
A veces me siento reiterativo, disculpadlo, pienso que puede haber alguien que vea algo sobre los yoruba aquí por primera vez y creo fundamental repetir ciertos datos.

El continente africano no era en el siglo XII ese mundo perdido que muchos piensan, donde nadie se atrevía a entrar por el miedo a los montruos que por él deambulaban.
Y los aterradores salvajes que lo poblaban realizando toda clase de atrocidades, en un entorno además, tan infranqueable como inhóspito.
No, hemos visto como Nerón, siglo II, manda una serie de expediciones buscando diversos productos, como abalorios; que algunas de sus ciudades, siglo XII, tenían sus calles enlosadas de cerámica, porque una de sus ilustres ciudadadanas se manchó de barro el borde de su vestido.
Cómo las grandes caravanas atravesaban de norte a sur haciendo intercambio de enseres; y las relaciones comerciales, que hasta Herodoto narra, que surtían de nuevos productos a islas y gentes de la India.
Como se recibían de estos nuevos cultivos, coral y diversos tipos de manufacturas.
Ciertamente la influencia de pueblos indostánicos, persas, medos y otros, impregnan a los cusitas.
Habitantes de lo que ahora conocemos como Etiopía, Eritrea y Egipto, inculcando conocimientos sobre las materias más diversas que se dispersan por un contienente en el que en el cinco mil aC., ya se fundía hierro y se cocía cerámica, según datan los estudios arqueológicos.
El textil y tejidos Yoruba
Pero hablemos del textil. Ciertamente en orígen proviene del este, en el que de la urdimbre de algodón salvaje ya se realizaba algún tipo de tejido.
Otra cosa era el tinte, para el que se necesitan en primer lugar colores, y nada como un entorno cálido para obtenerlos, el frio aún requería de buenas pieles.
Ganemos tiempo, es un capítulo y no un tratado.
Influencias islámicas

En Nigería, que al provenir del latín traduciríamos como ‘tierra del rio de los negros’, el tejer viene del este y los tintes del norte del continente.
No voy a volver a Murdock y sus documentadísimos estudios sobre lo que él denomina Azania y los orígenes de los pueblos africanos, que resumiendo parten de la zona del Nilo Azul dispersándose en clanes familiares que van poblando el territorio.
Los yoruba, con grandes influencias islámicas desde el siglo XIII, ya tenían conocimiento, de primera mano pues los Fulani ya se habían asentado entre ellos, de cómo realizar sus textiles de acuerdo a sus gustos y las influencias que recibían de su entorno, al igual que ellos los trasmitían.
Y sus vecinos más avezados en el tema eran los dichos Fulani llegados del norte y los Asante y sus afamados Kentes y Adira por el suroeste, que habían traspasado fronteras en las susodichas caravanas.
Ellos ponen nombre a sus dos tejidos más utilizados, el primero es el:
Aso oke o Aso Ilu Oke o Aso Ofi
Aso oke o Aso Ilu Oke o Aso Ofi, el ‘mejor tejido’, en yoruba, așǫ oke, que se utiliza sobre todo en los estados nigerianos de Kwara, Oyo, Osun, Ekiti, Ondo, Ogun y Lagos y en Ajase ya en territorio de la República de Benín, como vemos lo llamado Territorio Yoruba.
Realizados indistintamente por mujeres u hombres, en origen, las mujeres lo utilizan para hacer unos largos paños que llaman Iro y lazos para la cabeza o Gele, en los que envolverse y sujetar a los bebes si era necesario.
Los Iro
Posteriormente adaptan los Iro como faldas, hacen unas camisolas que llaman Buba y crean chales o fajas que adaptan para llevar bebes si es necesario que llaman Iborun o ipele.
Nunca se olvidan de los Gele o lazos de sus hermosos y llamativos tocados.
Los hombres visten unas túnicas que llaman Agbada y tocados de cabeza o Fila.
Actualmente siguen empleando estos tejidos y sus indumentaias como antaño, en los grandes acontecimientos, como proclamación y nombramientos de jefaturas, festividades relevantes, bodas y actos sociales similares, o eventos importantes.
Gustando de socializarse, los yoruba realizan en esas ocasiones lo que llaman Aso Ebi, que es disfrutar presumiendo, celebrando en las reuniones lo que cada uno ha aportado de original.
Iseyin
En Iseyin, estado de Oyo, Ede, estado de Osun y Okene Kogi, se ha convertido en acontecimiento social, atrayendo a innumerables creadores, diseñadores y público.
Comercialmente se ha creado una importante industria que se nutre de materias primas de regiones e incluso países vecinos.

