
Danza Cone
Hay otras grandes manifestaciones culturales en Benín, entre ellas y menos conocida la danza llamada Cone, que sirve para trasmitir a los muchachos valores morales y patrones sociales, y como emisor de elogios o críticas a pueblos vecinos, sociedades o personas concretas.
Esta danza también puede ir acompañada de canto con tan solo voz, sin ningún otro acompañamiento instrumental.
Con estos rituales de baile y canto, al igual que elogian a quien consideran ha sido alguien que ha ganado tal merito, también se puede observar cómo los interpretes critican a otros miembros de su pueblo o región, si al que increpan no está cumpliendo con su deber de colaborar o ayudar a los demás, o si hay algún tipo de encono u hostilidad dentro de ellos.
Este baile en Benín aporta otro importante factor como inductor de relaciones personales, pues se permiten a los muchachos demostraciones sexuales ostensibles, con las que cortejan, provocando, a las muchachas.
La mayoría de los hombres jóvenes de entre los 20 a los 25 años, participan en estos rituales, compitiendo unos con otros por los favores de las muchachas.

Ritual africano zangbeto
Es una tradición recogida y basada en los Egungun yoruba. Solo que aquí se distorsiona en parte para crear una solución, a todas luces eficaz, contra los actos incívicos y conflictivos en época en que las circunstancias necesitaban de utilizar el miedo a lo desconocido para preservar el orden y las reglas preestablecidas.
En principio eran los vigilantes de la noche, que se adscriben al vudú de Benín y Togo, proveniente en origen de la religión yoruba que los ewe introdujeron.
Los Zangbeto, como los Egungun, realmente Zangbeto es una variante de los Egungun, son los fantasmas, espíritus que se personifican, por lo que eran y son, altamente venerados, tanto como temidos.
Creados en principio para asustar a los enemigos en las múltiples trifulcas que tenían durante su asentamiento final, y dado el resultado positivo que consiguen, es en el periodo de paz, cuando pasan a ser los vigilantes de la moralidad y buenas costumbres, persiguiendo a borrachos, ladrones y brujas, moviéndose por callejas y rincones persiguiéndoles.
Ellos son más temidos que la policía, la colonial en su momento y la oficial a posteriori. Aunque ahora, disturbada, es más una manifestación folclórica para turistas.

El ritual original egungun
Al principio, los zangbeto se asemejaban a un manojo de paja, pues el ritual original egungun se realizaba en Junio, tras la cosecha y con ese material.
Una vez realizados, según la tradición, se les consideraba preparados para quedar en trance, permitiendo que sus cuerpos fueran habitados por espíritus capaces de ver los actos inapropiados y a los transgresores.
Ciertamente, la leyenda yoruba dice que no hay humanos bajo el disfraz, tan solo espíritus de la noche.
Los zangbeto eran los guardianes del orden, actuando como policía en Benín antes del establecimiento oficial de la ley.
Los rumores hablaban de que constituían una hermandad secreta, solo participada por ellos. Entre sus habilidades y estando en trance, parece que eran capaces de espantar a las brujas, escupiéndoles esquirlas de cristal que previamente se habían tragado y todo ello sin recibir daños.
Conocimiento ancestral de los Zangbeto
En sus trances, reclaman un poder telúrico, que al salir de las entrañas de la tierra les aporta conocimiento ancestral y la capacidad de trasmitirlo a los adeptos.
En la actualidad, cuando la sequía se prolonga, miles de creyentes les siguen, orando, solicitandoles que llueva y que propicien una buena cosecha y también, cada uno, rogándoles la consecución de su deseo.
Nadie puede tocar a un zangbeto, lo que hábilmente propicia que nadie sea capaces de descubrir qué hay tras el cono de paja, ya en la actualidad muy engalanado con ricos y coloridos tejidos, y con un armazón de alambre interior, con doble estructura, donde se aloja el encargado de bailarlo; pero ciertamente demuestran tanta habilidad que queda absolutamente oculto y en su lugar, cuando se descubre, se llega a observar el objeto más variopinto, desde una piedra, a una especie de muñeca que gracias a tecnología china, según dicen, hasta parece respirar.
Es curioso que en la actualidad sean los turistas del llamado occidente los que al verlo, hagan exclamaciones de sorpresa, mientras que los benineses ríen a carcajadas. Son miles las fotos que discurren mostrando ‘el milagro’.
Ciertamente no desvelo nada, como tampoco que las lágrimas de sangre de una virgen no dejan de ser un truco de magia circense.

