
Estructura Social de los Igbo
Estructura Social de los Igbo. Pero visto el matrimonio, asentamientos o iniciación, veamos el origen del componente social en las comunidades Igbos y sus disyuntivas en el tiempo y las circunstancias sobrevenidas que este les trajo.
La familia es el fundamento del individuo. Para un Igbo de la familia emana todo. Y la visión conceptual dela gente Igbo cuanda habla de familia, veremos que hace referencia a un grupo de personas que viven bajo un mismo hogar, pero que pueden estar, o no, relacionadas por sangre o matrimonio. Lo que difiere del concepto de europeos y americanos del norte, pero sí se acomoda a muchas otras sociedades africanas.
Dunu Okigboexperto en el tema nos dice:
“Al entender la vida y estructura social de los Igbo, tenemos que tener en cuenta tres tipos de entornos familiares comunes en Igboland de la siguiente manera:
Entorno familiar
- Entorno familiar monógamo: Este tipo de estructura social Igbo dependientes y parientes. Hace unos 50 años, era inusual encontrar este tipo de entorno familiar entre la gente que vive en la zona geográfica del sudeste de Nigeria.
- Entorno familiar polígamo: La poligamia es parte de la cultura Igbo, y es aceptada y reconocida por todos como derecho legítimo de un hombre el tener varias mujeres en su hogar. Casi en toda África y también los Igbo, la finalidad real de la poligamia es tener hijos. Esto tiene consecuencias pues provoca que entre las madres, por mor de sus hijos, surjan discusiones y hasta peleas, bien por sobreprotectoras o celos, pues cada una tiene sus gustos y manías, por lo que cada una cocina sus comidas, realiza las tareas a su modo y procura que sus hijos se atengan solo a sus normas sin que interfiera en estas cuestiones nadie más.

Quiero yo ver aquí, al padre, con turbante blanco a la izda y a la madre junto a él con un gorro de ala hancha, también blanco, ambos sujentan sendos niños. Alguna mujer se ve al fondo a la derecha y también lo parece una con gorro y camisola blanca de pie. Esto habiendo ampliado la foto. Todo lo demás son hombres o niños. La foto fue tomada por un empleado de la Royal Niger Company c. 1886 – 1895. Y el último dato es que podrían ser personas del área de Asaba u Önïcha. La foto la guarda MAA Cambridge. Por lo que sabemos y algo de lo que se ve en la foto, posiblemente todos trabajaran para la citada compañía. Esta y otra grupal colocada anteriormente, son de entre más de 3.000 fotos vistas de los Igbo, las dos únicas donde se ven grupos familiares. |
Familia extendida
Ajuste de familia extendida: Los, Igbos, son principalmente conocidos por mantener un tipo de estructura familiar en la que padre, madre o madres, hijos, suegros comunes, parientes cercanos e incluso algún amigo viven juntos formando un solo hogar.
Y han acogido este sistema de ‘familia extendida’ porque lo han convertido en el pilar donde cada miembro de la familia sabe que tendrá cobijo y amparo del resto, pues no todos son ricos, algunos pueden ser huérfanos o viudos, pero todos imprescindibles al estar ‘encadenados’ por el cariño.
El popular dicho Igbo: Igwe bu Ike “Multitud es poder”, fue acuñado para reflejar el alto valor que dan al entorno familiar extendido. Ayuda a la educación de los niños, ya que su formación no se limita simplemente a los límites de los conocimientos y experiencias de sus padres biológicos. Reduce la carga económica y los problemas de los miembros ancianos del hogar, pues ancianos y jóvenes aúnan su trabajo como maestro y peón con el fin de ganar dinero juntos, ayudando a pagar facturas o comprar comida para todos los miembros de la familia.
Esto exige también confianza y esfuerzo, pues el que tiene sabe que debe contribuir a ayudar a quien no, e incluso ser consciente y estra preparado ante los imprevistos. Y claro que se daba el caso de quien abusaba y se esforzaba poco, pero todos sabían que eso no era consentido y el zángano, sería reprimido o expulsado”.
