
Historias y porqués aparte, veamos con más detenimiento las monedas en sí.
A lo largo de la historia de la humanidad, los diferentes pueblos se han servido de los más variados objetos y materiales, incluso animales y productos agrícolas, para pagar sus deudas nivelar sus trueques y realizar sus ofrendas religiosas, donativos y regalos. Estos objetos variaban en función de las tradiciones de cada pueblo, pero tenían en común la significación dada por la comunidad humana que los usaba.
La moneda en África
El símbolo de valor económico, social o sagrado, puede ser idéntico aunque los objetos sean diferentes: el hierro, el cobre, la plata y el oro, acuñados por nuestros pueblos, poseen el mismo símbolo que los objetos, animales y minerales utilizados por los ancestros de los africanos actuales. Todos son denominados ‘dinero’, formas de pago.
Hoy utilizamos en los países más desarrollados, ya como moneda, iconos reconocibles en un móvil, papel, plástico o el bonobús; y lo son, aunque en desuso, cheques, tarjetas de crédito débito o ‘letras de cambio’.
África no era el mundo perdido
Los pioneros navegantes portugueses, que perseguían llegar a la India circunnavegando África, llevaban quincallería, alcohol, armas obsoletas, objetos vistosos y baratos como espejos, y herramientas, para cambiar donde fuera.
Y encuentran África y al africano, que ya utilizaba el trueque y tenía un sistema monetario que sorprende a aquellos portugueses no por el cómo, sino por el con qué, las inusuales formas de sus monedas. Sin entender el valor que en realidad, a parte de la forma, cada pueblo daba a lo que con otro nombre, era su ‘moneda’.
El África Subsahariana
A partir del siglo XVI en el África Subsahariana, habiendo llegado interesados de media Europa ya, esas ‘monedas’ africanas conviven con las acuñadas en Portugal, España, Francia e Inglaterra, hasta la primera mitad del siglo XX.
A medida que se estableció el sistema colonial, los europeos generalizaron e impusieron la circulación de las monedas de sus propias metrópolis.
En las colonias subsaharianas fue desapareciendo el trueque. En lugar de cambiar un animal por cereal, los frutos del bosque por pescado o remedios vegetales por pieles, era más práctico ‘vender’ esa ‘mercancía’ y recibir su precio en ‘moneda’, lo que permitía acudir al ‘mercado’ a comprar lo necesario, sin tener que buscar la persona interesada por su producto.
Caurís o Buzios en Brasil
A aquellos europeos no les interesaban sistemas, no era lo que buscaban y tenían claro qué valía allí de donde venían. Su obsesión era llenar sus barcos de oro y marfil, o al poco tiempo esclavos para América, eso era negocio, eso era dinero y eso, que duró unos tres siglos, empobreció el continente africano al privarle de la fuerza tesón e inteligencia de sus gentes.
Hemos visto que en los mercados, el pequeño comercio utilizaba como moneda de cambio unas pequeñas conchas, llamadas caurís, a las que en Brasil y parte de Suramérica llaman “buzios”, que en África también sirven a los adivinos para echar las suertes, según las figuras que formen los caurís al caer en el suelo al ser lanzados de una cierta manera.
Funciones de la moneda tradicional en África
Cuando hace más o menos medio siglo, los caurís dejaron de ser la moneda habitual, pasaron a servir como adornos de cinturones, brazaletes, calabazas musicales, maracas, pulseras o colgantes. Siempre recordando que son símbolo de prosperidad y riqueza: fueron dinero.
Una de las principales dificultades para incorporar la ‘premoneda’ y sus variables, radica en su multifuncionalidad. A diferencia de nuestra moneda occidental, que tiene una exclusiva función comercial, en las denominadas culturas primitivas la moneda puede presentar otras muchas funciones.
Al igual que ocurre en el resto de las especies vegetales y animales del Planeta, una de las principales relaciones específicas de la especie humana es la competencia, resuelta en muchos casos a través del enfrentamiento violento entre individuos de pueblos o etnias vecinas.
Sin embargo, también a través de la cooperación pueden conseguirse sustanciales ventajas para la supervivencia y el progreso.
Para regularizar estas situaciones surgen costumbres como la “hospitalidad”, que fijaros como se parece fonéticamente a su opuesta: “hostilidad”, y en este contexto se crean objetos simbólicos, que sirven para realizar regalos y afianzar las relaciones entre pueblos vecinos.