Foto de Bruno Zanzottera |
Origen de la Leyenda Zangbeto
La leyenda de su origen cuenta, que Iku, la muerte, descendía cada cuatro días en Ile Ife, la capital religiosa de los yorubas y con su cayado, llamado Opa oku, mataba a cuanto ser humano se le antojase.
Fue entonces cuando un residente de Ife llamado Ameiyegun, dolido porque esta se había llevado a su hijo pequeño, prometió a su pueblo librarlo del azote indiscriminado de Iku. Para ello ideo vestirse completamente de telas de muchos colores, que impresionaran y distorsionar su voz para no ser reconocido.
Esperó el día y cubierto con el multicolor vestido, en cuanto vio que se acercaba la muerte, Ameiyegun corrió hacia esta exhalando guturales y estridentes sonidos; la muerte, sorprendida y asustada, huyó espantada del pueblo, dejando caer en su frenética huida el temido cayado.
Ameiyegun recogió el cayado, que pasó posteriormente a ser el objeto de adoración Egungun, resultando ser la conexión fundamental de esta deidad para controlar y acordar con Iku.
En tierras Yoruba
También cuenta otra historia, que cuando en tierras yoruba los temblores de tierra eran casi cotidianos, los habitantes imploraron a Olodumare; tras las suplicas, un día, aparecieron de no se sabe dónde un grupo de seres nunca antes vistos, danzando, y cubiertos de pie a cabeza con unos vestidos multicolores.
Cuentan, que a partir de esa visita nunca más se produjeron temblores en sus tierras.
Estos dos hechos, partiendo de que los yoruba creen fervientemente que los espíritus se interrelacionan constantemente con los vivos, ponen de manifiesto el origen y la importancia del culto a Egungun.
El culto a los espíritus de los antepasados son motivos de adoración, pero de esta forma estos espíritus ancestrales son personificados y así, unos, se sienten honrados y los otros, más seguros y confiados.
También existe la creencia ferviente de que estos se reencarnaran un día en nuevos miembros de sus familias.
El culto a los espíritus de los antepasados
Como sucede con los Egungun yoruba, los Amushan son los encargados de prestar atención a los zangbeto, siendo como sus auxiliares y asistiéndoles cuando lo soliciten, a veces desenredando los complejos vestidos y las más espantando y separando a los irrespetuosos que intenten tocarlos.
Con ellos también pueden aparecer los conocidos Zangbeto Apaaraká que no hablan y que les gusta perseguir a los niños y jóvenes indómitos o maleducados para castigarlos por sus malos comportamientos.

Foto Bruno Zanzottera |
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Zangbeto, derecha, con su amushan. |
Los Zangbeto Olojes
Los Zangbeto Olojes son acompañados por un grupo de mujeres sacerdotisas de Oya, las Oloya, las cuales llevan el torso desnudo y le ayudan con danzas y cantos, traducciones y otros menesteres.
Ver o recordar foto de más arriba.
Ninguna mujer puede entrar al recinto donde se visten los zangbeto, pues en este culto solo se invocan los espíritus masculinos, es un culto solo de hombres por lo que las Oloya que participan en las actividades de canto, confecciones de los vestidos, traducciones, etc, son muy envidiadas a pesar de tener restricciones. Los zangebtu emiten sonidos inhumanos, a veces roncos, otras agudos, estridentes o metálicos llamados séègí.
Cada familia o comunidad puede tener un zangebto a quien recurrir y esto se hace a través del Opa oku y del Ago kuku que realmente hacen referencia a la vestimenta que llevan y que en cada caso son representación de los ancestros.