Funciones y responsabilidades
- Padre: El padre es la voz y representación de toda la familia en cualquier situación. Es su responsabilidad incrementar y desarrollar la riqueza y los recursos familiares. Sirve como sacerdote y líder espiritual de la familia y quien guarda y trasmite la cultura y tradiciones Igbo a los miembros de su hogar. Es su responsabilidad predicar con el ejemplo, corregir a quien se equivoque o actúe indevidamente y atender las necesidades de su hogar.
- Madre: Es responsabilidad de la madre inspirar y aportar al padre ideas para hacer prosperar y desarrollar el hogar. Se espera que conserve la riqueza y los recursos familiares. Descansa sobre ella establecer y mantener la moralidad y pureza consecuentes en la familia, armonizando la convivencia y haciendo que la casa sea hogareña y cómoda para todo miembro de la familia, e incluso a los visitantes ocasionales.
- Niños y otros dependientes: Según la cultura y tradición Igbo, los niños y personas dependientes están bajo la tutela del padre y o madre, absteniéndose y apartándolos de cualquier mala influencia o decisión. Los varones bajo la tutela del padre, mientras que las mujeres bajo la de la madre.
- Educación: En su concepto educacional basado en el respeto creen imprescidible utilizar la disciplina. De la que se ocupa la familia extendida. Un niño o individuo educado y amable es el orgullo de sus parientes. Lo que consiguen mediante el axioma de recompensa o castigo.
Cada unidad familiar ampliada garantiza el cumplimiento de las normas culturales, costumbres y valores mediante la adopción de medidas disciplinarias duras.
Los individuos estaban obligados a estar a la altura de las altas expectativas de su grupo de parientes, a través de una participación responsable y honesta en los asuntos socio-políticos e internos de la unidad y la sociedad en general. Los descontrolados eran severamente castigados como un elemento disuasorio para los demás. Y es reconocido que en los días en que se comerciaba con esclavos aquellos niños rebeldes o procazes, llegaban a ser vendidos como esclavos.
Es el conjunto de parientes en quien recaé la responsabilidad de educar al niño, pues él integra el grupo y debe comportarse de acuerdo a sus normas. Tienen un refrán al respecto:
“Al oir el grito de un niño, cualquiera debe correr para ver qué sucede, pues un niño no es de una sola persona”.
Esto quería decir que un niño era responsabilidad común de la familia y por tanto obligaba a todos a ocuparse de su educación premiando o castigándole según qué mereciera. Incluso una tía, tío o primo mayor si consideraran que la madre lo tenía abandonado, podía llevarlo a sus propios habitáculos haciendose cargo de él; esto podía llegar a ser habitual dado que los miembros vivían juntos en el compuesto en una misma estructura social.
Infancia
Como resultado de esto, el niño siempre estaba bajo los vigilantes ojos y guía de muchas personas. Lo que restaba posibilidades de que el niño se torciera o maleducara, sabiendo este que si se comportaba mal, cualquier miembro de la familia extendida tenía derecho y podía castigarlo o disciplinarlo sin estar obligados a pedir permiso a sus padres biológicos.
La tradición otorgaba a cualquier pariente adulto, autoridad para tomar medidas sobre un niño indisciplinado o rebelde en ausencia de sus padres, lo que contribuyó en gran medida al alto nivel de disciplina y moralidad que existía en las sociedades originales Igbo.
Uno para todos, pero todos también para uno: Pertenecer al grupo familiar garantizaba estabilidad a cada individuo y si algún percance ocurría este era el refugio donde acogerse, sabedores que estarían protegidos tal como las normas y tradiciones contemplaban y todos asumían.
Más habitual de lo que se cree, ese individuo podía permanecer allí hasta que solucionara su problema, tras lo que podía regresar a su propia casa o la aldea de su padre.
Things Fall Apart
En Things Fall Apart, ‘Todo se desmorona’, la novela de Chinua Achebe, cuando Okonkwo comete el asesinato accidental de un pariente, y se ve desterrado de su comunidad, corre a la aldea de su madre, donde tenía inmunidad, a refugiarse.
Del mismo modo, cuando un niño hace algo malo y está siendo perseguido por su padre o madre, por lo general corre a la casa de uno de los miembros de la familia extendida para refugiarse.