“monedas de la novia» o “dinero de sangre”
En otros casos se utilizan para pagar una dote, “monedas de la novia” o para resarcir a los familiares de una víctima de muerte violenta, “dinero de sangre”, o simplemente contribuyen en rituales de origen ancestral que facilitan las relaciones y la interacción social.
Los países de cultura musulmana de África del Este y mediterránea, como Etiopía, Egipto, Libia, Túnez, Argelia y Marruecos conocían desde muy antiguo las monedas, introducidas por los fenicios, casi un milenio antes de nacer el Islam.
Cuando los ejércitos musulmanes invaden estos pueblos, encontraron monedas romanas y de Bizancio, además de beréberes y visigodas de Hispania: de cobre, bronce, plata y oro.
El ‘denarium’ dio origen a la palabra genérica ‘dinero’, que los árabes adoptaron algo modificado, bajo la forma de ‘dinar o ‘dirham’, aún hoy utilizado como base de muchos sistemas monetarios de países islámicos. Hago alusión a esta parte de África, porque no es objeto de esta explicación.
El estudio de la premoneda africana
Al abordar el estudio de la premoneda africana, lo podemos hacer desde una perspectiva antropológica, analizando su uso y su significado, o bien, tal como desarrollaremos seguidamente, podemos establecer una clasificación tipológica, en función de los materiales de que están fabricadas estas ‘monedas’.
Es en el Continente Africano, donde la numismática primitiva y el arte, a veces se fusionan de tal forma, que algunos de los objetos utilizados como moneda, pasarían a ojos de alguien no especializado, como auténticas obras de arte tribal.
Se han sugerido varios criterios para intentar ordenar y clasificar los numerosos objetos utilizados como moneda, siempre insuficientes.
Por este motivo presentamos dos categorías principales: en primer lugar aquellos que manipulados o no, tienen un origen “orgánico”, y en segundo lugar aquellos elementos u objetos premonetales de origen “mineral”.
Dentro del “orgánico”, diferenciaremos en primer lugar si su origen es vegetal o animal y posteriormente señalaremos los principales tipos en cada grupo.
Así por ejemplo, entre los de origen vegetal diferenciaremos: semillas comestibles o no, así como elementos de madera, rafia o algodón. Entre los de origen animal, señalaremos el ganado, las conchas de moluscos, y o los elaborados con colmillos, cuernos o pelo.
Premonedas de origen “mineral»
Mayor complejidad presenta el apartado de premonedas de origen “mineral”, donde podemos encontrar desde elementos no elaborados en estado natural como la sal o el oro, como un sinfín de sofisticados y complejos utensilios con gran variedad de formas.
Siguiendo el criterio de tomar como referencia la naturaleza química de los objetos, diferenciaremos entre objetos metálicos y no metálicos. Dentro de los no metálicos incluiremos la sal, las rocas y los materiales elaborados de origen mineral, como la pasta de vidrio y la cerámica.
El segundo grupo de elementos metálicos, es el más numeroso y representativo de la premoneda africana.
Siguiendo el criterio utilizado anteriormente podríamos separar entre materiales elaborados en hierro y otros fabricados en cobre o en alguna aleación derivada, latón o bronce.
Los objetos fabricados en hierro
Sin embargo, dada la complejidad y riqueza de objetos, hemos utilizado un criterio estético, es decir consideraremos grupos de objetos que tienen una misma función, o bien que recuerdan o se inspiran en determinados instrumentos o herramientas. Dicho lo cual, esto no deja de ser un criterio más, pues no siempre resulta fácil incluir a algunos objetos en una de las familias propuestas.
Los objetos fabricados en hierro, son seguramente, los más conocidos y representativos de la moneda subsahariana.
Hasta no hace mucho, se creía que la industria del hierro en el África profunda, se había introducido a partir de Asia, a través de rutas de comercio desde Nubia o por el Sáhara. En la actualidad, las pruebas de termoluminiscencia y dataciones más precisa han permitido establecer la cronología de yacimientos arqueológicos en Nigeria, Tanzania y Camerún, datándolos en el 2.500 a.C.