309: Yorubas cristianos en Aso Ebi o reunión ceremonial en la que todos visten el tradicional e igualitario Aso Oke Sanyan.
Aso Oke

310: Aso Oke. Pueblo Yoruba, Nigeria Siglo XIX. Algodón y seda. 104.14 x 185.42 cm. Donado por la Sra. Howard J. Barnet en 2012 al MET. Nº rg: 2012.335
Los patrones y colores utilizados en los Aso oke tienen significados especiales, siendo los tonos violáceos, o del encanto, muy apreciados por los yoruba.
Tejidos de algodón y Seda

311: Aso oke de Omolangidi. Pueblos yoruba, Nigeria. Siglo XIX. Algodón y seda. 162 x 130 cm.
Este Aso oke es inusual. Parece que era de uso de mujer.
Aunque similar al anterior pues también en su urdimbre consta de unas tiras con patrones dibujados y otras de rayas.
Alterna las tiras de líneas con otras cuyos patrones forman dibujos que parecen triangulos unidos en forma de ‘punta de flecha’.
Otros de múltiples rombos, cuya urdimbre llaman alaari, todos tejidos de seda en tono magenta, mientras que los tonos blancos predominantes de base y los azules, son de algodón, con el sistema de entetejido de Ikat.
Entetejido de Ikat
Término de clara influencia indonesia pero incrustrados de origen en casi toda África hace siglos.
Alejándose además del formato estándar al emparejar casi todas las tiras, lo que comparte con el anterior y parece ser algo inusual, podemos contar 11 tiras unidas entre sí.
En las que las dos de los extremos son las únicas desparejadas, creando, dentro de las medidas usuales un elegante y curioso contraste que seguro queda estilísticamente mucho más hermoso al rodear un cuerpo de mujer .
MET
La pieza anterior, del MET, este es de una colección particular, tiene tiras caladas en lugar de ikat, pero en ambos se utiliza seda inusualmente gruesa en los patrones alaari, lo que puede indicar que ambos, sean de mano del mismo tejedor.
Como en los primeros ejemplares de este tipo, el tejedor jugó con el rectángulo básico y la forma de la punta de flecha, buscando una trama del llamado motivo de ‘Tablero del Corán’, aunque adaptado a su gusto o el de su cliente.
Los realizados ya en el siglo XX y posteriormante ya presentan patrones de trama, así como sedas provenientes de otros pueblos de incluso más allá del Sáhara.
omolangidi
Los ancianos yoruba llaman a este tipo de tela omolangidi, , pues parece que el dieño de ‘Tablero del Corán’ se copió de los paños que se crearon en tiempos antguos para vestir estas muñecas.
Si desde el principio tuvo alguna influencia musulmana, esta se vio incrementada al inicio del siglo XIX.
Pues no solo las materias primas provenían del norte sino también los refinados dibujos de sus diagramas y caligrafías que prevalecían sobre todo entre las clases más modestas.
Puesto que se empezaba a introducir el estampado, quedando patente en la calidad, cantidad y patrones de las vestimentas el estatus y riqueza de cada individuo.
Mercado de Aso Oke