La tradición entre los Igbo prohíbe al perseguidor entrar en otro hogar por esta causa e intentar por la fuerza hacerse con el niño, del mismo modo que obliga al dueño de la casa ha hacerse cargo del niño, en todos los sentidos, hasta que se resuelvan los problemas.
Cuando alguien fallece o un componente de la familia está especialmente afligido, todos los demás miembros se reunirán para condolerse con él, y se ayudará a quién deba enterrar al difunto. Participarán conjuntamente en la recaudación de los fondos y materiales necesarios para el entierro, así como en las diversas actividades del entierro.
El papel que desempeñan los miembros de la familia extensa en tales ocasiones ayuda a reducir el nivel de trauma psicológico del miembro afligido. Consecuentemente,el sistema familiar extendido ayuda a construir un vínculo de comunión, solidaridad, amor, unidad y progreso entre sus miembros.
Sistema familiar extendido
El Incesto: Tabú, que prohíbe las relaciones sexuales entre parientes de sangre, es también uno de los medios a través de los cuales el orden y la moralidad socio-ética se mantienen en el sistema familiar extendido entre los Igbo. En consecuencia, ningún matrimonio es legal hasta que sea certificado por los miembros del sistema familiar extendido.
La familia extendida debe asegurarse de que las parejas que lo pretenden no tengan rastro de relación sanguínea por muy lejana que sea, ni del linaje de la madre ni del padre. Esto se debe a que la tradición prohíbe el matrimonio entre dos individuos que tienen relaciones de sangre en casi todo el País Igbo. Es una abominación el que tal matrimonio se lleve a cabo en tales comunidades.
Capacidades: Los Igbo tienen fama de ser muy buenos comerciantes, ocupándose en ello toda la familia, primando el esfuerzo pero sobre todo la honradez; al más capacitado no solo se le elogiaba si no que a veces se le recompensaba con alguna jefatura. Eran estrictos sin embargo con los que actuaban con agobio o presión, lo que no se toleraba.
Sociedades Igbo precoloniales
Prevalecía en las sociedades Igbo precoloniales la solidaridad, que incluso sobrepasaba a los componentes de la familia extendida y el ‘uno para todos’ se practicaba con orgullo, de modo que quien conseguía un capital o logro económico, se veía más valorado por compartir que por el logro en sí. La riqueza, pobreza, honor o vergüenza, beneficio o pérdida se reflejaba en toda la familia extendida pues, ‘lo que afecta a uno, positivo o negativo, afecta a todos’.
Tienen un dicho al efecto: “Cuando el ojo llora, también llora la nariz”, su unión es inseparable pues todos son uno. Se dan ayuda mutua bien alimenticia o agrícola, entregando alimentos o simiente sin que el donante requiera la devolución. La razón es preservar la unidad familiar y procurar que el perjudicado no se vea abocado a cometer algún acto inadecuado perjudicando el buen nombre de la unidad familiar.
Todo esto que habla de solidaridad honradez y decencia sucedía, como se ha adelantado, en época precolonial; la influencia europea, con la educación y valores que se implantaron y me piden que sin olvidar el cristianismo, ha trastocado aquello en una sociedad más egoísta que ha abortado aquello que fue, transformando estas sociedades en arrabales de la metrópoli.
Filosofía de Vida
Antes del contacto de los Igbo con la civilización y cultura occidentales, el ‘sistema familiar extendido’ garantizaba el mantenimiento de los principios ético morales de su sociedad. Sus conceptos sobre el amor, justicia, honestidad, decencia o esfuerzo, establecidos en la tradición y preconizados por los mayores, afianzaban un sistema social equilibrado y garante del bien común, la comunidad.
La sociedad Igbo asentaba su eficacia en base a ese concepto comunitario sobre el individual. En los orígenes un Igbo formaba parte de un todo, la comunidad, para la que trabajaba integrado en su equipo, trabajo que necesitaba de esfuerzo que unas veces alcanzaba éxitos y otras fracasos, compartiendo lo que fuera, siempre, en colectividad. Era un deber en aquellos tiempos pertenecer e identificarse con la comunidad.
Los vínculos de parentesco definían el estatus y las funciones de cada persona en su sociedad y determinaban los comportamientos de los miembros hacia sí mismos y hacia el mundo exterior. La sociedad Igbo se caracterizaba por un profundo espíritu de cooperación, que les abocaba a sentirse implicados en los problemas concernientes a los demás, compartiendo y asumiendo todos los problemas y obligaciones que acucieran a cualquiera.
