
Los Minianka
Los Minianka describen a estos ‘ancestros’ como gemelos mixtos, varón y hembra, tardíamente nacidos pues su gestación duró 12 meses*7, nacidos en ‘un solo tronco y con el cuerpo hinchado por la lepra’. Él se llama Nanya, litt. ‘hombre llegado’, la otra Pamanyɔh litt. ‘tráelo’ nombre que dan los Minianka a los nacidos después del término, lo que es tenido como beneficioso.
*7 Nota: Existe un mito que cuenta cómo los Yapɛrɛ de los Nya estaban originariamente contenidos en placentas de antílopes que luchaban por dar a luz.
Estos gemelos, nacidos leprosos, en sus creencias dotados por ello de una inteligencia superior*8, son tenidos como genios tutelares de la aldea y primigenios propietarios de la tierra. Habitan en el ‘bosque sagrado’ llamado Kachin kan, en las afueras del pueblo, donde la comunidad les ofrece un sacrificio anual, por lo general un toro.
Aunque la ‘madera sagrada’ es su residencia, pueden cambiar de lugar y entrar en la ‘bolsa pequeña’ del Nya donde se refuerzan, tras lo que ponen la ‘silla de montar’ en un ‘caballo’, o poseído, y regresan a la aldea para imponer sus prerrogativas como propietarios de la aldea y el Nya a la par.
*8 Nota: perciben la lepra como un cualificado regalo con daño colateral. Al leproso se le atribuye una inteligencia superior, más o menos teñida de astucia. Por otro lado, se dice que el Nya a veces toma la apariencia de un leproso para manifestarse a un hombre.
Rol de los gemelos
Estas criaturas arbustivas, nacidas de una gestación excesiva, también se supone que desempeñan un papel decisivo en todos los ritos relacionados con la fertilidad. El Yapɛrɛ que potencia la ‘bolsa pequeña’ del Nya está constituido por un colmillo de jabalí y dos piezas de oro, símbolo de la intangibilidad divina que lo anima, sólidamente envuelto todo en algodón rojo formando una bola.
Pero, si los gemelos pueden acceder improvisadamente al receptáculo del Yapɛrɛ, también pueden ser manipulados, o incluso excitados, por el jefe de la hermandad Nya, el Nya fɔ, para provocar una posesión llamada ‘toma del caballo por el Nya’.
El Nya fɔ así accede al envoltorio Nya, mira el Yapɛrɛ colocado en la parte superior de la bolsa y recita la siguiente fórmula:
Fili, fili, fili, Kotigi, fili take, take, take, Kotigi, take Nanya, i tyan i tok byan Nanya
Gemelo Kotigi vete abajo, vete abajo gemelo, si no estás ausente, aunque tu nombre siga ahí.
Fili, fili, fili, Kotigi, fili prends, prends, Kotigi, prends Pamanyɔh i tya, i tɔ kɔ byan Pamanyɔh
Lleva a tu gemelo, lleva a Kotigi contigo Pamanyɔh si no estás ausente, aunque tu nombre está ahí.
El Yapɛrɛ
Esta invocación, emitida de manera solemne, sugiere que el Yapɛrɛ es el receptáculo de los gemelos, Nanya el varón y Pamanyɔh la hembra, a quienes el oficiante atribuye a la par el título de Kotigi, ‘dueño de las cosas de Nya’.
Esta fórmula también se establece en el momento de la fabricación de todos los Yapɛrɛ, es decir, en el momento mismo de la constitución del Nya. Todo esto le da al Yapɛrɛ de la ‘pequeña bolsa’, la ‘bolsa del alma de todas las cosas’, un estatus excepcional y justifica a los ojos de los iniciados su especial posición, ser un Kɛlɛ en el Nya.
Dieterlen y Cissé 1972:76, nos dicen:
“En la numerología Bamana, también se sabe que al igual que sucede con el número 1, situar aparte un objeto dentro de un área de culto, otorga una singularidad paralela a la del ser que representa”.
Dieterlen y Cissé
Dieterlen y Cissé 1972:64 nos revelan que:
“Entre los Bamana, la existencia de una tablilla con los signos llamada Nya ti wala, constituye, como en el Kómó, “uno de los bienes intelectuales más preciados de la sociedad”.
