
Todos los pueblos de Ghana, Togo y Benín influenciados sin duda por los Akan y de entre estos los poderosos Ashanti, gustan de exhibir gran parafernalia sobre todo cuando está de por medio alguien de la realeza o con cierta jerarquía.
Para ello entre sus objetos litúrgicos muestran gran variedad de joyas y bastones; unos fundidos en oro, y otros, más raros, de madera recubierta con láminas de oro o a veces con pulido metal, en función de su linaje y estatus.
También proliferan las llamadas perlas de cristal, que aunque de origen nigeriano, ellos han conseguido dotarles de una impronta peculiar, con los que confeccionan collares y pulseras, haciéndolos tan famosos como los originales. Los Ga usan Kentes, los famosos tejidos Ashanti o Ewe que compran a estos, pues les es más cómodo intercambiarlos por sus perlas de cristal, en lo que son maestros.

Joyería real |
Los taburetes Sika Dwa Kofi al estilo Akan
Realizan o tienen, una suerte de objetos de gran valor estético y económico, adquiridos o copiados a otros pueblos tanto por su valor material como por lo que encierran de espiritualidad. Entre ellos se pueden ver:
- Los taburetes Sika Dwa Kofi, al estilo Akan y con el mismo criterio y concepto; son de gran relevancia para estos pueblos, sobre todo para los Ewe y Fon, con los mismos materiales y con la misma intención de sacralidad, como morada de su dios. A menudo están tallados con detalles narrativos, de modo que su significado simbólico se relata periódicamente para que las generaciones futuras puedan entenderlo.
- Los kwduo, esos recipientes con tapas donde se observan escenas palaciegas, así como otros tipos de figuras o vasos de metal fundido, que son de factura y procedencia Akan o Fon, sus vecinos a cada lado y expertos artesanos en la materia, a los que podrían habérselos encargado para hacer ver su estatus; más raro es que los requisaran en guerras como trofeos, pues nunca tuvieron el poder militar de ninguno de ellos. La fundición de latón utilizando el método de la cera perdida ha sido practicada por los Fon desde tiempos inmemoriales. Los artesanos del latón pertenecían a gremios especiales en el Reino de Dahomey; en el que crearon algunos de los objetos más llamativos que constituían las regalías, o riqueza del rey.
- – También efectuaban notables trabajos en plata fundida con el mismo sistema del camón de cera fundida.
- – Producen tambores de varios tipos para ceremonias específicas.
La adivinación Afa de los Ga Ewe o Adán y Fa
- – Trajes de vodu para la posesión de espíritus que pueden estar ricamente adornados con caurís o perlas de cristal y cosidos en patrones pautados.
- – Los objetos necesarios para la adivinación Afa, así llamada por los Ga, Ewe o Adán y Fa por los Fon, que es similar a la Ifa Yoruba, también se crean con gran cuidado y elaboración; por lo que a veces los europeos los compran como objetos de arte.
- – Son hábiles realizando trenzados de cestería y esteras así como tallando calabazas que aprendieron de los Fon, pero tras decaer se centraron en las áreas culinarias principalmente, fabricando cerveza por ejemplo con enorme aceptación, o preparando alimentos de diversos tipos, la mayoría de los cuales requieren bastante mano de obra y el conocimiento de elaborados métodos. Especialmente el plato nacional Kopkpoi, sin el cual no se llevaría a cabo la celebración del festival Homowo.
Estas creaciones las veremos a continuación en su apartado correspondiente, de regalías, música, adivinación, religión, festivales, etc. Recomendando otra vez lo imprescindible que es el compulsar datos con los otros pueblos que se mencionan para comprender cómo, porqué o para qué se realizan.
Plato tradicional kopkpoi | Sopa de nueces de palma |

. Banda musical de Charlie Crooijmans de los Krobo Matakole en 1897 |
Hábitos y costumbres de los Ga
El sistema de residencias o compuestos diferentes para mujeres y hombres, donde se van acoplando los nuevos vástagos patrilineales, hizo y hace que muchos residentes en Accra Central tengan varias opciones residenciales disponibles y las aprovechen de manera oportunista durante toda la vida, uniéndose a varios parientes a voluntad o trasladándose a donde se encuentre su hogar conyugal en cualquier zona rural.
