
La humanidad siempre ha tendido a recurrir a lo místico, cuando no ha sabido o podido solucionar dilemas o problemas que la superan.
La gran mortandad de niños en los partos o antes de la adolescencia, y el no encontrar soluciones, han llevado a muchos pueblos a recurrir a lo desconocido.

África es tal vez el continente que más sufre esta lacra. Tal vez por ello recurren a respuestas, y ayudas, de los poderes del otro mundo.
La creencia en la reencarnación, tan arraigada en África, está entre los yorubas vinculada a los ancestros de cada familia, ellos piensan que un difunto se puede reencarnar en un descendiente de segunda generación, un nieto por ejemplo para entenderlo mejor, recién nacido y de la misma familia.
El bienestar de la familia depende por tanto de la regularidad generacional, para lo que se realizan sacrificios, libaciones y oraciones a los ancestros recientes para que tengan paciencia y a los antepasados por si su reencarnación se este dilatando.
Ibeji y creencias religiosas
En tiempos antiguos a los gemelos se les tenía temor generando desconfianza e incluso repulsión; realmene hay que pensar que eran una doble carga, tanto para alimentarlos y cuidarlos, como para llevarlos, pues las continuas desavenencias entre los clanes dificultaban asentamientos fijos.
Estoy recordando pueblos que mataban a sus hijos recién nacidos y se apropiaban a la fuerza de los que tenían los pobladores que conquistaban.
Sistemas esclavistas
La llegada de sistemas esclavistas entre los siglos XVII al XVIII y sobre todo la enorme mortandad producida por enfermedades como la viruela y el cólera*17 trasmitidas por esta causa.
Desconocidas en la región hasta ese momento, propició que ante la necesidad de niños recién nacidos empezaron a verse como doble aporte a la famila, celebrándolos con alegría y entusiamo.
Pero se les atribuye un poder que establece su relación en función de si quien accede a compartir al niño es aceptado o por el contrario desilusiona.
Capaz por tanto de las mayores satisfaciones en un caso, o si no, desgracias como desastres, enfermedades o la muerte, por lo que se les debe respeto y realizarles las oportunas ceremonias y sacrificios.
* Nota 17: La viruela la trasmitieron los esclavistas blancos que se contagiaron en el continente americano. El cólera, casi endémico en Europa en esa época, por los que de allí llegaron, aunque se encubrió entre las numerosas fiebres que ya se padecían en África.
Orisha
La mujer que tiene gemelos es objeto de deferencia y gratitud, pues sus hijos están cerca de los dioses, por lo que se les celebra con cantos de alabanza y la entrega de suculentas viandas.
Por eso cuando un gemelo fallece, se recurre al adivino para averiguar la causa y saber qué orisha estaba disgustado y si exige para reparalo que se realice una figura conmemorándolo.
Pero al considerar que los gemelos compartían alma, o ere, se tenía que representar a los dos.
Ere Ibeji
En tiempos antiguos como los que decíamos antes, eran considerados una doble carga para las familias más humildes que llegaban a asesinar a uno de ellos.
Esto, hasta entonces normalizado, llegó con el tiempo a tomarse como una ofensa a Shango exigiendo castigar a la familia estensa por no ocuparse de sus parientes más necesitados.
En ese caso se procedía a solicitar a Ifá qé se debía hacer, siendo entre otras cosas el que la madre bailara cada cinco días, cíclo lunar, al Ere Ibeji o espíritu del niño muerto.
Era fundamental que para conseguir beneficios ambas estatuillas estuvieran juntas e incluso se tocaran, en caso contrario sus aptitudes benéficas desaparecerían.
Al creer los Yoruba que los gemelos compartían alma, sino se realizaba la figura ere, se creía que este podría vengarse pudiendo incluso llevarse con él a su hermano o procurar desgracias a la familia.
De las dos figuras, a la ere, alma común pero representación del fallecido, se la tallaba con el sexo que tuviera pero con una idealización de adulto.
El altar familiar
Las ere se situaban en el altar familiar donde se les debía vestir y alimentar del mismo modo que a su gemelo vivo.
Hasta aquí, algo hasta cierto punto tan natural como otros sistemas de recuerdo por el dolor de los niños fallecidos en cualquier otro lugar del mundo.
Veamos ahora su mitificación y el lugar que ocupan entre las múltiples ramas sincréticas…
Sincretismo
Para los yorubas, descendientes de estos o los adeptos a estas creencias, los Ere Ibeji están dedicados a Sangho, por lo que se les asperge polvo de lwa*18, siendo Sangho en este caso Oko Ibeji o esposo de gemelos, llamándoseles abekouta ibeji.
