
Veamos otro pueblo, de esos no muy conocido por los africanistas que gustan tan solo de sus obras, no hacen, pero sí muy bien vendido por los guías turísticos. Me refiero a los Taneka o Tangba. Gentes que sobre el siglo XIV se ven obligadas a salir de sus entornos primitivos para refugiarse de conquistadores, religiosos y esclavistas.
Y no todo a la vez. Pretendían ser libres y continuar con sus creencias. Su origen es el pueblo Kabyé, al que en su marcha se van uniendo Bariba y Gurmanche. Esta tan diversa relación llega a un acuerdo de convivencia basada en el respeto, y funciona desde ese siglo el XIV, hasta hoy, el XXI. Esperemos no estropearlo.
Escarificaciones Taneka
Entre los montículos sagrados de Savè en la zona montañosa de Taneka en el macizo de Atakora, entre gigantescos y centenarios Irokos, sagrados, se refugian y acuerdan cómo llevarse bien: Su senado y catedral es una cueva que llaman Varun lo ahí acordado es inviolable. Se respetan las creencias, ritos y mitos y se acuerda un idioma común al que llaman Yom, una moneda, que resulta ser un liquido fermentado que gusta a todos beber, el Tchoukoutou una cerveza para entenderlo, y establecer poblaciones con mercados que hoy son Kopargo y Djugu o Djougou. Y no surgen entre ellos conflictos ni fricciones.
Sí mantienen sus escarificaciones Taneka aunque al relacionarse y casarse entre sí estas, a veces, se entremezclan. Acuerdan otra importante cuestión formal, que es quién manda y actúan con total lógica de reparto: el jefe de la tierra en cada poblado es Bariba y el espiritual y el fetichero Kabyé y aquí sí, sus marcas tienen que decir a cual de las tres ramas pertenecen. Como debe haber una jerarquía, cada cinco aldeas eligen a un representante que junto al resto de iguales eligen al digamos jefe, el Sawa. Taneka significa ‘guerrero’, Tana, piedra, y esto se ha trasladado a su región que no a la inversa.

Ella es Tikiba |
En foto de Henry Siqueira Barras para un publirreportaje que emitió el País Entre otra serie de curiosidades y como hemos visto en los Batammariba, su supervivencia la fijan en la tierra que pisan, por lo que todo aquello que emerge de ellas es en principio sagrado.
La circuncisión
Y cavar para cualquier cosa, es realizar un acto de amor, un coito con ella. Entregas lo mejor de ti, sudor o esperma, en forma de aquello que le entregas, sea una simiente, el cuerpo muerto de alguien que aún quieres o la estaca que hundes para formar tu casa. Es la simbiosis perfecta.
Conscientes de que ese respeto siempre genera frutos. La circuncisión tiene para ellos un sentido que enhebra con lo anterior pues los prepucios cortados en el ritual serán entregados a la tierra, así como todo aquello empapado en sangre. Por eso lo realizan de adultos, se debe ser consciente. También por ello, cada cinco años realizan la ceremonia de purificación del pueblo en la que se elimina todo aquello que perjudicó a alguien, causando una herida por ejemplo, o simplemente impidió llevar a cabo algo que se pensaba necesario y no lo resultó.
Niña Taneka por JM Clajot | Esta es la señorita Zaomarau |
…hermosa mujer fotografiada al norte de Atakora en el País Taneka por Jean Michel Clajot.
Y aunque él nos muestra innumerables fotos de este pueblo e incluso del príncipe de Djougou, permitidme que por lo interminable de este trabajo pongamos alguna de muestra que no todas las fotos que sobre cada pueblo tengamos o encontremos. Ah! Y aunque no coloque ninguna foto donde se vea, que las hay, fumar en pipa no es por simple gusto, que también, y algo que solo hacen los jefes espirituales y feticheros, sino que se hace porque es la manera que estos tienen para tener una buena comunicación con los ancestros, ensimismándose con las volutas que produce su peculiar tabaco.
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