Consecuencia de esto los igbo aplican el dicho:
“Un árbol no hace un bosque”´.
Dando a entender que lo que un individuo no consigue solo, sí puede conseguirse cooperando con otros. El esfuerzo común es el factor clave para los más grandes logros.
Colonialismo
La llegada del colonialismo y sus planteamientos vitales que no deja de ser la llamada ‘civilización occidental’, a la que pertenezco, cambió modos y maneras en toda parte por la que pasaron, y los sistemas sociales, comunales y familiares de los Igbo, no salieron indemnes.
Un ejemplo, si en un poblado ‘occidental’, alguien tiene una parcela y para llegar donde está el agua, hay que atravesar por el medio de esa parcela, el ‘derecho romano’ base de nuestro sistema jurídico, dice con acierto que el camino que atraviesa la parcela para llegar al agua es de paso abierto para cualquiera que necesite ‘llegar al agua’, agua que también es un bien común, se llama ‘derecho de paso’.
La parcela tiene dueño y lo que haga en ella o coseche es de su propiedad y eso se respeta, pero ir por agua por el camino abierto es de ‘derecho común’.
Bien, qué pasa en África? todo lo contrario, la tierra ‘era de todos’ y se parcelaba y entregaba por estricto orden en función de las necesidades y aunque lo que produjera era mayoritariamente para aquel que la había cultivado, este tenía que entregar una cantidad estipulada para quien nada tuviera o una emergencia, e importante, aunque se respetaba esa circunstancial cesión y no se permitia transitar por medio de los cultivos, por los lindes podía transitar cualquiera para llegar donde fuere.
Es la diferencia entre la ‘propiedad individual’ de la ‘civilización occidental’ descrita en el ‘derecho romano’ y la ‘propiedad comunal’ interpretada aunque nunca escrita en el ‘derecho bantú’.
Sistemas de solidaridad
Explicado qué se encuentra el blanco al llegar y opta por cambiar los modos que encuentra por los suyos, hace que el residente se vea obligado a adaptarse a lo que el ocupante impone. Esto lleva a que todo cambie y no en sucesivas generaciones, sino prácticamente de inmediato, mejor en media que en una o como mucho en una que no en dos.
De manera que los sistemas de solidaridad que albergaban las familias extendidas Igbo, se fueron viendo truncados por esa idea de individualidad impuesta, donde las familias pasaron a ser nucleares.
Si antes cualquiera podía hacerse cargo del niño del hermano hermana de sangre, ahora es exclusivo papel de los padres viéndose abocados a no poder trabajar si es que hubieran tenido los dos semejante posibilidad, socavando la posibilidad de controlar a esos niños, lo que ha ido provocando que la moralidad de esas generaciones deje qué desear.
Los mecanismos de que se dotaban con la observancia de los valores tradicionales como los del sistema familiar extendido, han ido dando paso a un creciente individualismo donde una persona puede creerse moralmente libre y exento de resposabilidades ante nadie que no sea el mismo, dando paso a individuos antisociales, moralmente anárquicos e indisciplinados.
Convicciones tradicionales
No todo fue negativo no obstante, los propios eruditos africanos no reniegan del contacto con los blancos, admitiendo que ciertas cosas fueron y son positivas, aunque también apuntan que África fue demasiado ingenua y benevolente renunciando a sus propias convicciones.
Entre estas convicciones tradicionales, era fundamental el compromiso de cada miembro de la familia extendida, ante cualquiera del grupo que necesitara ayuda o asistencia moral o económica, pero siempre en pos de conseguir una sociedad equilibrada, respetuosa y diligente.
Estos valores, entre otros, que son fundamentales para cualquier sociedad, no están ni mucho menos reñidos con los aportados por la cultura occidental, pero si la mejor manera de preservarlos fueron los sistemas tradicionales, estos no se deben dejar perder, aunque convivan con las influencias aportadas por otras culturas que aunadas preserven la paz, el orden, la ética y los valores que ya antaño prevalecían y se mantuvieron en la evolución histórica del pueblo Igbo.
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