el Zangbeto Ajolojo, el Ajofoyinbo, el Oye
Muchas ciudades tienes asociaciones de zangbeto y cada una de ellas tienen muchos miembros. Cada asociación tiene una organización de jefatura con sus respectivos títulos como lo son el Zangbeto Ajolojo, el Ajofoyinbo, el Oye y el más famoso que es el Zangbeto Oya el cual se caracteriza por ser el más respetado y custodiado por las Oloya y los Oje, este lleva un tocado muy llamativo y su traje es mucho más colorido que los del resto.
El jefe de todos los zangbeto se llama Alagbaa.
Asimismo, el jefe de la mascarada encargado de la magia y de los rituales es el llamado Alapini, el resto de la cofradía son Eéṣọrun, Àrẹọ̀jẹ̀, Olọ́pọndà, Alárǎn y los Olọ́jệ.
Al igual que sucede con los egungun, existen tantos tipos de zangbeto como ciudades, pues cada una tiene el suyo propio, aunque los comunes prevalecen por las actividades específicas que realizan.
Los Alagbalagba
Tienen por ejemplo los Baba Zangbeto que son los Alagbalagba o más ancianos, los cuales tienen más libertad de acción, sus actuaciones son las más reconocibles y entendibles por tener más número de ceremonias y rituales realizados. Están los Aparakaa, más recientes, que son mudos pues les faltan aún ciertas ceremonias y a los que los amusha tiene que estar controlando pues persiguen a los niños y jóvenes para castigarlos, a veces haciendo uso de excesiva dureza.
Están los Zangbeto Eleru y el Olopon; el Zangbeto Janduku que lleva un látigo, los Kunduke y el Alagbe que son danzantes; el Pidapidan con sus trucos y magias, también los Zangbeto Alàgbo, que tienen medicina y brebajes, y van rezando por el bienestar de las personas; el Onídán, dramaturgo, Alárìngó que danza conforme va caminando y Agbégigó que danza con máscaras de madera, este último combina la danza con la poesía y el drama.
De todos estos el más importante, mencionado especialmente es el Egungun Onídán, los demás son llamados solamente en los periodos festivos.
Los festivales zangbeto de los Fon
Los festivales zangbeto se realizan en junio, preceden los festivales de las otras divinidades y tienen una duración de siete días. Ningún humano debe tocar la ropa de un zangbeto, así como todos, también tienen que tener cuidado de no dejarse tocar por ninguno de ellos, so pena de padecer algún tipo de desgracia o calamidad posteriormente.
Son fiestas alegres y de mucho colorido y diversión. El traje o vestimenta de los zangbeto recibe nombres como ago eku, ago kuku o asho iyamoye, son trajes confeccionados de telas multicolores y de diferentes modelos muy creativos los cuales caracterizan los tipos de zangbeto.
Y están los baba egun, sus vestidos están confeccionados con tiras de paños multicolores que cuelgan de un armazón cuadrado o redondo, esta pieza es llamada agbala y cubre los brazos y el torso, siendo el kafo una túnica larga que cubre los pies y los zapatos. Están los aparakaá, sus trajes son simples, son recuadros de tela tejidos de una pieza.
Los trajes que se ven en la actualidad son antiguos trajes que pertenecieron a varias generaciones y a los que cada una de ellas aportó un pedazo de tela, y se dice que hay trajes que pesan varios kilos y que en realidad debe ser algo sobrenatural el hecho que los elegun cuando son poseídos lo lleven durante horas y no paren de bailar y de hacer piruetas, es por lo que los yorubas dicen que estos trajes están cargados de energía ancestral.
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