Tallado en una madera rectangular, Bana kɔrɔ, se guarda en la cabaña Nya sobre un pequeño banco orientado al oeste, pero fuera de la vista. Incluye una serie de 86 signos gráficos, signos fundamentales del Nya, considerados provenientes del pensamiento de Klɛ, el Dios Creador. Dieterlen y Cissé 1972:79, continúan diciéndonos:
“La génesis de los signos expresa el rastro de la creación divina, la formación del cielo y la tierra, la formación de los ‘primeros antepasados’, el descenso del Cálao a la Tierra, y demás. Y a diferencia de, al parecer, la serie Kómó, la serie Nya sigue, al menos en lo que a la primera grafía se refiere, el orden de sucesión de eventos míticos que conocemos.
Así, el signo Sefɛlɛ asignado a los ‘primeros antepasados’ está en la parte superior de esta serie y el asignado a los antepasados de la segunda generación o Sefɛ está en segundo lugar”.
Los signos para los Minianka
Esta génesis de los signos nos sumerge en el misterio más remoto de la formación del Yapɛrɛ, porque, para los Minianka, los signos del Nya, surgidos del pensamiento de Klɛ, son por tanto previos y preceden a la creación delYapɛrɛ constituido por ellos. Los 86 signos gráficos de la tablilla corresponden uno a uno a los 86 Yapɛrɛde la ‘bolsa pequeña’ del Nya.
Es por ello que, en el momento de su constitución en el bosque, todos los Yapɛrɛ son contrastados con los signos que les corresponden en la tablilla antes de ser proclamados.Este rito, realizado para cada Yapɛrɛpor el Kara mɔkɔ, maestro del Kara o círculo, asegura en el recinto del arbusto una especie de transmutación de la esencia del signo en el ser mismo del Yapɛrɛ. Esto equivale a decir que los signos del Nya, manifestaciones del pensamiento Klɛ, preexistenal Yapɛrɛ y lo traen a la existencia.
Los Yapɛrɛ se reproducen tres veces antes de ser divididos en tres bolsas para llegar, sobre la base de esta multiplicación, a la cuenta de 256, + 10, el número básico de la creación en el Mandé. Los 266 Yapɛrɛ están entonces en las bolsas como testigos de los signos de la creación de Klɛ; garantizando la duración y vitalidad perpetua a la aldea, asegurada y aumentada por los sacrificios de sangre realizados en el recinto de entre los arbustos.
Kongɔnyɔh
Se les dice: “Antílope, lo tuyo es similar a lo de Klɛ”.
Esta imagen del antílope tiene implicaciones mucho más amplias de lo que se puede suponer en un principio y condiciona una representación relacionada con el origen de las bolsas. Porque, aquí como en la mayoría de las grandes sociedades de iniciación Bamana, las bolsas representan simbólicamente la placenta divina de la que resulta toda la creación del universo.
Las bolsas se llaman Kongɔnyɔh, ‘principio del mundo’, o Klɛ sgara, ‘placenta de Klɛ’ o, como indica el nombre de la primera bolsa, Bwɔrɔmu, ‘bolsa madre’. Los Minianka, sin embargo, tienen una forma original de explicar el origen de las bolsas Nya. Cuentan cómo los Warablew, monos rojos, antiguos dueños del Nya en el bosque, fueron traídos por el Cálao para recoger el Yapɛrɛ de entre las placentas de los antílopes que tenían grandes problemas para parir.
Pero no hace falta decir que esta mítica simbología, la placenta del antílope representa la de los gemelos del Nya nacidos con un retraso considerable. Lo que a ojos de los Minianka es más cualificación que deficiencia.
Y seguiremos con los Griots Minianka :

Aunque clasificados como Griots por el General Edmundo Fortier, autor de la foto, y sin ponerlo en duda, estos personajes Minianka, portadores de bastones, ciertos objetos de poder y campanas como se puede observar, sin afirmar, también puede ser que participaran no solo en el Koré, al que estaban adscritos, sino también en otras hermandades como el Kómó o el Nama y con ellos el Nya. |
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