

De izquierda a derecha, el techado de los jueces o Kafounda, detrás la casa de los muertos 0 Niboladala y la casa de adivinación o Kargbee a continuación. |
Hemos visto al principio cómo se instalan los senufo en sus poblados y hablado de algo fundamental porque es el eje del poblado, si no físico sí socialmente, es la casa fetiche, la kargbee, una construcción inconfundible entorno a la cual gira la vida de los senufos.
Asimismo, es una construcción como todas de adobe, algo más grande pero donde sobre todo destaca su cúpula, como todas de entramado y paja pero mucho más alta, pues cada año se añade una capa de paja del año sobre la anterior, como idea de renovación del compromiso del hombre y petición de que lo mismo hagan los espíritus.
Está cubierta en todo su perímetro de dibujos o bajo relieves de reptiles, otros antropomorfos y representaciones de demonios a los que hay que vencer. De sus paredes aparecen colgados decenas de collares y cráneos de pequeños animales domésticos que fueron sacrificados para pedir algún tipo de bien social o individual, pero sobre todo los hay de perros, que para los senufo son muy importantes sobre todo si son de caza, a los que protegen enrollando unas fuertes aunque elásticas cortezas en el cuello previendo los ataques de las alimañas del bosque, son los collares.
Es una tradición este sacrificio, con algo que el senufo valora y quiere, que es su perro, como lo fueron los antiguos sacrificios humanos; por lo que en determinadas ocasiones y en sustitución a aquellos antiguos sacrificios, los perros son degollados y ofrecidos a las deidades del Poro en las casas fetiche.
La casa fetiche o kargbee
La kargbee está situada en la plaza principal del pueblo, donde se encuentran a su vez el techado de los jueces, la Kafounda y la casa de la muerte o Nigoladala, a la que llevan los cadáveres para realizar los rituales funerarios.
La foto es elocuente pues se aprecian entre la casa fetiche y el techado de los jueces, ‘las piedras de la verdad’, unos pequeños montículos sobre los que se coloca una lasca de piedra donde se hace sentar a los acusados para ser interrogados y si hace al caso sentenciarlos ante todo el pueblo.
En la casa fetiche de cada barrio es donde se guardan las máscaras y tallas religiosas.
Preceptos y deidades del Poro
Los dibujos o relieves de la fachada representan preceptos y deidades del Poro, fundamento social de los senufo. Cada casa fetiche es gobernada por un guardián perteneciente al matrilinaje, que suele ser un alto dignatario de dicha sociedad secreta.
Aunque estas construcciones están situadas en un extremo del poblado, en la confluenciade este con el bosque, estas construcciones son esa barrera visual y virtual que trata de impedir las malas influencias que del peligroso bosque pudieran llegar. No por estar en el extremo opuesto a donde se vive cultiva y trabaja, son menos importantes, sino todo lo contrario pues es el lugar garante de todo lo que anímicamente el senufo precisa.
Más pequeños, sus hogares también de adobe y techumbre de paja, los graneros, y los almacenes para la herramienta mantienen la tradicional forma redonda, formando pequeños recintos familiares unidos y protegidos por muros del mismo material.
Igual que en nuestros pueblos, en los que las casa de más abolengo se sitúan cerca de las iglesias y lugares comunes como los ayuntamientos, y los nuevos se sitúan al extremo opuesto, entre estos pueblos, el jefe del linaje está pegado a dichas construcciones y el ultimó que se asentó está al otro extremo.
La kafounda una institución Senufo
Aledaña a la casa fetiche, a su sombra pues de ella se nutre, vemos en las fotos anteriores y en estas, en qué consiste la construcción de la segunda gran institución senufo, la kafounda y como sucede con muchos otros pueblos de la zona, estas son ‘grandes construcciones’ porque es grande y fundamental su importancia aunque no lo sea su aspecto.
Es donde se regula el orden social, donde quien lo altera se enfrenta a las inapelables consecuencias y donde el consejo de ancianos se reúne para tomar decisiones. Donde a pesar del poder del tarafolo, el jefe y más venerable anciano, al que quién discute?
Este sabe que democráticamente quien no esté de acuerdo en algo con él, sabe que existe un tribunal que juzgará su proceder y evitará que se exceda en sus funciones o cometa imprudencias.
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