
Escara Gombo
Las marcas Owu o Egba que vimos antes en antiguas fotos de E. Elisofon tienen contrapartida en las más cercanas del ex presidente de Nigeria Sr Olusegun Obasanjo que vemos en esta foto. Parece que este hombre es Yoruba.

Eso figura en el pie de foto del Covent Garden The Telegraph, donde insinúan que su escara es Gombo. De las dos que hemos puesto, tan solo una me parece certificable y la otra me sugiere dudas. En esta veo muchos componentes Yoruba, pero como si hubiera decidido cómo Picasso.
Este es un curioso montaje o superposición de fotos, donde tenemos a una misma mujer Yoruba, que a la derecha de la foto vemos con sus escaras que se dice también son Gombo y la cara lavada, y en la otra maquillada ocultando dichas escaras, y con un collar de coral piel de ángel y el tocado, dentro de la moda más actual, guardando los cánones del gusto de su pueblo, el Yoruba.

Patrones
A la hora de hacerse una escara o marca, cada clan o familia tenía sus propios patrones con condicionantes como nivel social, edad, género, moda… y dentro de esto, el tamaño, forma y dónde, aún dentro de la cara, iba la escara o marca.
Tampoco era inusual llevarlas en otra parte del cuerpo como pecho, brazo, vientre, nalgas o piernas, diferenciándose incluso según la ciudad e incluso barrio. Eso era genérico en África.
A los Yoruba de Nigeria, Benín o Togo, se les reconocía nada más verlos por su marca facial conocida como Yensuwa kam la ‘marca de lagrimas’ o las Pèlè de la mejilla. Quien los había visto una sola vez reconocía por los tres rasgos verticales de sus mejillas a los que provenían de Ekiti e Ijesa, mientras que las líneas paralelas del costado, que iban verticalmente desde la axila hasta la ingle eran usadas por los de Ijebu y Egba.
Ambas cosas se podían ver juntas casi exclusivamente en las mujeres Bini del Reino de Benín, que las usaban a modo de vacuna o medicamente con carácter medicinal. En Oyo, el reino Yoruba precolonial más poblado, y al hilo del mito anterior, a los jefes del ejército se les hacían 201 incisiones en la cabeza, cuyo por qué aún, al menos yo, no tengo claro.
Pertenencia a un pueblo
Se utilizaban emplastes o maceraciones de plantas cáusticas o irritantes, o la nuez del anacardo triturada, para al restregarlas o depositarlas encima, produjeran hinchazón en las heridas y se abultaran, pero también sirvieran para desinfectarlas e incluso se decía que al penetrar en la sangre hacía a la persona, intrépida, valerosa y más activa sexualmente.
Sin embargo la mayoría de marcas, en idioma Yoruba, Kolo, eran en sí una declaración de pertenencia a un pueblo. Lo normal era hacerlas siendo aún niños, pero se sabe que aquellos que se asimilaban, por matrimonio u otro tipo de enlace admitido, se las hacían a cualquier edad para sentirse más integrados y no señalados. Los Yoruba no fueron los únicos en Nigeria que hacían escarificaciones. De hecho los Igbo, cuyos hombres se hacían unas marcas llamadas Ichi, y las mujeres que se pintaban el cuerpo en un ritual llamado Uli, mostraban en los paneles exteriores de las puertas de sus casas dichas marcas.
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