Tienen gran importancia en la vida cotidiana de la familia donde se les hacen monumentos, compuestos de varios abekouta o figuras de gemelos que hayan muerto.
* Nota 18: Polvo blanquecino resultante de pulverizar el carbón o la ceniza del arbusto aromático llamado leva, lewa, o lwa.
Al primer gemelo que nace se le llama, Taiwo, contracción de to aiye wo, ‘El que viene a probar la vida’.
Al segundo Kehinde, de ko ehin de, ‘El que viene detrás’, siendo el mayor de los dos.
Se dice que Kehinde siempre envía a Taiwo delante para ver si la vida merece la pena. Kehinde es cuidadosos reflexivo e inteligente. Taiwo curioso aventurero e indiferente.
Los gemelos son también conocidos como Ejire aquellos que siendo dos, son uno.
Aina es aquella contraparte femenina del niño muerto por causa de habérsele enredado el cordón umbilical en el cuello.
El cordón tiene dos pliegues a los que se vincula con los caminos o vías por donde este recibió el Ide Ifa y el Oje Oosala, el ser respectivamente favorito de Eshu y prosecutor de Orunmila.
Son por tanto tenidos por orishas menores hijos de Sangho y Osun, aunque en algunos sitios se dice que su madre fue Oiá y criados por Yemayá.
Orishas
Etimológicamente la palabra de origen yoruba, Ibeji, proviene de dos vocablos ib, ‘nacer’, y eji, ‘dos’o sea nacimiento doble en alusion a los gemelos.
Los Ibejis son niños, Orisha, pero niños. y al ser por tanto espíritus emergentes están vinculados a todo comienzo, sea un manatial, el parto de cualquier ser, la eclosión de una mariposa o ave, o la germinación de una planta.
Los ibeji son la única deidad dual dentro de la cultura africana, necesitando por tanto de una doble ofrenda o presente a la hora de agasajarles, cuidando que sean para ambos sexos.
Relatan un mito que cuenta:
Pueblo de Isokun
Mito ibeji
“En la antigüedad, en el pueblo de Isokun, vivía un agricultor muy próspero, pero que era más conocido como cazador de monos. Esto se debía a que aunque sus siembras eran muy abundantes, los monos se comían sus cultivos dañándolos considerablemente. Los monos eran una plaga para el agricultor.
Este trataba de expulsarlos, pero ellos iban y venían, comiendo todos sus frutos. Él y sus trabajadores vigilaban los cultivos, lanzando piedras, amenazando con palos o matando a los monos, que reculaban pero volvían de inmediato a comer de su huerto.
El agricultor se las ingenió y mediante trampas y cercados consiguió mantener a los monos a raya. Pero entonces, los monos hicieron Juju, brujería, consiguiendo que lloviera a cántaros obligando a los vigilantes a guarecerse en las casas, pensando que también los monos actuarían de igual modo.
Pero la brujería funcionaba allá donde los hombres estaban, permitiendo a los monos comer y comer a placer y en seco. Cuando el agricultor lo descubrió, mandó techar los accesos a las lindes de cada parcela para que los vigilantes se guarecieran.
Así consiguieron acabar con muchos monos.
Un día llegó un adivino al pueblo de Isokun y predijo al agricultor: ‘Si continúas matando monos, tus esposas no podrán tener hijos.
Los monos son sabios y poderosos, ellos tienen la facultad de enviar un abiku, hechizo que mata a los recién nacidos, a los vientres de tus esposas. Cesa de matar monos. Permite que los monos vengan y coman en tu tierra’.
Babalawo
Pero el agricultor no creyó a aquel babalawo y continuó matando monos.
Estos se reunieron y discutieron la forma de vengarse del hombre. Fue así como decidieron enviarle dos abikus.
Entonces dos monos se transformaron en abikus introduciéndose en el vientre de una de las esposas del agricultor.
Cuando la mujer parió, nacieron los primeros gemelos en aquel pueblo yoruba.
Esto atrajo la atención de todo el mundo. Era la primera vez que nacían dos niños a la vez.
Unos dijeron: ‘Qué buena fortuna para el agricultor’. Otros manifestaron:
‘Esto es un mal signo para el agricultor, ya que sólo los monos paren gemelos’.
