untándoles en el pene un ungüento protector, el lisako. Luego son escoltados al ‘‘lugar de la muerte’’ de su infancia, el kateteveje. Muchos de los makishi permanecen en el pueblo para mantener a raya a las madres y a los demás, mientras que otros acompañan a los niños.
Los tambores baten fuerte para acallar los llantos de los niños. El chikenzi, médico de pene, realiza la circuncisión.
Los prepucios se guardan y se arrojan al kabulu, un área acotada y la sangre se recoge en calabazas pues no debe caer al suelo. Se administra otro ungüento sobre el pene y se envuelve y venda con telas limpias. Luego se lleva a los niños a un lugar especial fuera del pueblo, elegido por el Nganga mukanda como lugar del campamento mukanda.
El campamento Mukanda
El sitio se elige próximo al pueblo con la intención de que los niños y el pueblo oigan los cánticos de unos y otros. Cerca, se designa un árbol, sólo uno, donde los niños puedan orinar, pues no se debe abusar ni alterar lo que nosotros llamamos ecosistema y ellos naturaleza. El campamento está construido con ramas y arbustos y será el hogar de los niños durante los próximos meses.
Durante las primeras dos semanas del mukanda, los guardianes de la aldea más viejos atienden a los iniciados, cuidando que sus heridas se curen. Es un asunto muy privado y pocos pueden entrar al campamento. Estacas mágicas talladas se colocan en diferentes áreas alrededor del campamento para rechazar las fuerzas y espíritus malignos.
También se erigen palos con sangre de animales conocidos como lusumba en diferentes puntos del campamento. Estos están ahí para advertir a las mujeres y los incircuncisos que no está permitido ir más allá de ese punto. Los transgresores son azotados con cimbreantes varas y echados fuera.
El lugar prohibido kabulu
El mukanda es visto como una entidad viviente que respira y muestra su propio cuerpo. El campamento presenta en su construcción, unos símbolos circulares que son los ojos del mukanda, las ramas altas colocadas sobre los distintos habitáculos, son las costillas.
La pared central que se levanta de ramajes, hojarasca y algo de barro, es el cuerpo siendo las hojas el hígado.Los ojos del mukanda quedan por encima del ndambi una ventana a modo de boca, a través de la que se arroja la comida sobrante al kabulu, el lugar prohibido. A nadie le esta permitido ir al lugar prohibido.
El lugar donde se guardan las cenizas del fuego por la noche se conoce como el ‘corazón’ del mukanda, y donde orinan la uretra, nuevamente referencia al recinto como una entidad viva.
Una figura en la parte posterior representa a Nyasemi la ‘madre’, en algunas zonas reconocida como esposa de Nzambi, que da a luz a todos los makishi. Los medicamentos de protección mwima, se guardan en una cesta. El cuchillo del mukanda también se guarda en esa canasta. Un zanco con cabeza de pollo se conoce como mbunti y protege el campamento.
Durante este período, los niños o ‘estudiantes’ se ven obligados a seguir las reglas muy estrictamente. La obediencia y la disciplina son cruciales. Durante la comida a nadie se le permite hablar o moverse.
Cualquier desobediencia resulta castigada sin comer. Los niños deben dormir en recintos individuales muy delimitados, similares a corrales hechos con palos clavados en el suelo. Duermen directamente en el suelo sin ninguna cobertura. No tienen permitido usar encender o tocar el fuego.
También pasan muchas horas sentados, sin hablar ni moverse. La desobediencia conlleva un azote. Los ancianos se aseguran ser obedecidos tanto por los asistentes como por los niños. Los jóvenes iniciados se sientan en sus taburetes, chitavamo cha peto, que después usaran como reposacabezas.
Los toques de los palos de mingongo
Los chicos se emparejan para aprender los toques de los palos de mingongo conocidos como “esqueletos de los muertos”, mientras uno los entrechoca, el otro usa un matamoscas utilizándolo para alejar a las moscas del dolorido pene.
Cada iniciado en el campamento tiene ambos objetos que usa intercambiándose con su compañero, uno de los objetivos es hacerse oír en la aldea.
Notificando así por ejemplo a los asistentes, que aviven el fuego por que llega la noche y hace frio, ya que ellos no tienen permitido tocar el fuego hasta su primer baño después del proceso de curación.
A los niños también se les enseña acerca de la vida adulta. Se les enseña a tallar madera, hacer máscaras, tejer y cestería. También se les inicia en el sona, una escritura o dibujo iconográfico, realizado sobre la arena, que a veces se puede ver en las fachadas de las casas, que consiste en un código que expresa ideas abstractas, teologías, espiritualidad y otras filosofías.
Canción puesta de sol
Inician y terminan el día, con c iertas canciones que cantan al amanecer o al atardecer, como esta:
Khunbyee lyinayi mukangongo, lyoliya.
Chikuwakuwa chavamba mukangongo, lyoliya.
Vanoko kavatukwila mukangongo, lyoliya
- . El sol se ha ido, se está yendo a la otra casa.
- Va entrando en su otra casa mientras cantamos.
- Le cantamos a la madre, mentras va a su otra casa.
- La madre no nos canta pues ya entró en la otra casa
Saber bailar es prioritario y se enseña continuamente. El baile implica la torsión de las piernas y la cintura muchas veces al día, muchos días seguidos, se practica continuamente. Es un asunto muy serio y solo se acepta la absoluta perfección.
El ritual y festival de los varones
El mukanda como hemos visto, es el ritual y festival de los varones. Implica pruebas de valor, y lecciones sobre su futuro papel en la sociedad como hombres y maridos, comienza con la circuncisión de los iniciados. Durante el mukanda, se supone que los makishi vuelven desde el mundo de los muertos para proteger y ayudar a los niños en su paso de la infancia a la edad adulta.
En el mukanda, los niños son separados del mundo exterior, realmente representa el transito simbólico de la muerte como niños. A estos chicos se les llama Tundanji,
“los niños que no pertenecen al mundo de los vivos, pero renacen como adultos”.
Es la realización del mukanda. La graduación está marcada por la actuación de la mascarada de los makishi, a la que toda la comunidad es libre de asistir. Phiri 2008
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