De esta forma la siderurgia africana, se habría desarrollado a la par que en Asia y Oriente Medio, aunque parece que sin conexiones específicas, y siglos antes que su introducción en Europa.
Clasificación de la Premoneda Africana
Bajo estos conceptos, presentamos un esquema sobre la clasificación de la Premoneda Africana:
Materiales de origen orgánico:
– Vegetales
- – Semillas comestibles: cereales.
- – Semillas no comestibles: semillas de Abrus precatorius: llamadas damba, o rati. Utilizándose en Nigeria y Camerún y regiones periféricas.
- – Polvo o pasta de madera roja: túkula. En los Congo y aledaños.
- – Paños de rafia o algodón: como el machira, tsulu, adinkra, lubongo, o shoowei de Gambia, Senegal, Ghana, Nigeria o Congo.
– Animales
- – Conchas de moluscos.
- – Discos de Conus: kibangwa. En Congo, Kenia, Uganda, Etiopía.
- – Caurís: Cypraea moneta y C. annulus; simbos: Olivella nana.
- – Dientes de hipopótamo, tallados o como abalorio.
- – Colmillos y cuernos: de elefante, hipopótamo, en aros, cuernos de rinoceronte.
- – Pelos de la cola: de elefante o jirafa.
- – Ganado.
- – Esclavos.
Materiales de origen mineral
– No metálicos
- – Sal: amolé. Usada en Sierra Leona, Malí, Nigeria, Camerún, Congo, Sudán, Etiopía.
- – Cerámica, ágata y vidrio: cuentas de collar aggry.
- – Discos de cuarcita perforados: sokpé, piedras de Togo. Utilizados en Sierra Leona, Ghana, Togo, Benín y Nigeria..
– Metálicos
- – Tobilleras: diako, ambi, ebuke, batakataka, konga. Que utilizan en Malí, Burkina Faso, Costa de Marfil, Togo, Ghana, Congo etc..
- – Brazaletes, de origen árabe y usados en todas partes.
- – Pulseras: onganda. En ambos Congo, Angola y aledaños.
- – Manillas: popo, mkporo, abi, ejema, onoudu, okombo, usadas y así llamadas sobre todo en África occidental.
- – Cruces de Katanga: handa. Usadas en los Congo, Zambia, Zimbabwe y Mozambique.
- – Lingotes: losol, tajere de hierro, en Nigeria y países relacionados. Lerale de cobre, en Sudáfrica y entorno.
- – Cruces de plata o metal. Etiopía.
Hierro
– Hierro
- – Espirales: minkata, mitako. En los Congo, Angola y limítrofes.
- – Azadas, como símbolo de terreno propio: bokona, ensuna, hashshash, iwenga, jembe, khasu, lokongo, munesia, purr purr, sakania, shoka. Usadas en Burkina, Nigeria, Camerún, Congo, Uganda, etc.
- – Gongs y cencerros: elojundja, ilonga, gunga. En los Congo, etc. – Puntas de flecha: m’bili ngbaka. En R.D. del Congo y R. Centroafricana Zong, mandjang, bitchie en los Congo y aledaños.
- – Martillos: ensuba o maza Potato. Desde Costa de Marfil a Camerún.
- – Varillas: boloko en forma de U de cobre, y rectas mukuba en Congo. Buji de hierro en Liberia. Gitzi o peniques Kissi de hierro en Liberia y Sierra Leona.
- – Forma de lanza: bikie en Camerún, ikonga en Congo. Liganda, ngbele, doa, dibunga. En los Congo y países aledaños.
- – Armas arrojadizas o cuchillos: pinga, ngwolo, moko-ndo, za, oshele, kul, peniques Ogoja. En Gabón los Congo, Angola etc..
- – Armas Ceremoniales: mbulu o cuchillo de ejecución Ngala, ikul, ikula, trombasc, ntosoko o cabeza de pájaro. Gabón los Congo, Sudán etc
- – Hachas ceremoniales: zappozap, kasuyu. Ambos Congo.
- – Hachas arrojadizas. En Camerún y aledaños.
– Oro
- – Figuritas metálicas: Contrapesos de oro Akan, Costa de Marfil, Ghana, Togo y Benín o ranitas de bronce de Camerún.
- – Polvo de Oro. Pueblos Akan. Benín, Ghana, Togo, Costa de Marfil.
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