Los gemelos abikus
Como los gemelos eran abikus, al poco tiempo murieron. Y los monos retornaron al ‘lugar de los no nacidos’. De nuevo, una de las esposas del agricultor quedó embarazada, y cuando parió, nacieron otros gemelos.
Pero como eran monos, al poco tiempo de vida, murieron. Así pasó con todas las esposas.
El agricultor, desesperado porque no podía tener herederos, emprendió un largo viaje para consultar a Orúnmila. Ifá le dijo:
‘Tus problemas son provocados por los monos. Ellos están enviando abikus a los vientres de tus esposas. Tú le has provocado a ellos un gran sufrimiento, y ellos en venganza te hacen Juju. Permite que ellos coman en tus cultivos, a lo mejor así se apaciguan’.
El agricultor regresó a Isokun, y dejó de cazar monos que pudieron comer con tranquilidad. Al poco, una de las esposas del agricultor quedó embarazada y parió gemelos. Pero el agricultor, inquieto por sus anteriores experiencias, fue de nuevo a consultar el oráculo de Ifá para asegurarse de que sus hijos no murieran otra vez.
Ifá
Ifá le dijo:
‘Estos gemelos no son abikus. Los monos se han apaciguado. Pero tampoco estos gemelos son niños ordinarios. Estos gemelos tienen el gran poder de premiar o castigar a los seres humanos. Su protector es el Orisha Ibeji. Si alguien maltrata a estos gemelos el espíritu Ibeji castigará a esa persona con enfermedad, pérdids de embarazos y pobreza. Y quien trate a estos gemelos con bien, será recompensado con hijos y buena fortuna’.
Orisha Ibeji
Ifá también dijo:
‘Debes hacer cualquier cosa que les haga felices en este mundo. Lo que ellos quieran, dáselo. Haz ofrendas al orisha Ibeji.
Ya que los gemelos fueron enviados al mundo por los monos y estos son sagrados para el Orisha Ibeji. Ni los gemelos ni sus padres pueden matar monos ni comer carne de mono’.
Orisha Ibeji
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El agricultor retornó a Isokun y le dijo a su esposa lo que Ifá le había advertido.
Él le explicó que lo que los gemelos quisieran, había que dárselo.
Si querían dulce, se los diera; si querían ir al mercado a pedir, que los cargara y los llevara al mercado; si querían bailar, que ella los cargara en sus brazos y danzara con ellos. Así llegó la buena fortuna a la vida del agricultor.
Adanjunkale
Desde este día, los gemelos son llamados Adanjunkale, ‘Los ojos brillantes de la casa’ ”.
Por eso a las figuras Ibeji se las representa como si fueran reales, y se las viste y engalana usando ropas cuajadas de cauríes, cuentas de vidrio, monedas o pintadas.
Se dice que los Ibejí incluso consiguieron auyentar al Diablo, mediante molestas argucias que le obligaron a prometer marcharse y anular las trampas que había colocado para capturarlos.
Las figuras Ibeji
Están considerados patronos de los gemelos aunque dan protección a todos los niños, llegando a invocárseles cuando estos enferman.
Se celebra su fiesta el 27 de septiembre en la que se reparten dulces a los niños.
Todo lo que sea doble les simboliza y aquello con lo que se les honre debe ser doble, sean tambores, campanillas o velas.
Se sincretizan con Cosme y Damian los hermanos cristianos martirizados por Diocleciano, en muchas partes se les representa sentados en taburetes unidos por una cuerda.
- 179 Foto de la esposa del Oba de Kishi, reino de Oyo, con los Ere Ibeji de sus hijos gemelos fallecidos en 1920. Foto de 1970.
- 180 Foto de una jóven madre con los Ere Ibeji de su hijo o hijos gemelos fallecidos.
- 181 Foto de una muchacha, sosteniendo el posiblemente Ere Ibeji representación de su gemelo.
- 182 Los Ibejis ‘no’ son muñecas, que sonría, solo quiere decir que aún mantiene la conexión con su hermano.
- 183 Niñas posiblemente en su ritual de paso por las marcas corporales que muestran. La de la izquierde lleva ibejis que sugieren representación de su hermanos fallecidos, que no se deben perder un acontecimiento tan importante para su hermana.
- 184 Foto de Deborah Stokes cuyo pie reza: Baba Magba. Posiblemente el babalawo de Magba.