312
312 Mercado de Aso Oke
Veamos distintos tipos de tejidos:
- Sanyan: tejido a partir de hilos de seda y algodón salvajes que vemos en las túnicas de las fotos 313 y 314. Se suele utilizar también en uniformizar a los participantes en celebraciones o ceremonias.
- Alaari: tejido con algodón cultivado localmente e hilos brillantes, a veces con patrones perforados.
- Etu: claramene islámico tiene colores índigo oscuros con pequeñas rayas blancas que destacan por su simplicidad, se confunde de lejos, no al tocarlo, con los adire.
- La tela Aso oke a menudo se usa con aran, un terciopelo marrón con diverso diseños que mayoritariamente se usa en los vestidos de egungun ver foto 315 y gelede.
Túnicas Sanyan
313 314 315
Adire
Adire es el otro tejido típicamente yoruba.
En tiempos remotos, la tela era hecha con un material blanco de aspecto lanoso que no está claro fuera de origen animal.
Muchos creen que era el derivado de una variedad de algodón salvaje, al tejido se le llamaba teru, era de mala calidad y requería de gran esfuerzo para hilarlo.
Parece que fueron grupos Egba, yorubas del oeste situados en las orillas del río Ogun, a 77 km al norte de Lagos, los que introdujeron el cultivo de algodón.
El teru
Pasados los años propició que se fuera dejando el teru paulatinamente, para que finalmente optaran los artesanos por utilizar algodón cultivado para tejer esta tradicional tela, lo que aportó además sustanciosos ingresos económicos para este grupo yoruba.
Los primeros tejidos tendrían un proceso que era recurrente en todas partes.
Serían hilaturas de algodón trabajadas y tejidas localmente que se empaparían en un único tinte, derivado del índigo, que arrugadas, dobladas o estrujadas, producirían unos dibujos absolutamente impredecibles.
Aunque al ser hechos por las mismas manos o con el mismo sistema, variarían tal vez en el tamaño si la envergadura era distinta, pero los motivos serían parecidos.
Tejidos de Malí
Esto evolucionó pasando algún atrevido a realizar trazos propios, y con el tiempo a incorporar otros colores e incluso motivos distintos.
Parece que en los siglos XIII o XIV recibieron influencia de los textiles realizados en Malí.
Los antiguos ‘baños’, realmente hoquedades directas en el suelo impermeabilizadas con cal y escorias de unos 2 x 2 m., y 60 cm., de profundidad, para tintar de Kofar Mata, en Kano se instalaron en 1498 y se dice que son los últimos de su tipo.
Tintoreros

