
El continente africano, por su latitud, 37º 21´ norte y 34º 51´ sur, y cadenas montañosas no excesivamente altas, se adecua a acoger tan extensa como diversa flora y fauna, como creo todo el mundo conoce.
Tal vez la sabana, como por ejemplo en la sudanesa, si hubiera recursos y no abocada a guerras por el control del petróleo escusadas en la religión, podría ser el vergel que fue el Nilo y sus riberas.
El bosque ecuatorial, al sur de esta sabana, es una muestra del vigor de la naturaleza.
En él tenemos una capacidad hidrográfica considerable que proporciona un alto grado de humedad a lo que se suma la capa de manto orgánico que proporciona la densa floresta.
Claramente lo que se da en la sabana, no resulta lo más adecuado para cultivarlo en el entorno del bosque y viceversa.
Tal vez por eso, como demuestra el profesor Murdock, cuando se introdujo el ñame, banano o taro de Malasia, al encontrar un entorno casi idéntico al del sureste asiático, se adaptaron perfectamente a ese hábitat.
En el momento de su implantación habitaban los pigmeos, los Baka y los Bongo.
Los antiguos pueblos bantúes
Una vez que los antiguos pueblos bantúes conocieron de estos cultivos, su expansión hacia el sur y el este se hizo inevitable.
Y el profesor nos señala:
el profesor Murdock
“Los estudios de estos cultivos no especulan sino que desmenuzan cada familia de plantas alimenticias de modo exhaustivo, haciendo comparaciones entre más de veinte cultigén por familia y entre nueve distintos pueblos bantúes del noroeste.
El ñame, bananos y taro aparecen en cada uno de los nueve, y en casi todos los casos como alimentos básicos, mientras que no hay cultivos de tipo sudanés excepto la palma aceitera.
No se puede concebir una prueba más sólida de que los bantúes del noroeste entraran en su hábitat actual cuando recibieron cultivos alimenticios de Malasia, a menos que, por supuesto, hubieran vuelto a una economía de caza y recolección, sacrificio que los cultivadores a lo largo de la historia rechazaron hacer invariablemente”.
Cultivos de origen malayo indonesio
Y sobre la implantación de estos cultivos de origen malayo indonesio en territorio africano nos lo explica así:
el profesor Murdock
“Hemos examinado las pruebas que indican que las plantas alimenticias de Malasia se establecieron en la costa de Azania en el este de África hacia el año 60 d. C., fecha aproximada de la visita del autor del ‘Periplus del mar de Erythraean’.
Podrían haber sido introducidos varios siglos antes, pero no mucho más que eso si aceptamos la evidencia arqueológica que data de la expansión del sur de los Cusitas legalíticos.
La datación por radiocarbono coloca a los bantúes en Zimbabwe, en Rhodesia del Sur, en el siglo VII.
Por lo tanto, tenemos un período de tiempo de entre 600 a 900 años durante el cual las cosechas de Malasia se expandieron por todo el continente hasta la frontera entre Camerún y Nigeria, y el bantú atravesó posteriormente el bosque ecuatorial hacia África Oriental.
Como el cinturón de ñame estaba ocupado por pueblos agrícolas de pleno derecho, capaces de tomar prestados nuevos cultivos con facilidad, la difusión hacia el oeste requería presumiblemente mucho menos tiempo que la migración hacia el este, con sus necesarias adaptaciones sucesivas a las nuevas condiciones geográficas.
No podemos estar muy equivocados, entonces.
Una ruta obvia hacia el bosque tropical corría hacia el sur a lo largo de la costa atlántica, y esto parece haber sido seguido en un períodotemprano por emigrantes de la parte baja de la tierra natal de los bantúes”
La penetración bantú en el bosque tropical
Nos encontramos con que el nulo dato histórico y arqueológico que permitiera pruebas fiables de datación, obligue a los expertos citados a fijar la fecha aproximada de la penetración bantú en el bosque tropical.
Basándose primero en la lingüística, dado que es arduo pero no difícil, evaluar el tiempo transcurrido entre el ancestral origen de las diferentes lenguas bantúes y su evolución en los distintos entornos.
Olmsted
Olmsted, 1957, señala:
Olmsted
“…Haber aplicado técnicas glotocronológicas modernas a este problema, comparando diez lenguas bantúes muy diversas entre sí.
Aunque sus estimaciones del tiempo de separación varían con los pares particulares comparados, y especialmente con las diferencias en el tratamiento puramente técnico de los cognados dudosos y la frecuencia de uso, sus resultados en general sugieren un período transcurrido de aproximadamente tres milenios”.
El segundo método, según G. P. Murdock, se basa en los diversos hechos históricos conocidos. Por ejemplo, en las oleadas migratorias desde aquel origen común.
Está claro que las diversas oleadas empujaron a los predecesores hacia nuevos territorios. Unos se desplazaron empujados hacia el sur, otros hacia el interior, al noroeste del bosque y la franja costera atlántica norte de Gabón.
Más arriba, en lo que hoy sería la zona ecuatorial y sur de la costa atlántica gabonesa, dividiendo por tanto a estos en dos grupos, uno al norte del bosque y otro al sur hacia la costa.
La agricultura entre bantúes
Como vemos, vivían en la zona norte pero mantenían lazos con sus vecinos del bosque.
La investigación ahora sugiere, que la agricultura surgió entre los bantúes másoccidentales de las sabanas adyacentes a la parte baja del río Congo, en el primer milenio a.C., mucho antes de lo que se pensaba anteriormente.
Explicado y espero que aclarado lo anterior, hay que decir que la comunicación entre las diversas lenguas bantúes de la región es evidente porque están estrechamente relacionadas, al pertenecer al grupo concreto de idiomas Adamawa Ubangui.
Estos movimientos, bien datados y relacionados con las derivaciones del lenguaje producidas, sumados a la exhaustiva documentación de la evolución alimentaria de los sucesivos pasos, así como de sus variables, hacen fiables los numerosos datos documentados por tan eminentes expertos.
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