Egbado, Ibarapa
185 Egbado, Ibarapa 186 Egbado, Ibarapa 187 Egbado, Ibarapa
- 185 Ibeji, pueblos yoruba, grupo Egbado o Ibarapa, Nigeria. Siglo XIX al XX. Madera, cuentas de vidrio, tela de algodón, azul añil, polvo de leña. Medidas: 24.1 x 9.2 x 8.9 cm. Donación del Dr. Jeffrey S. Hammer, en 1979 al Metropolitan Museum of Art, MET. Nº rg: 1979.527.26
- 186 Ibeji, pueblos yoruba, Nigeria. Siglo XX. Madera, cuentas de vidrio variadas. Medidas: 23.5 x 8 cm. Adquirido por B Kerrigan para el Museo Nacional de Escocia – British Museum. Nº rg: 1951.21.1
- 187 Ibeji, pueblos yoruba, Egbado o Ibarapa, Nigeria. Siglo XIX al XX. Madera, cuentas de vidrio. Medidas: 23 x 10 x 7 cm. Colección particular.
Erin u Oshogbo
188 Erin u Oshogbo 189 Erin u Oshogbo 190 Erin u Oshogbo
- 188 Ibeji, pueblos yoruba, Ilobu, Erin u Oshogbo, Nigeria. Siglo XIX al XX. Madera, polvo de leña, cuentas de vidrio, azul añil. Medidas: 27,9 × 7,6 × 8,3 cm. Donación de F. Peter Rose, en 1981 al Metropolitan Museum of Art, MET. Nº rg: 1981.424.14
- 189 Ibeji, pueblos yoruba, Ilobu, Erin u Oshogbo, Nigeria. Siglo XIX al XX. Madera, clavos, polvo de leña, latón, cuentas de vidrio. Medidas: 29.2 x 7.6 x 7.9 cm. Donación del Dr. Jeffrey S. Hammer, en 1979 al Metropolitan Museum of Art, MET. Nº rg: 1979.527.5
- 190 Ibeji, pueblos yoruba, Ilobu, Erin u Oshogbo, Nigeria. Siglo XIX al XX. Madera, polvo de leña. Medidas: 26 × 7.9 × 7.9 cm. Donación de F. Peter Rose, en 1981 al Metropolitan Muesum of Art. Nº rg: 1981.424.13
Ibeji estilo Abeokuta
.191 Egba Abeokuta 192 a Egba Abeokuta 192 b Egba Abeokuta 193 Abeokuta
- 191 ibeji pueblos yoruba, Nigeria. Inicios del siglo XX. Madera y cuentas de vidrio. Medidas: 23,5 x 7,5 x 7 cm. Donación anónima de los Amigos Americanos del Museo de Israel. Nº rg: B99.0874 (ab)
- 192 a b Ere ibeji, pueblos yoruba, Abeokuta, Egba, Nigeria. Siglo XIX al XX. Madera, cuentas de vidrio, metal, ristras de caurís unidos. Medidas 25 cm. Museo nacional de Escocia. Nº rg: A.1931.119, A.1931.120
- 193 Ere Ibeji, pueblos yoruba, estilo Abeokuta, Nigeria. Inicos siglo XX. Madera, cuentas de vidrio, metal, caurís, añil. Medidas: 24 x 6 x 10 cm.
La Porte Dogon
La Porte Dogon para Bafra 2020. Que dice:
Bafra 2020
El añil, los collares de perlas redondas y tubulares, pulseras de tobillo y grandes anillos de metal en las muñecas y las hileras de caracoles, constituyen el ‘abiku’, los abundantes adornos con función apotropaica de estas efigies ‘ere’ de gemelos.
El espacio formado por la posición de los dedos de la mano ilustra las tradiciones estéticas yoruba de la región de Abeokuta en el estado de Egba.
Estilo Omu Aran
194 Omu Aran, Igbomina 195 Sakhi, Oyo 196 Ila Orangun, Ekiti
194 Omu Aran, Igbomina 195 Sakhi, Oyo 196 Ila Orangun, Ekiti
- 194 Ere Ibeji, pueblos yoruba, estilo Omu Aran, Igbomina. Inicios siglo XX. Madera, pigmentos, cauris, metal. Medidas: 28,5 cm y 29 cm. Ex colección Pierre Dartevelle, Bruselas. Ex colección Fily Keita, Los Ángeles.
- 195 Ere Ibeji, pueblos yoruba, estilo Shaki, Oyo, Nigeria. Inicios del siglo XX. Madera, pigmentos, caurís, cuentas de vidrio, fibras. Medidas: 24,5 x 26,5 cm. Ex colección Helmut Zake, Heidelberg. Flak Galerie.