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316: Mercado de adire, tintorerosmostrando diversos estampados.
Los tintes
Si más arriba se ha hablado de Malí, no hay que olvidar sus sistemas de fijado de los tintes, derivados del negro de humo y los ocres del barro ferruginoso que se da en su territorio.
Que permanecián indelebles sin manchar, lo que en principio gustó sobremanera a las mujeres yoruba que no veían su piel, tras quitarse el vestido, más oscura debido al indigo del que se impregnaban cada día al usarlo.
Recordemos a los ‘hombres azules’, aquellos primeros tuareg que vio el blanco, que habían adquirido un curioso color azul profundo debido precisamente a que sus teñidas vestimentas desprendían el tinte sobre la sudorosa piel.
De manera que si la persona no se lavaba al momento, el tinte se filtaraba introduciéndose en las diversas capas de la piel.
Tejidos de Látex
Además de incorporar a sus tejidos el mismo latex que habían aprendido de las caravanas llegadas de Malí.
Posteriormente y ya entrado el siglo XVIII, aprendieron los sistemas llegados de Indonesia y la India de fijar la tela e impermeabilizarla con cera.
Si la hilatura de origen era solo algodón, su sitema de colorear era mediante impregnación como hemos visto.
Hay divergencias en cuanto cual fue el primer o principal lugar en fabricar textiles del tipo adire yoruba, disputando el puesto en la actualidad a Abeokuta que presume de serlo.
Ibadan y Osogbo
Aunque algunos expertos sugieren que las grandes ciudades de Ibadan y Osogbo fueron fundamentales y más importantes en la fabricación de Adire.
Porque no fue hasta que algunas mujeres Egba de Ibadan llevaron y enseñaron también los sitemas de teñido a Abeokuta.
Sea uno u otro lugar, ciertamente en la actulidad Abeokuta es el principal centro comercial de tejidos yoruba.
Pero debido sobre todo a su mercado, proveniente incluso de otros continentes, dándose el caso que algunos descendientes de exclavos en Norte America, producen textiles de estilo nigeriano de todo tipo para exportarlos al país de sus ancestros.
Lo que no han tardado indios, pakistaníes, chinos e indonesios en copiar, recordemos que Nigeria anda ya cerca de los 190.000.000 de individuos.
Diversidad cultural
Este tejido, el adire, es un buen ejemplo de la diversidad cultural de Nigeria, una tela teñida en índigo exclusivamente, cuyos tonos perduran indefinidamente. Aunque extendida por todo el ámbito yoruba, es la prenda tradicional de los Egba.
Aunque como tradición se implantó a finales del XVII, recientemente ha resurgido para convertirse en toda una vocación en la región.
Patrones específicos
Los diversos sistemas de conseguir patrones específicos eran:
Onikan: proceso consistente en extender el tejido previamente empapado en indigo, sobre el que se depositaba una capa regular de granos de maíz o pequeños guijarros, enrollando el tejido cuidadosamente y atándolo con tiras de rafia a distancia una de otra bien calculada.
El efecto resultante eran innumerables círculos blancos dividos en campos longitudinales delimitados por lieas también blancas, producidas por la presión de las tiras de rafia.
A veces, para realizar con la misma simpleza otros dibujos similares, simplemente se retorcía o se hacia un nudo con ella, consiguiendo un núcleo central con un degradé de dentro hacia afuera.
Alabere
Alabere: consistía en coser la parte central de la hoja de una palmera, quitando las tiras que salen del peciolo de la hoja, y teñirla, tras loque se descosía ese peciolo o eje de la hoja. Se conseguía así un efecto similar a una columna vertebral en blanco sobre fondo azul.
Aunque a veces y a pesar de cierta incomodidad, con tal de desarrollar completamente el efecto se dejaba cosida la hoja, usando el tejido hasta que por desgaste terminaba callendose y revelando lentamente el diseño.
Eleko
Eleko: el efecto se conseguía con plumas de pollo de diversos tamaños o usando el sistema de los adrinka Asante que también habían copiado los Fon, los más próximos vecinos que tenían los yoruba por el oeste, mediante trozos de calabaza dibujados que se impregnaban de tinte y se estampaban sobre el tejido.
Conseguían fijarlos mediante el latex y almidón que desprendía la yuca al macerarla.
En el siglo XX ya se empezaron a utilizar plantillas, usando las láminas de estaño que venía envolviendo las cajas de té.
Había dibujos específicos para ciertas ocasiones, como las fiestas en honor de Olokun, ‘Deidad del Mar’; Sundebe, ‘La Fortuna’; Ibadandun, ‘Nada hay tan dulce como Ibadan’.
Adire Sudebe
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Adire Sudebe

317: Adire Sudebe, ‘La Fortuna’. Tejido de mujer. Pueblo Yoruba, Nigeria. Mediados siglo XX. Algodón y tinte de índigo. 195 x 174,2 cm. Compra directa de National Musum of African Art. Nº rg: 96-1-20
Adire Ibadandun

318: Adire Ibadanduno Adire Eleko. Pueblo Yoruba región de Abeokuta, Nigeria. Siglo XX. Algodón y tinte de índigo. 199.4 × 177.8 cm.Donación de Lois Z. Brooks en 2002 al Metropolitan Museun of Art. Nº rg: 2004.347
Adire Oniko

