
En el siglo XV la zona de la meseta Mossi, al suroeste del Volta Blanco estaba ocupada por los Gurunsi, que fueron conquistados y acabaron fusionándose en la sociedad Mossi. Los Gurunsi del oeste de la meseta resistieron la conquista con mayor o menor éxito durante siglos.
Reconocidos como magos poderosos, se dice que los Gurunsi usaron sus poderes para expulsar a la caballería Mossi. Los ocurrentes Nuna plantaron espinos venenosos en el suelo, pero los Mossi lo contrarrestaron reforzando las suelas de sus sandalias. Pero, la presencia de la enfermedad del sueño mataba a los caballos Mossi, obligando a estos invasores a retirarse.

Ocupación francesa
En 1897 llegaron los franceses, y por más de sesenta años, la región fue parte del Haute Sénégal et Niger. La ocupación francesa estuvo salpicada por varias revueltas, especialmente por los Bwa y Bobo, que se resistieron a la fiscalidad, la imposición del estado centralizado, el trabajo forzado y el reclutamiento militar.
Frente a las dificultades con la administración de la lejana Abidjan durante la década de 1930, y más tarde con la amenaza de la partición entre Malí, Níger y Costa de Marfil, los jefes Mossi, apostaron por conseguir, tras la Segunda Guerra Mundial un estado propio y autónomo, y cuando llegó la independencia en 1960, el territorio se convirtió en la República de Alto Volta.
El primer presidente, Maurice Yameogo, ejerció desde 1960 hasta 1966, cuando fue acusado de corrupción y depuesto. Tras muchos años de gobierno militar, su sucesor, el general SangouléLamizana, fue elegido para encabezar un gobierno civil en 1979, que pronto fue derrocado por oficiales del ejército liderado por Seye Zerbo.
El gobierno de Zerbo fue derrocado por oficiales jóvenes como Jean Baptiste Ouedraogo y Thomas Sankara en 1982. Finalmente, en agosto de 1983 las fuerzas de Ouedraogo fueron derrotadas en una contra revolución, y el gobierno del capitán Thomas Sankara tomo el control.
En 1987 Sankara fue asesinado en un golpe de estado y Blaise Campaore se convirtió en jefe de Estado, cargo que ocupó hasta 2014 en que dimitió, tras un periodo de transición. Fue elegido en eleciones libres y ocupa hoy la presidencia Roch Marc Christian Kabore

Mossi |
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Mujeres y niños Mossi con uno de sus más preciados tesoros, sus vasijas cerámicas. |
Composición étnica de Burkina Faso
Casi un tercio de la población es Mossi, y ocupan la llamada Meseta Mossi en el centro del país. La zona alberga una población, promedio de entre 20 y 50 habitantes por km2, pero con algunas zonas con hasta 190 personas km2. En parte porque hay lluvias y suelos adecuados al menos para una agricultura de subsistencia, y también porque esa región está relativamente libre de enfermedades como la tripanosomiasis o enfermedad del sueño.
Hay sobre cuatro millones de Mossi, que tienen como principales ciudades Uagadugú, Ouahigoya, Koudugú, y Kaya. El gran grupo Mossi comprende varios subgrupos, incluidos los descendientes de los antiguos agricultores Nyonyose, los descendientes de los invasores Nakomse y los herreros Saya.
Los Fulani
Los Fulani, Fulah o Peul, comprenden el 10% de la población, alrededor de 700.000 personas. Viven principalmente en el Sahel, al norte, pero migran hacia el sur con sus rebaños durante la estación seca.
Los Lobi se encuentran entre los pueblos con más solera en la parte superior del valle del Volta. Los Lobi y pueblos afines, Birifor, Gan, Dian, Dorhosié y otros, viven a horcajadas en la frontera con Costa de Marfil y Ghana, donde hay alrededor de 160.000 y sobre 500.000 Lobi y afines en Burkina. Sus principales ciudades son Gaoua y Kampti.
Los Kurumba están al norte de los Mossi y suman alrededor de 800.000 personas. Sus principales ciudades son Titao, Djibo y Arabinda. Hay unas cuantas aldeas Dogón esparcidas por las llanuras secas del noroeste.
Los Gurmantché
Los Gurmantché se encuentran al este, unos 350.000, que también viven en el vecino Níger. Sus principales ciudades en Burkina son Fada N’Gourma, Bogandé y Diapaga. Los Gurmantché descienden de Jaba Lompo, un gobernante que se dice emigró del norte de Ghana durante la invasión Nakomse y estableció el reino de Fada N’Gurma, al este de Koupéla, imponiéndose como gobernante de los agricultores locales, como hicieron los Nakomse en la meseta Mossi.