- 196 Ere Ibeji, pueblos yoruba, Ila Orangun, Nigeria. Inicios siglo XX. Madera, pigmentos y cuentas de vidrio. Medidas: 30 cm. Ex Christie’s, Tribal Art, 22 de noviembre de 1988. Ex colección William A. McCarty-Cooper, Los Angeles. Ex colección privada, EE. UU. Flak Galerie.
Ibeji pueblo yoruba
197 Poto Novo,Benín 198 egbado ibarapa 199 Ilobu Erin, Oshogbo
- 197 Ere Ibeji, pueblos yoruba, Porto Novo, Benín. Siglo XX. Madera, cuentas de vidrio como ojos, metal, restos de materia de cubrición, añil. Medidas 23 cm. Galeria Bruno Mignot.
- 198 Ere Ibeji, pueblo yoruba, Nigeria. Siglo XIX al XX. Madera, cauris, cordón, cuentas de vidrio, campanas de bronce. Medidas: 22.8 x 8.3 x 2.7 cm. Donación: The Michael C. Rockefeller Memorial Collection, The Diana Woolman Memorial Collection en 1973 al Metropolitan Museum of Art. MET. Nº rg: 1978.412.673
- 199 Ere Ibeji, pueblos yoruba, Ilobu Erin, Oshogbo. Siglo XIX al XX. Madera, clavos, cuentas de vidrio, polvo de leña, añil. Medidas: 28,6 x 8,9 x 7 cm. Donación del Dr. Jeffrey S. Hammer en 1979 al Metropolitan Museum of Art. Nº rg: 1979.527.11
MAPA YORUBA

En este mapa especifico del territorio Yoruba, sin que se de por estricto sino tan solo como idea genérica, se han circundado de colores las áreas de estilo o influencia de la mayoria de las piezas que hemos visto.
Vemos que los ríos delimitan, pero incluso con ellos se cruzan influencias.
El blanco corresponde al territorio Anago y de Porto Novo en Benín.
Pero también al mayor mercado generalista del que salen pos su puertos y oficinas petrolíferas gran parte de sus obras.
Egba
El rojo a Egba, Abeokuta; mientras que el el azul claro a Ibarapa Egbado; el azul oscuro a Shaki, Oyo.
El amarillo a IlobuErin , Oshogbo; el granate a Omu Aran, Igbomina; y el verde a Ila Oranyan, Ekiti.
Esto no quiere decir nada, pues las tallas, como hemos visto antes, pueden haberse hecho por artesanos de Oyo que se fueron a la costa de Benín a trabajar y sin embargo haberse comprado la talla en Ekiti, por ejemplo.
Wiliam Fagg
Wiliam Fagg subdividió las creaciones en dos tipos, las de costa y próximas a Benín de las que dice que se representan con los ojos almendrados y las manos en ángulo recto.
Las de Oyo e Igbomina al norte, con ojos que son desorbitados, el peinado alargado y el arco de hombros y brazos que se une directamente al torso.
Permitidle a mi percepción alguna consideración más:
Egba Abeokuta
Egba Abeokuta: presentan caras insinuadas sin ningún rasgo marcado. Sí me parece que muchas, no todas, reamarcan los dedos gordos de las manos.
Presentan aros de metal en muñecas o manos y largas ristras de caurís, en sus collares de cuentas predomina el blanco salpicado de rojo.
Algunas, encontradas allí y clasificadas como de la zona, por qué no, se salen de ese patrón en las caras y se muestran con más claridad aunque sin resaltar los rasgos, presentan escarificaciones en todo el plano de la cara pordebajo de los ojos hasta el final de la mandíbula.
Ibarapa Egbado
Ibarapa Egbado: Muestran pelo bien peinado y en la frente tres escarficaciones con forma de hoja lanceolada y hasta 4 en las mejillas.
Rasgos muy exagerados con ojos saltones y pupila incisa, nariz grande, labios carnosos, grandes orejas, manos delimitadas.
Suelen llevar pendientes y algunas taparrabos tallados o de tela, sus collares de cuentas tienden al azul pero llevan una cuenta central más grande roja.
Shaki Oyo
Shaki Oyo: sus representaciones rompen los esquemas generales, situándose muy cerca de un individuo real.
Sus proporciónes antropométricas y estilo están más cercanos al europeo.
