
Maleeo es la ‘Madre de todos’ pero su ‘presentificación’ se funde y confunde con Kolotyolo, el ‘Dios Creador’, son el ente superior dos en uno. Si se tiende a solicitar a la parte Kolotyolo este obliga a que sea a través de Yiriigifolo o Nyehene, mientras que si eres de la región de Koufulu, Maleeo se manifiesta a través de los tambores sagrados. Estos rituales se denominan Pinge.

Siibéle déblé |
Estas figuras de siibéle déblé son variantes de las figuras cariátides, pombibele, utilizadas durante las ceremonias funerarias de la sociedad tyekpa junto con los tambores ceremoniales.
Instrumentos músicales Senufo
Como músicos, son reconocidos mundialmente, tocando una multitud de instrumentos, tanto de viento o aerófonos, de cuerda o cordófonos o de percusión membranófonos.
*Nota: En el estudio sobre ‘Instrumentos Africanos’, se pueden ver los distintos instrumentos musicales Senufo utilizados en África.
La música, está siempre presente normalmente, y tampoco falta en los rituales de las sociedades Wambele y Tyepka que entre sus rituales son famosos por sus hechizos. En las ceremonias funerarias tyekpa se utilizan mascaradas kagba la vaca o nasolo el toro, que corresponden no solo a distintos pueblos senufo como los nafara en el primer caso y koufulu en el segundo, sino también al tipo de danza que realicen, ambos y siempre con los cascos kponyugu o wanyugo y con las figuras acompañando en la danza, que mientras dura la ceremonia se llevan sobre la cabeza y al final golpeando el suelo como hemos visto.

Foto de Cheryl Koralik |
Tambores sagrados
Aunque todos los instrumentos suelen tener relación entre sí y técnicamente todos se construyen casi del mismo modo, siempre hay excepciones, sí es distinto lo que atañe a su diseño y decoración. La simbología y colorido varía, en función de la zona incluso siendo del mismo pueblo, recordemos la amplitud de territorio de los senufo por ejemplo, y hablando de ellos, se reconocen dos zonas de influencia, la que proviene del Sudán occidental que se confunde a veces con el Sudán Francés y la que está influenciada por los susu de la región de las costas de Guinea, Bissau y Conakry, Liberia y Sierra Leona.
El tambor en senufo es kule y los artesanos que lo hacen kulebele. Siempre el tambor está tallado en una sola pieza de madera, unas veces hecho en forma de ánfora y otras cilíndrico, pero siempre con tallas en bajorrelieve.
A veces el vaso está sostenido por una mujer sentada similar a una cariátide griega, otras, en los de tono más profundo, más grandes, sobre cuatro pies.
Peinados y escarificaciones faciales
Realmente, cuando se observan las decoraciones de pueblos antiguos, son claras las referencias que les identifican y aunque compartan determinados símbolos con pueblos vecinos, estos aparecen con las características precisas del pueblo en cuestión. En los senufo, siempre son tallas de mujeres las que soportan el vaso del tambor, sus peinados y escarificaciones faciales y corporales identifican perfectamente hasta el clan y estatus de la mujer, incluso sus pulseras y adornos llegan a hablar de alguien concreto.
El hecho de mostrarla sentada sobre un taburete de cuatro pies, ya es una notable diferencia con muchos pueblos vecinos, y denota un alto rango que no tiene que ver sólo con lo material. Algo común es la serenidad que muestran las caras, son muestra de la responsabilidad que el individuo asume con su comunidad y que ella, y máscaras y figuras en general, quieren recordar. Y siempre la mujer, por ser garante de continuidad vital, pero también del pilar espiritual donde se asienta la sociedad.
El sején
Cada tambor relata en las imágenes talladas, los compromisos y o demandas que se espera trasmita al ser tañido. El sején, el ave, ya es un claro emblema asociativo que proclama unas reglas concretas, las que impone pero aceptan los asociados al poro.
Animales primigenios de su relato místico como el cocodrilo o la pitón, fo, emblema de los adivinos; un hombre implorante pues alza los brazos al cielo aunque lleve su arco, tal vez pidiendo buena caza, tal vez; una culebra frente a una tortuga representando la sabiduría sobre las plantas, sus posibilidades curativas y sobre la brujería; a un sambali, el mejor con la azada; un jefe sobre su caballo, lo que le identifica como tal.
Todos ellos elementos que relatan a la sociedad senufo y el engranaje que se han creado para armonizar lo espiritual con lo material. Todo en una visión que al que observa le da al instante toda la información necesaria para entenderlos, si se quiere, pues si no, a qué vas.

Los membranófonos
Los tambores pertenecen al grupo de los membranófonos. Esto quiere decir que necesitan de una caja de resonancia rígida y de una tapa elástica, ajustable, que al golpearla vibre, expandiendo el sonido. Esta membrana suele ser de piel de bóvido normalmente, que se sujeta y tensa con clavijas de madera. Los kulebele llegaron a ser un gremio disputado, requerido más bien, pues había que ser muy hábil con la azuela para ilustrar por fuera pero mejor aún para darle al hueco la sonoridad y tono adecuado que se requería.

Los tambores son la primera versión de un móvil. Casi con las mismas utilidades, pues no solo trasmiten noticias o comunican sucesos, también son virtuales en cuanto capaces de hacer creer en que seres al otro lado, que nunca se han visto, interrelacionen y den soluciones, o engañen, al que convencido, escucha, llegando incluso a hacer ver.
Por eso resultan imprescindibles en lo lúdico, como los concursos de labradores, algo de hombres normalmente; como en los rituales de adivinación, normalmente mujeres, del sandogo, pero sobre todo en sus funerales, donde se hacen esenciales si se quiere honrar a la difunta.
Los concursos de labrantía o ceremoniales del poro
Incluso para estos eventos, el tambor muestra sus diferencias, pues los utilizados para los concurso de labrantía o ceremoniales del poro son cilíndricos, tocados por varones, así como los de sandogo lo son también pero tocados por mujeres; aunque en los funerales, bien sean del poro como de sandogo requieren de intérpretes femeninas y muestran cariátides, como hemos visto siempre mujeres, que en realidad son el reflejo de aquello que fue, pues en origen tambor solía ser uno para todo.
Pero eran las muchachas jóvenes y solteras las que los llevaban y sujetaban de igual manera para el gran ritual funerario del Kuumo, en honor de todos los fallecidos, los de los últimos años, y venerando a los espíritus de los muertos ancestrales. Estos mismos tambores se utilizan previamente de igual manera en los rituales de adivinación convocando a los espíritus y al finalizar, cerrando la ceremonia y agradeciéndoles su participación.
Es habitual que las chicas jóvenes de cada clan, se asocien alrededor de su campeón, son las ton vala, y animen cantando y manejando sonajas sichaala o los tambores de agua sichaa gun go, intentando enardecer a su muchacho, para que haga un trabajo rápido pero efectivo.
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