En contraste con los Mossi, las familias fundadoras Gurmantché se integraron en la sociedad local con toda normalidad, renunciando a ser la jerarquía gobernante que dejó de existir. No se les conocen obras, o yo no conozco, pero eso no parece ser que no las hayan hecho y otros se las hayan adjudicado, habrá que intentar ‘desvelarlo’.
Los Gurunsi
Los Gurunsi están al oeste y suroeste de los Mossi, son una serie de pueblos que en conjunto son llamados Gurunsi; lo forman los Kasena, Lela, Nankana, Nuna, Nunuma, Sisala y Winiama. El total de la población Gurunsi de Burkina es de aproximadamente 350.000 individuos. Boromo, Ténado, Po, y Léo son sus ciudades más grandes.
Los Marka Dafing viven al noroeste de los Gurunsi alrededor Dédougou, Nuna, Tugan y Safané. Ocupando un área de baja maleza entre el Volta Rojo y el Volta Negro; suman aproximadamente 150.000 individuos. Están directamente relacionados con la Marka Soninké que viven en Malí y en número de 450.000.
Los Bwa
Los Bwa viven al oeste de los Gurunsi aunque también se extienden por Mali. Se cuentan alrededor de 300.000, con 125.000 en Malí y 175.000 en Burkina Faso. Sus principales ciudades son Dédugú, Houndé y Solenzo.
Los Bobo al oeste de Burkina Faso, se mezclan con los Bwa en la región al oeste de Diébugú; en el sur a través de Solenzo y en el norte de Malí en Boura. La población Bobo suma alrededor de 470.000 personas y su principal comunidad es Bobo Dioulasso con más de 100.000, la segunda ciudad de Burkina Faso y antigua capital colonial francesa. Al norte se encuentran sus grandes ciudades como Fo y Kuka, con Boura en el extremo norte de Mali.
Los Bolon o Bolo son vecinos de los Bobo situados a su noroeste, con una población cercana a las 7.000 personas. Su ciudad más grande es Ndorola.
Los Senufo, Burkina Faso
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Los Senufo
Los Senufo viven en el extremo suroeste de Burkina junto a los pueblos afines relacionados con ellos, incluyendo los Syemu y Tusyâ o Tusián. Aproximadamente 22.000 en todo Burkina.
Los Samo de habla Mandé y los Bissa, viven al noroeste y sureste de los Mossi. Los Bissa son unos 350.000 y viven alrededor de Garango y Zabré. Los Samo viven entre los Marka y los Mossi, alrededor de Tougan.
Los Yarse, que han sido en gran medida asimilados por los Mossi y los Jula, se han especializado en el comercio en toda la cuenca de los ríos Volta durante siglos. Ambos grupos viven sobre todo en lugares de frecuente mercado, con los Yarse concentrados en la meseta Mossi y los Jula en el suroeste.
Las áreas ocupadas por estos pueblos y aquí reflejadas, han sido más o menos sólo un indicio, porque no existen fronteras entre ellos ni para humanos ni para ideas. Muchas gentes dispares pueden vivir en el mismo pueblo.
Grupos lingüísticos
Estos pueblos se pueden dividir en dos grandes grupos lingüísticos: Voltaico o Gur y Mandé. Los expertos incluyen la mayoría de los grupos Voltaicos al este del Volta Negro con los Mossi, Dogón, Kurumba, Gurmantche, Bwa, Tusyan y Gurunsi. Los de habla Mandé viven al oeste del Volta Negro e incluyen a los Bobo, Bolo, Jula, Dafing, Bisa y Samo. Los Mossi hablan además Moore, un idioma que tiene similitudes sorprendentes con las lenguas de los grupos del norte de Ghana. Los Gurunsi hablan variaciones de un dialecto común.
Hay otra lengua con gran importancia como ‘lingua franca’, el Jula introducido por los comerciantes musulmanes en la zona oeste de los Mossi. El francés sigue siendo el idioma oficial del gobierno y el utilizado para la educación.

Santuario ancestral Mossi Foto C.D. Roy |
Las Catedrales en África |
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Como se ve en la foto, las Catedrales en África, nada tiene que ver con las nuestras, pero su fervor suple, con creces, la necesidad que parece había en hacer demostraciones de poder. Ellos solo tratan de solucionar, por cualquier medio, el problema que les acucie. |
Creencias en Burkina Faso
Las creencias Mossi contemplan un exclusivo ser supremo creador, que llaman Wende, él se ocupa además del control necesario para el óptimo desarrollo de la Naturaleza, de manera que los rituales que se le brindan van en función de solicitar que los ciclos sean homogéneos, y que no se les castigue con su disfunción si han cometido algún agravio. Los Mossi creen que todos tenemos Sigha, alma, y que tras la muerte se metamorfosea en Kyma, el espíritu.
