
“Según la tradición del pueblo Dogón, hace cerca de mil años, llegó a la zona de la meseta de Youga Dogurou a plena luz del día, una estrella muy brillante a la que llamaron “ie pelu tolo”: la estrella de la décima luna, esa estrella estaba rodeada por rayos rojizos.
De esa estrella bajo un objeto circular gigantesco que giraba sobre sí mismo.
Al llegar a la tierra, este objeto ya no tenía forma circular, sino que parecía una gran cesta o pirámide de base cuadrada.
En cada una de sus caras se abría una escalera de seis peldaños.
Su color cambiaba de rojo a blanco brillante. Justo al posarse en la tierra levantó una gran polvareda y los animales que estaban cerca huyeron del lugar.
La gente, según narran los Dogón, salió corriendo ya que el aterrizaje de ese ‘arca’ había generado mucho temor en ellos.
Nommos mito dogón
De “Ie pelu tolo” habrían bajado ocho Nommos “di tigi”, el dueño o señor del agua, aunque algunos hablan de parejas, estas poseían cuerpo de pez, aunque algunas tradiciones mencionan algunas características de serpiente.
El Nommo tiene la cabeza y el tronco similares a los del hombre y el resto, de cintura hacia abajo, similar a la cola de un gran pez.
Los Nommo Poseían unos 40 dientes, todos muy puntiagudos.
Lo que explica porque antiguamente los dogón se los afilaban.
Los Nommos Carecían de orejas y para escuchar parecía que lo hacían por unos orificios pequeños laterales, los ojos eran rojos, solo disponían de tres dedos y se supone que vivían en el agua.
El contacto con estos nommo que supuestamente eran sagrados, generó un acercamiento del pueblo Dogón, con una gran cantidad de conocimiento del universo y del sistema solar, el cuál hasta nuestros días no puede ser explicado de manera racional.
Los Nommos convivieron con los Dogón y les enseñaron a cultivar, a fabricar herramientas o fundir metales.
Sirio
Pero según relatan, no todo fue una bendición, ya que algunos de aquellos seres al parecer empezaron a matar a algunos integrantes del pueblo.
Capturándolos y matándolos de una forma peculiar, introducían su lengua por la nariz de la víctima para absorberle la sangre, aquí empezó el pánico y comenzaron a temerlos.
A día de hoy según propios miembros de la tribu Dogón hoy en día siguen siendo visitados por Nommo”.
Esta información, para mí como poco curiosa, se puede ver en el documental del escritor e investigador J.J. Benítez “Planeta encantado”*12

Juanjo Andreu
*12 Nota: No dudo del interés capacidad de trabajo y voluntad por hacer lo mejor posible aquello que se propone, todo el mundo.
Pero sí dudo de los métodos y de ser consciente, cómo dice el africano y seguro piensan todos los seres humanos del mundo, que a veces vamos de ingenuos si nos creemos que el otro lo es.
O que a cualquier pregunta a cualquier persona se nos va a responder con garantía, sin miedo, sin resquemor y porque somos los mejores y queremos lo mejor para ellos.
¿Acaso iríamos al pueblo de al lado, o a la oficina de una multinacional al otro lado de la calle, a preguntar cómo han hecho para conseguir tener una central eólica o la iglesia con un retablo de ónix, o cómo le ha salido pelo al director general?
El mito de los Nommos
Los Nommos también les enseñaron que en otros mundos viven otros seres, les dijeron que nosotros nos encontramos en la cuarta tierra.
En la tercera viven los hombres con cuernos, en la quinta los hombres con cola, en la sexta tierra los hombres alados, también conocen la estructura espiral de la vía láctea y hablan de mil millones de sistemas solares similares al nuestro.
Los Nommos conocen los cuatro satélites interiores de Júpiter, también de Saturno y de sus anillos. También dicen que Venus al principio era rojo.
Describen a perfección los movimientos de rotación y traslación de la tierra.
Saben que el sol se consume y que la luna es un cuerpo muerto y desde hace mil años tienen conocimiento del aparato circulatorio humano.
La circulación de la sangre fue descrita en 1546 por Miguel Servet, llamado también Miguel de Villanueva.
Sigi La Ceremonia

foto de Eliot Elisofon, del Smithsonian Institute. 1974
Para celebrar la llegada de los Nommos, los Dogón establecieron una fiesta que es su ceremonia más importante y que se da cada 60 años.
Es un ritual en el que se baila durante 3 o 5 días, en el que se bebe cerveza y en el que se exhiben muchos tipos de máscaras, algunas de las cuales simulan a los dioses.
Algunas máscaras muestran una especie de H la cual es el símbolo que llevaba aquella arca la cual nos recuerda mucho a la H del caso Hummo”.
Nos sigue diciendo JJ. Benitez.
Puntualizar que hay más de dos millones de artículos en internet sobre este tema.
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