
La primera olla y la que le sigue de Maritsoana son muy grandes y muy viejas. Ambas son lo suficientemente grandes como para haber sido utilizadas para fermentar cerveza.
Tengamos en cuenta que en la primera se observa un anillo de refuerzo en el cuello de arcilla para aumentar su resistencia
Las ollas Maritsoana
Las ollas Maritsoana, se utilizaban bien para fermentar cerveza, como para sacar agua de ríos o almacenar grano.

La invención de la cerámica es un fenómeno cultural muy significativo en la historia humana.
Aunque el papel del origen y aparición de la cerámica en diferentes áreas del mundo es todavía un tema de debate, la aparición de la cerámica en una cultura, a menudo se relaciona con cambios importantes en el estilo de vida, pues suele ser señal de que el cazador recolector, deja de ser trashumante para pasar a producir sus propios cultivos y alimentos, y a la vida sedentaria por tanto.
Aunque la cerámica puede haber tenido diferentes funciones en diferentes comunidades, y en momentos distintos en las mismas comunidades, es obvio que tenía, y sigue teniendo, un impacto importante en la vida de las personas.
Olla BaSotho

Esta gran olla BaSotho es la vasija de barro africana que con más curiosas restauraciones nos hemos encontrado.
Cuenta con 14 ‘puntos de sutura’, resueltos con cuerda atada a 28 perforaciones para restaurar las grietas y así su plena utilidad.
Barnett y Hoopes, 1995, nos dicen:
“La cerámica no sólo ha asumido un papel utilitario, por ejemplo, en la preparación y almacenamiento de alimentos y bebidas, sino que ollas de barro y figurillas también han servido con fines rituales y medicinales”.
Barnett y Hoopes
El África subsahariana
Gosselain 1999, o Jacobson-Widding 1992
“En el África subsahariana la cerámica está investida de una gran importancia simbólica.
La pieza está rodeada de rituales y de prohibiciones y varios pasos en la secuencia de producción sirven como metáfora para interpretar y actuar sobre ciertos aspectos de la experiencia humana.
La gente hace uso metafórico del vocablo cerámica, para referirse a transformaciones como el paso de elementos naturales a la diversidad de opciones que mediante ella podemos acceder, bien por conceptos culturales como por necesidades primarias.
Sirva como ejemplo la transformación de lo seco en húmedo, lo crudo en cocido, lo impuro a puro, todo a través de la operación de calor, o metafóricos para conmemorar el aislamiento y la destrucción, para designar las cavidades corporales, o para discutir conceptos como espíritu o la concepción”.
Nos dicen Gosselain 1999, o Jacobson-Widding 1992.
Él o la ceramista

Gosselain 2000 a su vez nos dice:
“Por otra parte, a la tradición original de su creación se le suman los ‘agregados sociotécnicos’, una mezcla intrincada de las invenciones, los elementos prestados, y las manipulaciones que muestran una propensión sorprendente de redefinición de los individuos o grupos locales”.
Gosselain 2000
Él o la ceramista fueron los ‘señores del fuego’, posiblemente los primeros que lo utilizaron para crear.
Tal vez intentando calentarse o cocinar, alguien pusiera junto o sobre el fuego un recipiente de barro, y de repente, otro, al cogerlo, se quemó dejándolo caer rompiéndose en pedazos, pero dándose cuenta que había adquirido una textura y dureza especial.
El alfarero
Esto condujo a que el alfarero adquiriera no solo y paulatinamente técnica suficiente para avanzar en tiempos, calorías y conocimiento sobre la materia prima.
Sino también a diversificar sus conceptos sobre lo útil, lo práctico y lo bello, dando opciones a su inteligencia y creatividad con líneas funcionales, sociales o simbólicas, creando asociaciones multifacéticas entre los estilos tecnológicos y la identidad social.
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