Eugene Mangin, 1921: 84-5, describe la relación entre el clan Mossi y su animal totémico, así:
“Este espíritu, según los Mossi, es un animal: serpiente, cocodrilo, antílope, conejo… con frecuencia invisible. El alma está relacionada con este animal, es de la misma familia, por lo que matar a una serpiente o cocodrilo o lo que sea, en un pueblo donde el alma de los habitantes es una serpiente o cocodrilo, es matar a un ser humano en el pueblo, ya que cada persona relacionada con la serpiente tiene, en el pueblo, una serpiente que le representa, y que va a morir cuando su alma-animal muera”.
Esta es una descripción del tótem animal, que es la misma para todos los miembros del clan:
Sigha
El animal, que es el tótem del clan Mossi es inseparable de las almas de los miembros vivos de los clanes y del alma, Sigha, plural Sise, de los antepasados del clan. Cuando un miembro del clan se dirige a su Sigha se dirige tanto al animal tótem como a las almas de sus antepasados. Este tótem desempeña un papel en el mito del origen del clan, por lo general la prestación de ayuda para el ancestro fundador del clan.
Dim Delobsom, historiador que decía ser el oficial de la corte de Mogho Naba, emperador de los Mossi, en la década de 1920, en su libro ‘Maximes, pensées et devinettes Mossi’ de 1929: 434 a 5, proporciona información sobre el tótem de un clan Nyonyose de Goupana, al norte de Ouagadougou y dice:
“Los Nyonyose de Goupana tienen la gacela como su tótem. Este animal representa, dicen, su síguenos. Por lo tanto, está prohibido matar a la gacela, pero no hay ninguna prohibición de comer la carne de la propia gacela. La tradición dice, en efecto, que es por la intervención divina, y coincidencia, que el animal se exponga a la flecha o pistola de un miembro del clan, pero agrega, estad seguros de ver un habitante de la aldea morir poco después”.
Leyenda Mossi
La leyenda dice que un cazador Nyonyoga del mismo clan que los Nyonyose de Goupana, salió solo a cazar, el esfuerzo y el ardiente sol le hicieron desfallecer y, sin agua, se desmayó. Una gacela le vio y se le acercó, tocando el brazo del hombre con la pezuña ligeramente humedecida en un poco de agua. Al toque de la pezuña húmeda, el hombre recobró la conciencia y vio la gacela correr delante de él. Estaba demasiado débil para levantar su arma, pero le pareció que el animal estaba jugando con él. Consiguio sentarse y el animal volvió y se acercó a su lado, pero tan pronto como él trataba de tocarla, el animal se movia unos pasos.
El cazador sacó coraje, e ignorando su fatiga, siguió al animal que le esperaba; tras un corto recorrido, para su sorpresa, en el lugar había un manantial de agua dulce. Fue capaz de refrescarse y recuperar sus fuerzas. Él no dudó que la gacela había acudido en su ayuda y guiado sus pasos, de algún modo el estaba relacionado con la gacela. Llego a su aldea y narró el suceso, donde rápidamente se extendió la noticia y comprobaron la existencia del manatial. Desde entonces, los habitantes de Goupana han tenido la gacela como su tótem.
Los espíritus de sus antepasados
Los Mossi también están preocupados por mantener buenas relaciones con los espíritus de sus antepasados, que son capaces de manipular las fuerzas de la naturaleza, beneficiando o perjudicando a los vivos, en función de su comportamiento. Después de la muerte, los espíritus de los antepasados siguen teniendo interés en los asuntos de sus descendientes, tal como lo hicieron cuando estaban vivos y en su calidad de miembros del grupo.
Por eso, con el fin de mantener buenas relaciones con los espíritus de los ancestros, los vivos deben ceñirse estrictamente a las normas tradicionales de comportamiento, establecido por sus abuelos, el Yabaramba.
Alejarse del Sooré yaba, el “camino de los antepasados”, es arriesgarse a despertar su ira; los antepasados pueden castigar cualquier transgresión importante con una enfermedad, especialmente la viruela*, con alguna enfermedad física, especialmente la ceguera*, o con la infertilidad. El principal vínculo entre los Mwaga, los habitantes del territorio Mossi y sus antepasados es el miembro de sexo masculino mayor de su linaje o clan.
* Notas: Importante recordar que la viruela provenía de colonizadores o esclavos que hubieran vuelto de América, y que la ceguera se debe a la ‘oncocercosis’ o ceguera de los ríos, producida por un díptero de larva parásitaria de la zona convirtiendo la enfermedad en endémica. |
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