

Cada representación de un animal, refrenda su carácter definido en sus mitos cósmicos. Estas máscaras son usadas en gran número durante las danzas fúnebres.
Esta es una más de entre las que se utilizan en el Dama, con la función de que las almas de los fallecidos que vagan perdidas, encuentren el camino al mundo de los espíritus donde se las espera y formar parte del reino de los antepasados.
Actuando, ciertas máscaras narran mitos, además de bailar.
Máscara Dyommo
Un ejemplo de esto es la máscara de Dyommo, el conejo, que lo hace acompañando a la máscara Dannana, el cazador. Este durante el baile intenta cazar las varias máscaras de liebre o conejo que intervienen junto a él.
Las persigue, pero estas huyen en todas direcciones, escondiéndose entre los espectadores reunidos en la plaza del pueblo.
Existen diferencias físicas notables en la recreación de las máscaras, donde el conejo se muestra de diferente manera que la liebre.
Mientras el conejo, confiado, muestra orejas que miran al espectador de frente, la liebre siempre atenta y temerosa muestra sus oídos lateralmente.
De estas máscaras, muy abundantes pues son más divertidas y amables para con los espectadores existe gran documentación fotográfica. En la actualidad, en que lo económico se ha llevado lo ancestral, será difícil encontrar alguien que sepa de diferencias tan sutiles, pero tenían su lógica.
Ambos suculentos, al conejo no se le persigue, como tampoco a la cabra o la gallina, está entre nosotros, familiarizado suave amable y abundante, es sinónimo de fertilidad. La liebre es huidiza, no tan fácil de ver y patrimonio del zorro, animal sagrado.
Uno suele tener sus orejas gachas y no necesita estar atento, la otra tiene un radar en cada una de sus orejas que las muestra desmesuradas e hiniestas.
No es una crítica sólo a estos pueblos, basta preguntar a alguien a nuestro lado porqué el santo patrón de nuestra ciudad lo es y se comprueba el dato, ellos también diferenciaban, ahora ya no.
Máscara Gomintogo o Gomtogo
Este tipo de máscara, muy diversa en sus ejecuciones es un totum revolutum. Todo cabe en este concepto.
La realización de esta mascarada está muy orquestada y expresa una narrativa mítica. Según la tradición oral, una bestia devastó el campo de un agricultor, comiéndose el mijo sembrado.
Enfurecido el agricultor lo cazó, colocando la cabeza en el altar de su casa. Sin embargo, el hijo del granjero enfermó al poco.
Consultado un adivino, este le dijo que era debido a que la bestia había poseído su nyama o espíritu.
Con el fin de ayudar al hijo del granjero, el adivino le dijo al granjero que construyera una máscara en honor del espíritu del animal muerto.
Por desgracia, la salud del hijo no mejoró. El adivino informó al padre que tenía que ir a la cueva donde enterró a la bestia, pintar la efigie de este sobre la pared de la cueva, y posar la máscara sobre la representación con el fin de que su espíritu se uniera a la imagen.
Mascarada Gomintogo
Hecho esto el hijo se recuperó y, más tarde, en el funeral del agricultor fallecido, se bailó la primera mascarada Gomintogo.
Desde ese tiempo mítico, cada hijo dogón conmemora el sacrificio hecho por ese primer padre, realizando el Gomintogo en el funeral de su padre. Durante la danza, el hijo hurga el suelo con un bastón, imitando al Gomintogo en celo.
El, después, bate la tierra tres veces a la izquierda y tres veces a la derecha, luego se arrodilla e imita el comportamiento del Gomintogo.
A la par se produce un canto que acompaña la danza, describiendo estos movimientos:
“¡Máscara de madera, cava el suelo con tu bastón, cávalo bien. Bate el suelo con tu bastón, golpéalo bien. Balancea bien tus brazos!”.
Timoteo Taranto ’08, realizó la investigación para esta descripción.
La máscara Gomintogo se cree que fue la primera máscara de animal, construida por el pueblo Dogon.
Adscrita al culto Awa, de la sociedad de danzantes, y fabricada por uno de sus iniciados, el Gomintogo representa una bestia mítica derivada de un rinoceronte, antílope, u algún otro mamífero del pastizal.
Hay en la actualidad, entre los comerciantes y algún coleccionista, un gran error al identificar alguna de estas máscaras con las de liebre.
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