319 Adire Oniko. Pueblos Yoruba de Nigeria. Siglo XVIII. Algodón con tinte de índigo. Con clara influencia islamista
La dispersión del producto ha llegado a conocimento de coleccionistas y expertos de cultura africana, que al mostrar estos tejidos han atraído a su vez a modistos y diseñadores de moda de todo el mundo.
Kemta Itoku
Desplazándose junto a turistas y curiosos al mercado de adire más importante y grande, ubicado en el suburbio de Kemta Itoku, en la ciudad de Abeokuta, congestionándolo a diario.
Tal demanda ha pasado de ser un producto de pequeños talleres locales, derivando en una potente industria que ha requerido de una imagen de marca registrada a nivel mundial.
Y una estructura de fabricación que da empleo a miles de personas, con el consiguiente beneficio para el país, Nigeria y la región Abeokuta.
Tejido estampado adire

320 Foto de Elle de 1954 Muhacha yoruba con blusa de tejido estampado adire
Hay una reconocida autoridad en la materia llamada Saidat Akamo, que a sus más de setenta años, por su conocimiento de los distintos pasos de produción, domina el mercado y en cierta medida controla que los tejidos tengan calidad garantizada.
Saidat Akamo
Es la defensora del adire bien hecho, controlando cada paso y etapa del trabajo de los distintos artesanos.
En el proceso de fabricación y tras los tejedores, se encuentran los tintoreros, diseñadores y los ‘estrujadores’, aquellos que atan las telas supediatados al diseño previsto.
Por último y no menos importantes, los distribuidores y vendedores en el mercado.
Consejería de Cultura
En la reseña* que de ella hace la Consejería de Cultura del Estado de Ogun, en Nigeria dice:
“Akamo es la nieta de quien se dice fue la primera comerciante de adire en Abeokuta, Jojolola Soetan, quien murió en 1932. ‘El adire ha sido el sostén de muchas familias que heredaron directamente el negocio de sus antepasados y otras más que se unieron después al negocio. El negocio de la tela ha seguido pasando de generación en generación’, dijo Akamo a la Agencia Anadolu desde su gran tienda. ‘La artesanía del adire nunca morirá, ya que ha logrado atraer tanto a jóvenes como a clientes e inversionistas’, asegura”.
Consejería de Cultura del Estado de Ogun, en Nigeria
En la misma reseña de 2003 se dice:
“Un renacimiento cultural ”
Consejería de Cultura del Estado de Ogun, en Nigeria
Los jóvenes utilizan el adire para hacer exhibiciones de moda.
Otros lo usan como un ‘aso ebi’, un uniforme que se utiliza en ceremonias.
Wasiu Erinfolami
Wasiu Erinfolami, director del mercado, explicó que el flujo de jóvenes en el comercio del adire ha ayudado a la innovación y la creatividad, pues optan por diseños de moda que reflejan las nuevas tendencias.
‘Las personas, especialmente las jóvenes que llegan al negocio, están implementando conceptos de diseño modernos que han ayudado a mantener los textiles adire a la moda’, indicó Erinfolami.
Quien ha estado en el negocio del adire desde hace 37 años. ‘Este aporte de ingenio ha atraído patrocinadores fuerte e invlocurados.
La demanda del adire aumenta augurando un futuro brillante para esta artesanía’.
El comerciante aseguró que la llegada de nuevas marcas de textiles no ha afectado la demanda de estas prendas culturales, gracias a su exclusividad y a los conceptos creativos que están implementando los jóvenes emprendedores.
Chaquetas adire
Las chaquetas adire y los diseños coloridos tienen una gran demanda en todo el mundo, dijo Temi Balogun, un joven emprendedor, en el elegante mercado de Balogun en Lagos.
Balogun mencionó que en muchas ciudades africanas se está produciendo una especie de renacimiento cultural.
Personas con mucha influencia en la industria del entretenimiento están patrocinando la producción de adire, y el gobierno también ha lanzado una campaña en busca de financiamiento para esta actividad.
Dependiendo de la calidad del tejido con el que esté hecho, un pedazo de tela de 4,5 m. cuesta entre 6,5 € a 51 € o incluso más”.
Daniela Mendoza
“Pero también hay desafíos: el más grande es la escasez de textiles. Para superar este desafío, Akamo sugirió establecer una unidad de manufactura textil en la provincia de Ogun. ‘Es un desafío viajar hasta Kano, en el noroccidente, para obtener textiles para teñir. Esta es una gran oportunidad de negocio, el sector privado debería aprovechar y establecer una unidad de fabricación textil’, sugirió Akamo. Aunque también elogió al gobierno local por otorgar préstamos sin intereses para poder comenzar la construcción de un centro comercial de 500 tiendas, reservado para el comercio del adire. Pero el paso más importante es la adopción de un sello de autenticidad de ‘Adire Ogun’. De esta manera, esta tela y técnica se convertiría en una característica oficial de identidad cultural del Estado, con todos los derechos de patentes. Para Akamo, ‘este sello serviría como una marca a nivel mundial de buena calidad’. ‘Esto realmente confirma nuestro adire como algo original y de alta calidad’, agregó Akamo, quien describió esta iniciativa como una manera de proteger el producto local de marcas no originales”. * Esta nota se debe a la redactora Daniela Mendoza
Tejidos tradicionales yoruba
Aunque estos tejidos tradicionales yoruba son los más conocidos, no son los únicos pues son reconocidos también los que consigen en varios tonos de añil.
También sólidos, que realizan sobre la tela ya pintanda con el diseño previsto, repitiendo consecutivamente el proceso de teñido.
Para ello utilizan pasta de raíz de yuca en la que aglutinan el índigo con lo que crean un denso azul profundo; tras el proceso de inmersión, la pasta se lava y la tela queda teñida nuevamente.
Parece que para conseguir un mayor contraste en estos sucesivos tintados, se requiere una excelente calidad de la tela para que el tejido soporte hasta más de 25 tintados consecutivos.
Azul negro
Necesarios para conseguir en determinadas zonas en función del estampado, el deseado ‘azul negro’ intenso antes de lavar la pasta, estos tejidos están más difundidos en el resto de Nigeria.
Como elemento fijador no siempre se emplea la yuca en el resto de África Occidental, pues cada zona tiene su producto.
Aunque siempre es un derivado del almidón que suelta el latex de la planta que tienen más a mano.
Los Bamana y Dogón de Malí, para sus bogolanfin y bogolan respectivos que tiñen con barro y hollín usan al igual que los senegaleses, pasta de mijo o arroz.
Los Tikar o Bamún de Camerún que antes también usaban el ñame, ahora, ya como casi todos usan cera.