Muestran peinados muy bien definidos y estructurados, la pupila suele ser una cuenta mostrando el orificio.
Gran profusión y colorido en las cuentas de vidrio aunque no se puede olvidar el color blanco y la cuenta roja, llevan agrupaciones de tres o cuatro cauris máxmo colgando de los brazos.
Ilobu Erin
Ilobu Erin , Oshogbo: En vez de peinado parecen llevar un tocado, pues se ve rematado en el borde con la frente y las aristas que lo delimitan con algo similar a tiras de cuentas como adornándolo.
Los ojos son protuberantes y los definen incorporando pestañas en los parpados; el resto de rasgos son pronunciados con estrias rectas bajo los ojos en comisuras labios.
Y a veces en barbilla, labios salientes y marcados pero planos; piernas muy robustas que dan la sensación de ser proporcinalmente las más cortas; gustan de los aros de metal por encima de las cuentas de vidrio.
Igbomina Omu Aran
Igbomina Omu Aran: cabeza en forma de pera, donde el cónico peinado es tan largo como el resto de la globular cara, los rasgos aunque sin gran definición sí son protuberantes, sus orejas son grandes y situadas muy atrás sobre la nuca.
Con ojos desmesurados y chata nariz, aunque lo que más llama la atención es la larga boca incisa y sin labios que forma un angulo cuyo vértice cae sobre la barbilla.
Muestran estrias, tres, con forma de hojas alargadas y finas sobre la frente y bajo los ojos; doblan los brazos por el codo.
Sus abalorios son sobre todo los típicos de semillas negras cortadas en discos unidos que posteriormente se hicieron de acetatos o plásticos también negros, no renuncian a las cuentas de vidrio rojas aunque las intercalen con algún otro color; llevan una larga ristra de caurís de la mano y grandes aros de metal en la cintura.
Ila Oranyam Ekiti
Ila Oranyam Ekiti: Si en estas figuras algo destaca es el tamaño del exquisito peinado en superestructura, es como si todo el poder y la gloria se concitara ahí, es tan elegante como exagerado.
Y suelen recoger las puntas de la cúspide en algo que parecería un aro metálico que casi forma una corona.
Por lo demás la cabeza es globular donde las caras muestran orejas y ojos de gran tamaño y aunque definidos, estos y la nariz y boca de menor tamaño, están insinuados que no remarcados; el cuerpo es esquemático aunque destaca el sexo y los detallados pies.
Apenas usan cuentas que tienden a ser rojas.
Nago o Anago
Anago, Porto Novo – Benín: Centrandonos en los Nago o Anago, a primera vista sus figuras se parecen en cierta medida a las del extremo opuesto de los Ekiti.
Pero se aprecián elementos caracteristicos de los Fon, como los globos oculares aunque incorporan como pupila una cuenta mostrando el orificio.
Otra peculiaridad es que ellos insertan los ojos en unos parapados que forman un perfecto rombo; sus orejas se situan por debajo de la linea del arco ciliar, algo inusual en el resto; pero sus escarificaciones lanceoladas si se semejan a las de sus vecinos fronterizos de Egabado Ibarapa.
Por lo demás lo que más resalta es la impregnación que suelen tener de barro con materia sacrificial con que las que en Benín suelen envolver todo, dejando tan solo la cabeza y a veces los pies, solo a la vista; incorporan aros de metal aunque usan muy poco las cuentas.
Respecto al resto del termino costero, es como se ha dicho donde más se concita el europeo y el dinero desde el siglo XVII por lo que en sus mercados se puede encontrar una obra maestra de los Tsokwe o reproducciones de ibejis chinas en resina.
abeokuta, ede, egbado egbe, oshogbo y shaki
Esto lo he basado tras ver, como mucho, no más de 20 figuras de cada zona en la mano, que tampoco es una encuesta eshaustiva, aunque cientos en foto, por lo que solo es eso, un pequeño estudio que no pretende discrepar y menos enmendar a expertos como WiliamFagg.
Ellos dan como variaciones de estilo las de abeokuta, ede, egbado egbe, oshogbo y shaki; todas en la circunscripción del estado de Oyo menos oshogbo, por lo que he prefiero optar por zonas más pequeñas, aunque las diferencias sean menos evidentes entre los más cercanos, pero sí suficientemente apreciables.
Cuando tratemos los trabajos presentados en el apartado ‘madera’, espero sepa hacerlo de manera que ‘esas pequeñas diferencias’ se aprecien mejor.
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