

Foto de Sergio Pessolano |
La educación y la crianza de los hijos era y es prioritaria. En Benín, el sistema educativo Fon se inspiró en el de los franceses desde que estos llegaron.
La escuela es gratuita y obligatoria. Según la ley, un niño con cinco años debe acceder a la escuela y permanecer en ella durante siete años. Aunque la ley habla de gratuidad, lo que impide que los niños vayan a la escuela es el costo, no el de la escuela, sino el del transporte o la estancia si queda fuera del entorno, lo más común.
El sistema educativo Fon
Si una familia no puede permitirse enviar a su hijo a la escuela, ese niño no asistirá, aunque la mayoría de los padres realizan enormes sacrificios para enviar a sus hijos a la escuela porque se considera que la educación es la clave del éxito social.
Desde antiguo, a los niños se les enseña que siempre deben respetar a sus mayores y deben ser obedientes.
Los niños no tienen muchos juguetes, por lo que se utilizan los juegos para entretenerlos y divertirlos. Los roles de género se les enseñan a los niños y niñas a una edad muy temprana porque es especialmente importante que la niña aprenda sobre las labores de su género.
Hay alrededor de un 8% de niños que trabajan, ellos en plantaciones y ellas como empleadas domésticas.
Los rituales de paso en Benin
Los rituales de paso, están muy relacionados con el género.
Varían según la etnia e incluso el poblado, por lo que existen muchos para la transición de niño a adulto.
En una parte del ritual de paso, los muchachos compiten entre sí, uno contra otro, cada uno con una vara, golpeándose consecutivamente tres veces lo más fuerte que puede.
El chico que más fuerte golpea y menos acusa los golpes, es declarado vencedor accediendo a la madurez. Una dura experiencia que al requerir de un período de preparación y otro posterior de recuperación, no es difícil comprender marcará su vida y su relación con sus ‘iguales’.
Para las niñas, cada vez a edad más temprana, el proceso de ir creciendo y convertirse en mujer, implica hacerse unas complejas, largas y dolorosas incisiones en la cara. Si lloran o muestran dolor, se las consuela y cura retirandolas, postergando el proceso para mejor ocasión.

Ya de más edad, se las hacen en el vientre manifestando preparación y fertilidad, y cuando adultas y madres en el pecho, mostrando su estatus, origen y belleza.
La sacralización del matrimonio
. Según Igbafe 1979: 22.
“La sacralización del matrimonio era muy importante, y el divorcio extremadamente raro, ya que podría restar valor a la reputación de las dos familias involucradas.
Si un hombre cometía adulterio con la esposa de una autoridad de superior rango, su castigo era la muerte o el destierro.
Si un hombre cometía adulterio con la esposa de un inferior o cualquier otra mujer casada, debía pagar una multa por daños compensatorios y ayudar a pagar los ritos de purificación que tenían que llevarse a cabo”
Lo conocido como familia extendida, la suma del padre y sus distintas esposas, los hijos e hijas, las esposas de los casados y los hijos de estos, eran muy importantes en la cultura tradicional y cada una cumplía una función interdependiente que ayudaba a mantener a la familia en funcionamiento.
La sociedad tradicional de Benín
Las familias extendidas vivían en complejos de viviendas con varias habitaciones bajo un mismo techo que se construían alrededor de un patio central, en el que frente a la entrada, a resguardo y protegido del sol, se instalaba el altar a los dioses.
Las diversas esposas tenían cada una su propia habitación en el complejo y vivían allí con sus hijos
Los materiales utilizados para construir los compuestos eran barro, para paredes gruesas; madera con la que hacían postes y vigas que sustentaban paredes, huecos de paso y techos; y paja y hojas de palma, para cubrir dichos techos.
Como la sociedad tradicional de Benín era una sociedad agrícola, lo más probable es que cuando se instalaban en un lugar y preparaban un terreno se quedaran en ese lugar.
Se consideraba que los niños pertenecían a la familia del padre; sin embargo, si el hombre no pagaba lo estipulado como dote de la novia o el trabajo comprometido a la familia de esta, los hijos pasaban a pertenecer a la familia de la mujer.
Un esposo estaba a cargo del bienestar material y espiritual de su familia; hacer ofrendas regulares en el santuario del ancestro paterno era una forma de hacerlo.
Debido a que las mujeres se casaban a una edad más temprana que los hombres, tenían más probabilidades de convertirse en viudas.
El hermano del esposo muerto podía heredar a la viuda, levirato, y, si la viuda decidía volver a casarse, no podía casarse fuera de la familia de su marido fallecido.
La idea de clan
Estos comportamientos daban oportunidad a los muchachos a relacionarse con varias chicas, lo que podía incidir en que acabara con varias esposas, poligamia, formando grupos familiares que se establecían juntos, en familias extendidas.
Esto llevaba a elegir al varón considerado más adecuado y convertirlo en cabeza de linaje, trasmitiendo con ello la idea de clan a los vecinos.

Foto de Irving Penn 1930 |
Obsérvense las escarificaciones típicas de las muchachas fon en rostro, pecho y abdomen. Foto de Irving Penn 1930.
Valor y cultura en asociaciones comerciales
El comercio era para ellos una actividad que requería una enorme dosis de respeto. Aceptando socios comerciales, negociaban y formaban alianzas solo con aquellos que demostraban cultura y valores similares.
Si un comerciante fuera grosero o hubiera robado algo a un comerciante de Benín, todo el comercio se detenía y se boicoteaba al transgresor hasta que devolviera lo robado y o emitiera una disculpa formal a los afectados.
En Benín, nadie era, ni es, un extraño, todo el mundo es bien venido.
Beninés, 2010, nos comenta que:
“Los extraños generalmente son recibidos con un vaso de agua y si es la hora, se les invita a comer esperando que lo hagan. Pero deben arrodillarse ante los ancianos y los miembros de alto nivel social de la comunidad en señal de respeto”.
Kraus y Reid, 36; afirman que:
“A los invitados se les ofrece sodabi, una bebida energética a base de huevos y azúcar que se espera beban”. “Las personas se saludan aplaudiendo y diciendo ‘ko ko ko’, el dueño de la casa entonces pregunta… ¿Quién está allí? El visitante contesta ¡Yo! El dueño de la casa debe saber por la voz, si el visitante es alguien conocido o si es un invitado”.
“Cuando las personas se conocen muy bien, chasquearán la lengua mientras se dan un apretón de manos. Las normas de respeto y buenos modos, indican que a los ancianos debe saludárseles asiéndoles delicadamente con la mano izquierda el codo derecho, mientras se aprietan ambas manos derechas flexionando ligeramente las rodillas”.
“Cuando los grupos son numerosos se agarrarán las manos sobre la cabeza y las sacudirán, siendo eso un signo de saludo”. Nos dicen Kraus y Reid, 36.
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