Hay otros motivos recurrentes que se utilizan ahora:
- Opo es el mensaje figurativo, representado dependiendo la circunstancia en cualquier material, sea madera, metal o textil.
- Aso iborun nla es la gran tela en la que se envuelven a modo de túnica romana.
- Eleya, o aso eleya, literalmente ‘aire acondicionado’, es un tejidos realizado con agujeros y muy utilizado por ser muy apropiado en territorio tan húmedo como caluroso, pues los agujeros con los que está entretejido, permiten que el aire circule refrescando al portador. Los hombres también hacen bordados, particularmente en vestidos y gorras de hombres, y trabajan como sastres y modistos. Las alfombrillas y las bolsas de almacenamiento también están hechas por hombres.
Estado de Ogun
En la ciudad de Abeokuta, la capital del estado de Ogun, al suroeste de Nigeria, ningún evento está completo si no muestran sus integrantes los colores del adire, su seña de identidad más relevante.
La enorme competencia China ha empezado a hacer estragos y los artesanos se quejan demando al Estado medidas.
La competencia de las telas chinas ha irrumpido en los mercados, donde se venden tejidos de imitación a precios imposibles.
Consiguiendo casi en exclusiva hacerse con el mercado de Akodessewa, el ‘más inquietante del mundo’. …
Que va desde Ghana a Nigeria, por que tiene como demandantes tanto a Fon, como Yoruba y Ewe.
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