

Cultura Tellem. Siglo XVIII.
Madera. 46,5.16.15 cms.
Estatutaria los tellem
Los dogón atribuyen a los tellem, pueblo que consideran sus predecesores, la autoría de ciertos objetos culturales y funerarios, incluso estatuillas, encontrados en santuarios ubicados en las cuevas excavadas en los acantilados de Bandiangara.
Los dogón invadieron la región donde los tellem estaban establecidos, expulsándolos de los acantilados: en algunas regiones, sin embargo, las dos sociedades convivieron pacíficamente”. Pag 24.
Ibidem
“Confirmando lo dicho, algunas esculturas encontradas en las cuevas de los acantilados y atribuidas a los tellem fueron datadas en el siglo XVIII”. Pag 24.
estatuillas tellem
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Pierre Langlois, que publicó las primeras estatuillas tellem que aparecieron en el mercado, siempre indicó el lugar exacto de su descubrimiento:
“Las cuevas excavadas en los acantilados, donde las encontré bien protegidas contra el tiempo, la humedad y los insectos, preservadas por su gruesa capa de pátina, libación de sangre y gachas de mijo”.
Pierre Langlois
Grupos de la estatutaria
“La estatuaria puede dividirse en dos grupos principales, de acuerdo con su apariencia: la mayor parte, considerada arcaica, y aquellas otras que no poseen marcas de uso y parecen nuevas.
Las del primer grupo fueron cubiertas con sangre de animales sacrificados, mezclada con polvo de maíz; pueden parecer más antiguas que las del segundo grupo, pero las diferencias derivan solamente de las condiciones en que se mantuvieron.
Esas estatuillas fueron encontradas en los santuarios secretos establecidos en los acantilados.
El tipo arcaico de estatuaria se refiere a los ancestros de la sociedad, mientras que la estatua sin adición de material puede ser considerada una estatua de ancestro familiar, hecha en representación del espíritu de ese antepasado”. Segy 1975. Pag 153.
Descripción genérica de la talla
Los dogón hacen figuras esbeltas con el tronco muy alargado.
Senos cónicos, rectos y puntiagudos, situados justo debajo del hombro naciendo del cuello también largo.
Antebrazos muy finos y paralelos al cuerpo.
Brazo flexionado en un punto entre la cintura y el ombligo que se muestra prominente, cilíndrico; a la altura de la muñeca muestra aros similares a pulseras.
Manos dobladas, reposando sobre las rodillas. Nalgas salientes.
Piernas flexionadas de muslos gruesos y cañas finas. Pies unidos a una base circular.
Marcas rituales paralelas en diagonal y entrelazadas, entre los senos y el ombligo y también alrededor de este.
Cara estrecha y cabeza profunda. Pelo peinado hacia atrás, con surcos horizontales y diagonales.
El peinado termina detrás de la cabeza, con una protuberancia o moño.
La parte lateral de la cabeza es rectangular. Orejas salientes, en G.
Rasgos en las caras: Boca de labios finos, protuberante hacia abajo. Nariz larga y ancha, en forma de flecha.
Ojos sugeridos por los límites de la frente y de la nariz. Barba larga, cónica, proyectada verticalmente debajo de la boca.
Puertas de granero
Kum es la puerta o la cabeza, término de origen bamana. Aquello por donde se abre o da paso a la esperanza o se bloquea a las fuerzas del mal.
Tienen por tanto un carácter espiritual, como el cerrojo, kambalabala. Por lo que se abren o cierran en función de quién o qué se espere.
“Las puertas no son objetos de culto, y manifiestan una cierta autonomía en relación a la vida religiosa. Se asocian a la arquitectura y su fin es relatar acontecimientos míticos, como los de la creación del mundo”
. J.Laude 1966. Pag 30
Fotos de Eliot Elisofon in situ, donde se muestran diversas piezas dogón, realizadas y expuestas para la venta a turistas.
Autel o altar
Autel es un término francés cuyo significado es altar y que se ha popularizado.
Extremadamente raros, estos ‘altares’ dogon, son objetos de gran poder, encargados de retener la fuerza espiritual del protegido y que llegan a poner en peligro la vida de quienes los manipulan, máxime si no son los habilitados.
En ambos cabe suponer son bilu, objeto sagrado, como sagrada es una escalera, que además del útil es un ser solicitando implorante a dios con los brazos alzados.
Barro madera y metal: la tierra, la naturaleza y el hierro, tres dones básicos de la creación.
Estos dos pequeños ‘altares’ familiares vemos que están compuestos de un recipiente de barro, cocido al sol.
Donde en uno se ha insertado una especie de tirachinas de madera, similar a una escalera o pie de togu na que ellos usan, junto a la talla de un flanito kelé, un antecesor protector, junto con componentes varios de hierro manufacturado.
Incluso en el de la derecha, asoma una pata de gallina, símbolo de la encrucijada, además de hierros realizados con las formas curvas de simbología ancestral, que se aprecian también por paredes tallas o útiles.
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