Cada trimestre puede optar y más si tiene tierras cultivables que históricamente le pertenecieron donde sus residentes trabajan. Los mantsemei de los barrios aún tienen jurisdicción ceremonial sobre esas áreas y juegan un importante papel en la asignación del uso de la propiedad.
Los derechos de herencia
Aunque el origen de la ascendencia es unilateral, los derechos de herencia son más complejos y se han visto afectados por la independencia económica de las mujeres.
En el pasado, los hijos heredaban de los padres, los hermanos menores de los hermanos mayores y las hijas de las madres, pero la creciente individualización de la propiedad y la herencia, mediante el uso de voluntades escritas, ha introducido más variaciones en un sistema ya flexible.
Parte de esa flexibilidad se refiere a la obligación del heredero de contribuir sustancialmente al funeral de una persona. Pagar por un funeral, en una sociedad donde los funerales son mucho más importantes que el matrimonio en la perpetuación de linajes, se considera que crea una obligación tal, que el pagador hereda una parte sustancial de los bienes del difunto.
Sin embargo, la propiedad de linaje se desarrolla de acuerdo con las reglas corporativas impuestas por los ancianos, en su mayoría varones, y los tribunales de los mantsemei.
La evolución del sistema residencial de los Ga
Los ancianos son más propensos a otorgar propiedades a los parientes colaterales que a los hijos, pero se hace hincapié en el cumplimiento de las obligaciones mutuas al tomar esa decisión. Las mujeres tienden a dejar la propiedad adquirida, a las hijas que han trabajado con ellas o ayudaban en la residencia común.
Debido a la evolución del sistema residencial con la atenuación de algunos derechos masculinos en la propiedad del linaje, dado que no lo ocupa como residente, y dado que diversas mujeres utilizan esas residencias habitualmente sin ser miembros del patrilinaje; sucede que tanto hombres como mujeres invierten en otras propiedades privadas, en lugar de mejorar la propiedad en la que ven peligrar sus derechos legales.
La mayoría de las personas sigue un patrón cognitivo al dejar la propiedad adquirida a los niños, sean del sexo que sean, pero hay muchas variables por intereses de uno u otro tipo.
La separación ideológica entre los géneros
La separación ideológica entre los géneros y esa clasificación de superioridad de los hombres, se ve reforzada por el condicionamiento social. Ser hombre se asocia con todo lo bueno, lo recto, lo racional y lo correcto, mientras que se cree que las mujeres poseen atributos opuestos y negativos. Los hombres tienen prioridad en todos los rituales del ciclo de vida.
Se anima a los niños y niñas a jugar en grupos separados en diferentes juegos y se espera que se comporten de manera diferente desde temprana edad. Con frecuencia, los bebés son consentidos, pero los niños mayores pueden ser castigados severamente.
El abuso infantil, por ambos sexos, es más común que el abuso de uno sobre otro cónyuge, aunque no es ninguno de ellos, estadísticamente preocupante. Las madres crían a las niñas para que se hagan cargo de las responsabilidades del hogar y el cuidado de los hermanos menores, mientras que a los niños que se han enviado a los padres, no se les relaciona con niños pequeños, que siguen con sus madres, ni se les obliga ni enseñan tareas domésticas, que se consideran trabajo de mujeres.
La preeminencia masculina
En muchos casos se valora más, que no quiere decir que se pague mejor, el trabajo realizado por las niñas que el que estas finalicen la escolaridad, al igual que es normal expulsarlas de la escuela si quedan embarazadas, castigo que no se aplica a los niños que tengan hijos.
La preeminencia masculina es evidente en la asignación de espacio a los niños, que tienen derecho a una habitación propia, mientras que se espera que las niñas compartan el espacio con sus hermanas y o con otros niños pequeños, para que además los cuiden.
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